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CORRIENTES HISTORIOGRÁFICAS VII: LA HISTORIA CULTURAL

Introducción

La Historia cultural está considerada una tendencia historiográfica innovadora, porque en ella se realizan las mayores y más interesantes novedades en la temática de la nueva historiografía de finales del siglo XX. Se abarcan temas que habían sido tabús, como la Historia del dolor, la del sexo, la de los placeres corporales… A modo de resumen,  y para no complicar mucho las cosas, se puede decir que el foco de estudio de la Historia cultural es todo lo que sea producto artificial del ser humano, excluyendo la creación natural, es decir, todo lo que aprendemos los seres humanos desde que nacemos porque no nos viene innato.

Contexto histórico después de 1989

En la década de los 90 estamos ante un mundo muy consumidor, debido a los cambios en la sociedad occidental, como la consolidación del estado de bienestar, la mejora del nivel de vida, mayor consumo, mayores gastos… Asistimos a un mundo globalizado, donde obtener información de cualquier punto del planeta es un mínimo problema. Antes informarse acerca de un asunto lejano requería de grandes correos que tardaban varias semanas o meses en llegar y regresar con la respuesta, por lo que solo se lo podían permitir las familias más pudientes. Sin embargo, ahora todo el mundo tiene acceso a la información rápida a partir de cualquier aparato electrónico que tenga internet.

División en la Historia cultural

En la tendencia historiográfica de la Historia cultura destacan dos grandes apartados:

  1. La cultura popular: Es un apartado más asociado a las culturas humanas del pasado. Destacan, como en anteriores escuelas y tendencias, la Historia de las clases más bajas y los más desfavorecidos.
  2. La cultura de masas: Es un apartado mucho más asociado a la cultura y el mundo consumista en el que vivimos, al menos en nuestro marco occidental. Todos nos saturan a información que nos entra por la televisión, por internet, por el móvil…

Bases para entender la Historia cultural

La Historia cultural trata de absorber otros temas de estudio no historiográficos para tratarlos como fuentes, rasgo que vincula esta tendencia a la de la Escuela de Annales. Es decir, una de las similitudes que tiene la Historia cultural con la escuela de Annales es la búsqueda de la inter disciplinariedad en la literatura, el arte y la música. Este intento de inter conectar la Historia con otras disciplinas, es decir, la inter disciplinariedad, lo explican argumentando que el Historiador tiene el deber de ampliar sus dominios del conocimiento humano.

Dentro de lo que es la Historia Cultural tenemos que distinguir tres grandes tendencias de estudio:

  1. El giro lingüístico: aquí destaca la importancia del discurso y del habla en público, lo que viene a ser una fuente de recursos inagotable para el estudio histórico.
  2. El giro hacia dentro: un enfoque de estudio muy similar al que se tenía en la Historia de las mentalidades que se dio en países como Francia.
  3. El giro hacia el otro: este se refiere al giro ideológico de la mente social colectiva por el cual obtenemos un mayor nivel de conocimiento e información acerca de la otra gran cultura del mundo, la cultura oriental. Es decir, me refiero al momento en que dejamos de pensar que Europa y los occidentales son los más chachis del mundo, y empezamos a tener en cuenta también a las civilizaciones orientales.

Ante esta variedad de conceptos y tendencias dispares, se ha asumido que la Historia cultural no puede ser una escuela historiográfica, solo una tendencia de varios autores que se preocupan de estudiar un apartado concreto, en este caso lo cultural, con una perspectiva concreta y personalizada. Esta tendencia historiográfica está aun muy dispersa y necesita de un método histórico analítico común.

Definición de cultura

De una forma anticuada y ya obsoleta, la antropología proponía esta definición para la cultura: «Cultura es toda aquella actividad que nos diferencia y nos distancia de los animales«. Esta definición antropológica de la cultura es una reacción frente a los planteamientos más materialistas que planteaban las tendencias y escuelas historiográficas anteriores acerca de este tipo de conceptos. Desde 1989, con la caída del muro de Berlín, el fin de la Guerra Fría, y la desintegración de la Unión Soviética, se ha asistido al desmembramiento y fragmentación de la Historia, por lo que la Historia cultural solo ha querido plantear la unión del estudio del hecho histórico con otras materias. Una de estas vías de revitalizar la Historia es con este debate sobre la cultura.

Indudablemente a partir de la década de los 90, la Historia cultural se consolida gracias a los cambios de esta época, produciéndose así un gran giro cultural. Esto también se está dando en el siglo XXI, con los conflictos que tenemos la desgracia de poder asistir, tales como Libia, Siria, Palestina, Israel, Egipto… Quizás, una de las definiciones hasta ahora más precisas que se ha podido crear hasta el momento es la que dice que la cultura es todo lo que no viene innato con el ser humano.

En definitiva, intentar crear una definición certera y precisa de lo que es la cultura es casi imposible, pues son muchos los factores que hay que tener en cuenta, y muchos los cabos sueltos que siempre quedan cuando intentamos definirla.

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