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EL GÉNERO AUSTRALOPITECINO I

DEFINICIÓN

Dentro de la antropogénesis, los australopitecinos son el género hominino que engloba las especies y sub especies de las distintas razas de australophitecus y paranthropus.

LA RAZA DE LOS AUSTRALOPHITECUS

Se les considera el primer género de homininos prehumanos. Su larga etapa de vida se extiende entre hace 4.2. M.A y 1.7. M.A. Fueron descubiertos en un primer momento por Raymond Dart, en el año 1924. Más de medio siglo después, en 1978, fueron redescubiertos por Mary y Tim Leakey en una excavación arqueológica en Laetoli (Tanzania). Las circunstancias de ambos descubrimientos son por causas relacionadas con el vulcanismo, los movimientos sísmicos y la fuerte orogenia del terreno. En concreto, el Valle del Rift era una zona de alta actividad volcánica y eruptiva.

Los restos hallados de Australophitecus dan indicios para pensar que utilizaban herramientas simples, que vivían en grupos más o menos numerosos, y que contaban con una organizada pero sencilla jerarquía. Los machos más fuertes eran los líderes del clan, mientras que las hembras cooperaban entre sí y compartían varios maridos. Las seis especies básicas de australophitecus son las siguientes: Anamensis, afarensis, africanus, garhi, bahrelghazali y sediba.

 

EL FÍSICO DE LOS AUSTRALOPHITECUS

Cerebro: La caja craneal está más desarrollada y alta, pasando de una capacidad endocraneal de 380 cc a una de 500 cc, albergando un cerebro más grande. La irrigación del cerebro se desarrolla mucho más. La cresta sagital es mínima, con una base craneal con modificaciones, causadas por el proceso de bipedación. El aparato post craneal tiene proporciones achaparradas.

Cráneo: La cara es más pequeña, con unos músculos de la nuca no desarrollados. Tienen un rostro menos prognata que se empieza a recoger, y con un paladar largo y profundo que todavía no les da la capacidad de hablar. La cara no cuenta con glabela en la nariz (parte superior, cercana al entrecejo), ya que ésta es aun muy primate. La mandíbula es corta, con ramas ascendentes y sin mentón. Cuenta con unos músculos masticatorios profundos, que nos indican que tenían una alimentación omnívora, como sus antecesores. Los dientes son cortos pero anchos. Prueba de ello son los caninos, que se reducen y tienen una capa de grueso esmalte.

Brazos y piernas: Los restos que se han hallado acerca de sus extremidades nos indican que todavía las utilizaban para moverse de una forma arborícola. Tienen unos brazos y antebrazos con huesos largos y curvados. Las manos registran una evolución, ya que van dejando muy poco a poco los huesos y falanges curvados del uso arborícola. El dedo pulgar y el gordo aun no son oponibles. En su marcha bípeda, ya pueden hacer una marcha plantígrada digitígrada (caminando con toda la planta del pie y plantando los dedos.) La posición del fémur es más inclinada, y la rodilla es más flexible. El tobillo cuenta con un reforzamiento especial, al igual que las tibias, los tarsos y metatarsos. Los omoplatos y las clavículas están orientadas hacia arriba.

Columna vertebral y pelvis: La pelvis ya registra una forma más humana y acampada, aunque está en continua transición. El motivo de su gran apertura es la deformación natural por la reproducción de crías. La columna vertebral cuenta con una zona lumbral con 6 vértebras y un hueso sacro más corto y ancho. La caja toráxica es más primate que humana.

Supervivencia: Los australophitecus sobreviven en el medio sabático gracias a la enorme cantidad de raíces y tubérculos, que les aportan muchos nutrientes, energía y agua.

AUSTRALOPHITECUS ANAMENSIS

Su marcha bípeda es mejor que la de sus descendientes afarensis. Cuentan con una dentadura aun muy primate, con una arcada bucal en forma de U, con molares anchos y gruesos. Los huesos de los antebrazos los tiene desarrollados, sobretodo los húmeros.

AUSTRALOPHITECUS AFARENSIS

Descubierto en Etiopía por Don Johanson, Taleb y Coppens. Tenían una capacidad endocraneal de unos 450 cc, y podían llegar a medir entre 1 y 1,5 metros. No disfrutaban de una buena marcha bípeda, y no contaban con un pie apto para correr. La pelvis es muy próxima a la humana, al igual que la tibia y la rodilla. Sin embargo, aun conservan muchos rasgos simiescos, como:

  1. Un cerebro pequeño
  2. Brazos largos con falanges de dedos largas y encorvadas, dispuestas para trepar por los árboles y suspenderse de las ramas.
  3. Caja toráxica parecida a la de los grandes simios.
  4. Dedo gordo del pie separado del resto de dedos.
  5. Talón que puede rotar sobre el extremo externo del pie, con lo entorpece la marcha bípeda

AUSTRALOPHITECUS AFARENSIS

En cuanto a la altura, es la misma que a Afarensis. Contaban con una capacidad endocraneal de entre 450 y 530 cc., una talla de entre 1.15 y 1.30 metros, y un peso aproximado de entre 30 y 40 kilos. Tenían una cara menos prognata que los afarensis, con molares más voluminosos, debido a la ingesta de alimentos duros que necesitaban mucha masticación. Se reduce el dimorfismo sexual, es decir, las diferencias taxonómicas entre los machos y las hembras. Contaban con unos brazos más largos y unas piernas más cortas, y vivían en un entorno de sabana húmeda arbolada.

AUSTRALOPHITECUS GARHI

Fue descubierto en el río Awash medio, en la depresión del Afar etíope y en la región de Bouri. Es un australophitecus contemporáneo al género homo, aunque no se considera su ancestro. Los yacimientos de garhi nos transmiten una conducta muy humana, a pesar de que no sean ancestros homo. Tenían una capacidad endocraneal media de 450 cc, aunque se cuenta con escasa información debido a los pocos restos en este campo. En cuanto a dentadura, tienen los premolares y los molares más grandes.

Garhi fue el primero en usar instrumentos para procesar la comida, por ejemplo, piedras cortantes para partir la carne, percutores para romper huesos y frutos, bastones para cavar y desenterrar raíces, granos, semillas… El incremento de piedras cortantes indica que había una mayor importancia de la carne dentro de la dieta de los garhi. Dentro de la dieta, también podemos señalar la caza manual de gacelas y pequeños mamíferos.

AUSTRALOPHITECUS BAHRELGHAZALI

Los únicos restos que se han hallado han sido en Centroáfrica, a unos 2500 km. del Valle del Rift. Se han encontrado en un entorno de lago, rodeado de bosque y sabana arbolada. Se sabe muy poco acerca de esta especie. Se sabe a partir de sus dientes que tenían una alimentación menos basada en coriáceos, a partir de frutas y verdura, y ocasionalmente carne. Se compara su dentadura con la de los paranthropus, pues cuentan con una sínfisis mandibular que tiene una arcada dentaria en forma de parábola, con raíces largas y esmalte más grueso.

AUSTRALOPHITECUS SEDIBA

Supone el descubrimiento de australophitecus más reciente, ya que se halló hace tan solo cuatro o cinco años, en la cueva sudafricana de Malapa, a manos del profesor L. Berger. De esta especie se han encontrado dos esqueletos y restos, que ofrecen mucha información. Entre estos restos encontramos cráneos, omoplatos, huesos del brazo, muñeca y antebrazo, partes de pelvis, de fémures, huesos de la rodilla, metacarpos del pie…

Sediba cuenta con una nariz y una dentadura de pequeño tamaño, al estilo de sus anteriores, y con una capacidad endocraneal similar a la de Garhi. La mano sediba cuenta con una morfología bastante humana, que le lleva a tener mejores capacidades manipulativas de los objetos y la comida. El dedo pulgar todavía no es como el actual, ya que es tan largo como los otros dedos, está muy relacionado con los otros cuatro dedos, y todavía no es oponible. Todo esto hace pensar que esta mano ya estaría dotada para la talla de piedras. Tienen un pie articulado, compuesto por un tobillo que cuenta con una tibia casi humana en la unión, forma y función de sus huesos. Además, se nota la inserción del talón de Aquiles, y su desarrollo óseo y muscular.

 

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