LA INDUSTRIA LÍTICA DEL MODO 3
El primer rasgo distintivo del modo 3 es una producción exclusiva de lascas de piedras, lo que conlleva el abandono de los instrumentos masivos. Esto es debido a que se potencian los instrumentos de formato pequeño, por lo que se desarrollan las lascas y aparecen conceptos nuevos como los de enmangue de madera. Los enmangues de madera sirven de soporte a las lascas, facilitando su manipulación. Esto lo podemos conocer debido las muestras fosilizadas que se han encontrado en las lascas, restos del “pegamento” natural que unía estas lascas a los enmangues.
El método de talla del modo 3 viene ligado inseparablemente al llamado método de Levallois. A pesar de que sean los Homo Heidelbergensis del modo 2 los primeros que realizan sus primeros descubrimientos en esta técnica, no se la considerada bien desarrollada como tal hasta la llegada del modo 3 en la población neandertal.
La técnica de Levallois trae consigo un enorme avance técnico en la talla: se puede predeterminar con anterioridad la morfología que se desea para la pieza lítica. Para ello primero hay que tratar la masa de la materia prima específicamente seleccionada que se ha escogido. Entonces es cuando se empieza a pelar la pieza en la dirección de las agujas del reloj, y con dirección centrípeta, es decir, que va hacia el centro.
El método de talla Levallois atravesó también varias evoluciones, que hicieron que las lascas sean cada vez mejores y más diversificadas.
1. Lascas preferenciales: este primer método de talla de Levallois permite la obtención de lascas grandes y regularizadas con un filo muy cortante, siendo la zona de golpeado la zona más gruesa de la lasca.
2. Dirección centrípeta recurrente: la dirección centrípeta siempre está presente en Levallois, pero el que sea recurrente implica que se talla en varias vueltas la misma cara de la pieza, y siempre en el sentido de las agujas del reloj.
3. Extracción de puntas: consiste en una preparación centrípeta particular de la pieza que lo que hace es extraer lascas punzantes de forma triangular medianas o pequeñas.
4. Tallado bidireccional: las lascas que se extraen como consecuencia de la talla son de ambas direcciones de las aristas, izquierda y derecha.
5. Obtención laminar: se mejora la técnica y se obtienen lascas muy alargadas, lo que supone el origen de la posterior talla laminar, fundamento del modo 4. Este temprano conocimiento se da en algunas poblaciones selectas de neandertales de Francia o Siria.
Gracias a la talla del método Levallois, se diversifican los tipos, usos y funciones de la industria lítica, apareciendo nuevos elementos como las raederas, los raspadores, los instrumentos complejos, los denticulados, las muescas, los buriles o los perforadores.
LA INDUSTRIA LÍTICA DEL MODO 4
El método de talla del modo 4 se caracteriza, sobretodo, por la producción de láminas, así como también de raspadores, perforadores, dorsos y buriles. El método laminar es un método muy diferente al de Levallois, más complejo y más trabajoso, pero que al final consigue resultados mejores.
Primero se tiene que elegir la materia prima a tallar, que debe ser alargada y medianamente ancha. Luego se descabeza uno de los extremos de la pieza, de tal forma que sea más o menos plano y horizontal. Entonces se trabaja una arista en el centro de ese extremo plano, de la cual se irán extrayendo láminas con la talla aplicándola en golpes verticalmente descendentes. Si en el método Levallois lo que importaba era la horizontalidad, en el laminar lo que importa es la verticalidad.
Las láminas alcanzan una gran longevidad de elaboración y uso, ya que se sabe de su uso incluso en épocas históricas como el Antiguo Egipto o el Imperio Romano, en el que tenían funciones relacionadas con la agricultura.
El buril, instrumento lítico nuevo surgido de los avances, consiste en una pieza con un ángulo diedro, es decir, el ángulo formado en una pieza lítica por el encuentro de dos planos de aristas que venían de direcciones diferentes, por así decirlo, como una esquina en la pieza de industria lítica.
El buril sirve para hacer, con enormes cantidades de paciencia, ranuras en las astas, que son demasiado duras y no se pueden tallar, de tal manera que se va ahondando un hueco por la continuada fricción del buril sobre el duro asta del animal. Los buriles también tendrían otros usos en el Paleolítico Superior, tales como el tallado del arte mobiliar, y la grabación pétrea.
A partir del periodo lítico del Solutrense, se empieza a dar la termoalteración del sílex. Esto se debe a que se descubre que, si el sílex se calienta a no más de 300-400 ºC, éste se ablanda y se vuelve dúctil para las tareas de su tallado. Las nuevas puntas de lanza líticas derivadas de estos avances son foliformes, es decir, con forma de hoja. También encontramos industria laminar tallada no por golpes con percutores, sino por presión.
Los instrumentos compuestos están compuestos de un mango de madera y una pieza lítica dentellada de sílex, unidos por el pegamento natural resinoso. Estos instrumentos compuestos se usarían en la recolección de los vegetales de los árboles y de las gramíneas, como una especie de hoz haciendo una siega.
A partir del periodo lítico magdaliense, aparecen los arpones líticos, que cuentan con barbas de una o dos hileras laterales de dientes. También se desarrolla el arte mobiliar, es decir, la representación mediante la talla ósea de formas antropomorfas, zoomorfas y sin forma definida. Se le considera arte solo por el hecho de que no tiene ninguna función establecida, ni económica ni alimenticia, ni de caza…
