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LA MUERTE EN LA EDAD MEDIA

Artículo escrito por Luis Galan Campos, graduado en Historia.

Introducción

La muerte, es un hecho ineludible que incumbe (y aterra) a todos los seres humanos, pues en palabras de San Cipriano, obispo de Cartago (200-258), “todos nacemos con una soga al cuello. Comenzamos a caminar sin saber que longitud tiene la cuerda”. La muerte nos llena de desazón, una incertidumbre que se puede resumir en tres partes ¿Cuando tendrá lugar la muerte de uno ? ¿ Hay algo más allá? o ¿Es posible escapar de la muerte ? Para hacer frente a dichos interrogantes, en distintos lugares y épocas se ha recurrido a diversas explicaciones mítico-religiosas. En los presentes artículos analizaremos como se piensa la muerte entre los siglos XI y XV, para el que disponemos de un gran número de fuentes, y en el que se producen cambios significativos en nuestra manera de concebir el fin de la vida, y la prolongación de la existencia más allá de ella.

El lecho de muerte en un manuscrito de las Brisitdh Library

La muerte no es el final si no que al quitar el cuerpo el alma se abre a una nueva existencia que transcurre en el Más Allá. Esta depende –como hemos visto- de su comportamiento en vida por el que era juzgada en el momento del óbito. Sin embargo este nuevo mundo que se descubre tras la muerte y que cuenta con su propio tiempo, geografía y reglas no está completamente separado del nuestro. Los limites entre uno y otro se cruzan con facilidad en ambas direcciones y los contactos entre vivos y muertos son frecuentes.

De viaje al más allá

El destino del alma: después de la muerte el alma sale del cuerpo por la boca, aunque entre los teólogos existía un intenso debate sobre cuando tardaba o el momento exacto en que tendría lugar su juicio. Dados que la Biblia es muy poco clara en ese aspecto, el contenido del Más Allá ha sido objeto de innumerables discusiones y ha llenado páginas y páginas de literatura destinada a describirlo para los mortales. En general, las descripciones del Infierno son las más frecuentes: el objetivo de estas es pedagógico, se trata de ilustrar los sufrimientos de los pecadores tras su muerte para instarlos a arrepentirse.

Postal para la fiesta de Halloween de principios del siglo XX donde vemos un juego de adivinación a través de un espejo

Los que mueren sin pecado se reúnen con Dios, los ángeles y los santos en el Paraíso. En general este es descrito como un jardín placentero (etimologicamente viene del persa pardesos que significa huerto de flores) en el centro del cual está Dios sentado en su trono. Por el contrario los pecadores que no se han arrepentido son arrojados al Infierno. Las descripciones del mismo son muy abundantes y diversas a lo largo del período así que trataremos de sintetizar: el infierno tiene un tiempo propio según el cual se administra los castigos a los pecadores. De forma tardía (siglos XIV y XV) se comienza a concebir diversos tipos de castigos específicos para cada pecado. Por ejemplo en el Juicio Final de Fra Angélico vemos como los avaros tragan oro fundido. Ante todo pero el infierno es un taller de máquinas que reflejan el desconcierto de la población ante la rápida industrialización de Europa después del año 1000 y una cocina, donde los condenados son servidos en los banquetes de Satán. Sin embargo, a finales del siglo XII se añaden dos localizaciones más: el Purgatorio donde los pecadores más leves se purifican para entrar en el cielo y el Limbo donde descansan los niños que no han conocido a Cristo ,es decir, que no han sido bautizados.

Los Siete Durmientes de Éfeso en un manuscrito del siglo XV de la Biblioteca Nacional de Francia

De viaje por el otro Mundo: una buena parte de las descripciones del Infierno proviene de los llamados “viajes al Más Allá” y de las “visiones del Infierno”. Los viajes al Más Allá es uno de los géneros literarios más populares del periodo anterior al año 1000, pero cuya influencia tiene eco hasta nuestros días. En estos se describe el recorrido que el protagonista -por lo general un santo o santa- realiza por el Más Allá. El objetivo de estos es educativo: dar a conocer las recompensas y castigos a los fieles. También contienen mensajes políticos: en algunos de estos se dirigían advertencias a personajes de su época instándolos a mejorar sus relaciones con la Iglesia, por ejemplo la Visio Wettini compuesta en 824 por el Abate de Reichenau y dirigida al emperador franco Luis I (814-840). Este género tiene una influencia decisiva en una de las obras cumbre de la literatura universal: la Divina Comedia (principios del siglo XIV) del abogado florentino Dante Aligheri. En esta el autor relata como guiado por el poeta Virgilio recorre las diferentes estancias del Infierno, el Purgatorio y el Cielo encontrándose con diversos personajes históricos e incluso coetáneos hasta alcanzar a su amada Beatrice en el Paraíso.

Representación de la Santa Compaña

Las visiones del Infierno son también una fuente importante de conocimiento: estas las reciben santos o santas para advertir a sus contemporáneos del peligro que corren. A diferencia de los viajes al Más Allá, estas han venido produciéndose a lo largo de la historia, podemos citar Santa Catalina de Siena (1337-1380), Santa Teresa de Ávila (1515-1582) y en el siglo XX las visiones que acompañaban la aparición de la Virgen de Fátima (1917) o las de la santa polaca Santa Faustina Kowalska (1905-1938).

De Irlanda…al cielo: nuestro mundo y el de los muertos tenía contacto directo, prueba de ello son los viajes realizados por los monjes irlandeses entre los siglos V y VIII en que se lanzan por mar a la búsqueda del jardín del Edén o de la Puerta al Paraíso. Podemos citar los de San Brendan o los de San Amaro (siglo VI) que tras muchas peripecias -pasar las del mismo- supuestamente llego a las puertas del jardín donde vivía la Virgen María, ubicado en la costa norte de Galicia.

Detalle del Juicio Final de Fra Angélico (hacia 1430) donde se ve a Satán devorando un condenado, posiblemente Judas Iscariote

Artículo escrito por Luis Galan Campos, graduado en Historia.

Bibliografía

ARIES, P. (1983): Ensayos sobre la Muerte. Editorial Taurus, Barcelona.
BIDON, A. (2011): La mort au Moyen Âge. Editorial Pluriel, Francia
DA VARAZZE, J: Legenda Aurea (siglo XIII).

Para saber más

La muerte en la Edad Media (II)

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       Luis Galan Campos es graduado en Historia por la Universidad de Valencia. Actualmente cursa el Máster de Formación en el Mundo Occidental en la misma universidad. Su periodo histórico de investigación es la Edad Media (s. V – XV), contando entre sus áreas de trabajo la aristocracia occidental, la ideología de las élites, la Historia de las religiones y la construcción y establecimiento de los Estados. 

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