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El Apartheid en Sudáfrica (II)

Fragmento de un artículo publicado originalmente por mí en la web de Que Aprendemos Hoy el día 22/08/17. 

A lo largo de las siguientes entradas voy a llevar a cabo una serie de artículos sobre el régimen racista y segregacionista del Apartheid, instaurado en Sudáfrica entre 1948 y 1994. En la primera publicación abordé los antecedentes y el origen del régimen, para ahora ahondar en su historia misma en las tres siguientes, distinguiéndolas por sus tres periodos cronológicos clave: 1948-1959, 1959-1973, y 1973-1994.

En los primeros años del Apartheid en Sudáfrica se llevaron a cabo medidas bastante importantes, como la Ley de Registro Civil de la Población en 1950, donde se estableció un censo nacional en el cual se clasificaba la raza de cada uno de los sudafricanos y de donde surgió una Junta de Clasificación Racial para poder señalar mejor los casos que más estaban dudosos. En esta Junta no había ningún tipo de rigor científico, ya que las categorías raciales eran únicamente los grupos conocidos por medio de la práctica cotidiana: blancos, africanos, indios y los coloured (mestizos).

Por ello a veces lo que ocurría es que los pertenecientes a la misma familia se clasificaban de manera diferente, convirtiéndose en un rasgo permanente de la vida; si un blanco era reclasificado como un coloured debía verse obligado a trasladarse a la zona de los coloured, ir a las escuelas de esa zona y demás servicios exclusivamente para esta raza, por lo que sufriría discriminación laboral, perdida del derecho al voto y por consiguiente la ruptura de la familia, lo que en su mayoría llevaba a numerosos suicidios.

Cartel segregacionista en una playa sudafricana a finales de los años 80

Dos años más tarde, en 1952, se aprobó la Ley de Abolición de Pases y Coordinación de Documentos, donde ya se autorizaba a los que gobernaban para que controlasen cada uno de los aspectos de la vida de los africanos, además de que se reforzaba la sumisión de los obreros a los patronos. Con todo ello se quería retirar de las zonas urbanas a todos los africanos que no fueran empleados allí.

Con esta Ley también pretendían que los que se inscribían como africanos, los llamados bantúes, debían llevar un pase siempre, incluso las mujeres que con anterioridad no debían llevarlo. En el ámbito sexual, se prohibió toda mezcla de razas a partir de la Ley de Prohibición de Matrimonios Mixtos del año 1949. Y solo un año más tarde llegó la Ley de Inmoralidad, donde se prohibían las relaciones sexuales extramatrimoniales entre los blancos y los coloureds.

En el año 1952 también se llevó a cabo una ley que hacía más estricta la separación territorial, la llamada Ley Enmienda de Leyes Nativas, que establecía que los africanos únicamente tenían derecho a vivir en las zonas urbanas si habían nacido allí, si llevaban viviendo en ellas un mínimo de 15 años, o si habían trabajado 10 años para el mismo patrón,. Dos años antes, en 1950, la Ley de Zonas de Grupos concedió el derecho a las autoridades para expulsar a los coloureds o indios que estaban residiendo en zonas blancas o cerca de ellas, y a obligarles para que se instalasen en sus zonas de grupo, desembocando en un sufrimiento continuo.

Escaleras diferenciadas para los blancos y los negros

Por otro lado estaba el problema de los distritos segregados africanos que el Partido Nacional quería eliminar  porque se encontraban muy cerca de esas zonas blancas. Esto lo solucionaron gracias a la Ley de Reasentamiento Nativo del año 1956, donde se permitía a las autoridades abolir los derechos de propiedad que existían y poder trasladar a todos los africanos.

Estas políticas de segregación racial en las zonas urbanas llegaron a su culmen en 1953 con la Ley de Reserva de Servicios Separados, donde se pedía que todos los lugares utilizados por personas de razas diferentes estuvieran totalmente separados, incluyendo los lavabos, entradas, mostradores, etc. En el año 1957 ocurrió esta misma separación en las entidades culturales, parques, etc., apareciendo los carteles que decían “sólo blancos” o “no blancos” que estaban colgados de todos los lugares posibles en todas las poblaciones.

Otra ley que será totalmente negativa para el futuro del país fue la Ley de Educación de los Bantúes del año 1953, donde se prohibía a los africanos tener una educación si estaban al servicio de los blancos en los territorios blancos. Esta ley provocó que la educación de los africanos no fuese una responsabilidad del Departamento de Educación sino que lo fuese del Departamento de Asuntos Nativos. Por ello, todas las escuelas negras, incluso las de los misioneros, únicamente podían trasmitir conocimientos que entraban dentro del programa aprobado por el gobierno, el cual puntualizaba los oficios humildes y la lengua afrikáner. De hecho, el principal propósito de este sistema era preparar desde temprana edad a los africanos para que aceptaran su rol de subordinación frente a los blancos.

Fotografía de Daniel François Malan, el máximo exponente del Apartheid

Fragmento de un artículo publicado originalmente por mí en la web de Que Aprendemos Hoy el día 22/08/17. 

Bibliografía

BISSIO, B. (1977): “Sudáfrica: la crisis del apartheid”. Nueva Sociedad, nº 31/32.

JOHNSON, R. W. (2005): Historia de Sudáfrica: el primer hombre, la última nación. Barcelona, Debate.

MOERDIJK, D. (1982): Antidesarrollo Suráfrica y sus bantustanes. Barcelona, Serbal/UNESCO.

ROSS, R. (2006): Historia de Sudáfrica. Madrid, Akal.

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