El neolítico occidental, también llamado neolítico final o reciente, abarca en el mediterráneo desde la mitad del quinto milenio hasta la segunda mitad del cuarto milenio antes de Cristo.
En el caso de la Península Ibérica, nos encontramos con la Cultura de las fosas catalana, la Cultura de Almería, y la Cultura de fosos. En el ámbito europeo internacional, tenemos las culturas de Windmill Hill, la de Cerámica de Bandas, la de Chassey, la de Cortaillod, la de Lagozza, Tiszapolgar, o Dimini. Vayamos por partes.
EL NEOLÍTICO EN TORNO AL LEVANTE ESPAÑOL: EPICARDIAL
Desde la zona de Levante se produce una expansión hacia el interior. Tanto en la zona del estrecho, en el sureste, y zona de Castellón existen áreas donde las poblaciones mesolíticas desarrollaron estrategias propias de captación de recursos, que, sin ganadería ni agricultura, permiten garantizar la supervivencia a largo y medio plazo.
Aquí destacamos una producción lítica de corte, y microlitos, una producción cerámica de decoración «horror vacui», es decir, muy decorada, y una producción ósea y de elementos de adorno muy importante. Hay una explotación de los recursos de los bosques, como se puede comprobar por los restos de semilla, madera de hogares, cestería y manifestaciones rupestres.
EL NEOLÍTICO EN EL SUR DE LA PENÍNSULA IBÉRICA
Tenemos que la zona de análisis corresponde con el sureste peninsular, la parte más oriental de Andalucía. Aquí encontramos hachas para las faenas agrícolas, útiles para el trabajo de las pieles, diversos textiles y para la producción cerámica.
Encontramos las primeras evidencias de cestería, lo cual es una muestra de la alta capacidad de almacenamiento de esta época. Es un neolítico donde se consolida la revolución de los productos secundarios, y las diferencias sociales y económicas. A nivel agrícola, encontramos una producción de gramíneas y leguminosas muy desarrollada, con gran relevancia de la bellota. Es un momento en el que la producción textil alcanza su pleno desarrollo, con todo un bagaje de productos.
NEOLÍTICO FINAL EN LOS PAÍSES NÓRDICOS
En el caso de la Europa nórdica, nos encontramos con un retraso en el desarrollo cronológico. Cuando Europa comienza el neolítico, aquí comienza un desarrollo sólido que no requiere estrategias de supervivencia nueva, por lo que no se desarrolla el neolítico.
Es solo a partir del 5000 a.C cuando nos encontramos el proceso de neolitización, por ser las mayores zonas de áreas marginales, por su complicado clima, por su predominio del mundo lacustre, y por sus suelos poco aptos para el desarrollo agrícola. Los habitantes de los países nórdicos siempre han sido buenos pescadores, navegantes y explotadores de la madera.
El otro desface cronológico lo encontramos en las fases siguientes. Mientras en Europa tenemos el desarrollo de las distintas fases y complejos culturales de la Edad del Cobre, aquí tenemos el neolítico todavía. Incluso en épocas romanas, tienen un desarrollo totalmente independiente y diacrónico.
NEOLÍTICO FINAL EN ITALIA Y SICILIA: CULTURA DE LAGOZZA Y DIANA
En el caso de Lagozza encontramos una realidad en parte igual. Es un mundo lacustre, de hábitat en palafitos, y donde la economía es mucho más rica y variada que en los países nórdicos. Cuentan con una práctica agrícola desarrollada, con una acusada tradición anterior mesolítica, donde se incorpora la cerámica volumétrica de excedentes alimentarios. En la zona de Sicilia tenemos la cultura de Diana, con una economía agropecuaria donde los bóvidos tienen un papel importante.
NEOLÍTICO FINAL EN TORNO A LOS ALPES SUIZOS Y AUSTRÍACOS: CULTURA DE CORTALLOID
En los Alpes franceses, encontramos una cultura similar a Lagozza, la cultura de Cortalloid. Si por algo es famoso este complejo cultural, aparte de por sus viviendas en palafito, es porque aquí se halla un individuo, Ötzi, que generó una rocambolesca historia. Se lo encuentra un matrimonio austriaco de viaje por los Andes austríacos.
Es un individuo cuyo material pertenecería al neolítico final austríaco, con todo un utillaje que va desde la vestimenta hasta las puntas de flecha, a partir del cual se ha podido determinar todo tipo de datos acerca de él, desde la fecha de muerte hasta su dieta.
NEOLÍTICO FINAL EN FRANCIA MERIDIONAL: CULTURA DE CHASSEY
En la zona de Chassey, en la Francia central y meridional, encontramos una cerámica de morfometría de formas compuestas y un tipo de decoración particular, la grafitada. Es un periodo marcado por un tipo de poblado de llanura, con la presencia de sistemas de fortificación hechos con empalizadas de madera, que se dificultan con fosos. El sistema de enterramiento en este neolítico final es de carácter individual, y un ajuar de elementos de adorno o cerámica, y que convive con los ritos funerarios del mundo megalítico.
