INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA ANTIGUA
Y se acabó la prehistoria y protohistoria… ¿ya era hora, no? Llevaba más de seis meses hablando de la misma. Hay un importante cambio de aires a partir de ahora en mi blog. A partir del viernes, me dedicaré a escribir entradas detallando, con el mismo nivel de calidad y rigor que con la Historia ágrafa y protohistórica, la Historia de la que es para mí la civilización más importante de la Edad Antigua: el Antiguo Egipto. Cierto es que la Historia Antigua y la protohistoria se solapan en muchos momentos, pero siempre aclararé cuando estamos en una y cuando estamos en otra. Pero no podía a desgranaros la Historia Antigua de la Humanidad sin hablaros antes de uno de los recursos más absolutamente imprescindibles de los que dispone un historiador para el estudio de la Historia de la Humanidad, y son las fuentes de conocimiento. Sin esas fuentes de conocimiento, no sabríamos nada de nada de nuestro pasado, sería como si viviéramos día a día, sin saber lo que pasó ayer, y sin poder intuir lo que pasará mañana. ¿Pero qué son realmente estas fuentes de conocimiento? Vamos a verlo.
DEFINICIÓN DE FUENTES DE CONOCIMIENTO
Cualquier actividad llevada a cabo por las sociedades humanas de todas las épocas de la Historia dejan algún tipo de rastro más o menos permanente que puede convertirse en una fuente de conocimiento en potencia para las sociedades humanas futuras. Es decir, una fuente de conocimiento es cualquier tipo de cosa hecha por la Humanidad y que pueda ser estudiada por nosotros mismos en un futuro como base para entender cómo éramos en el pasado. Es la disponibilidad de las distintas fuentes de la Historia lo que permite enfocar las investigaciones hacia un lado u otro. De las circunstancias en que se han conservado a lo largo del tiempo podemos deducir el tipo de información. Ahora, ya que vamos a enfocarnos a partir de ahora en la Historia Antigua, voy a hablar de algunos de los tipos de fuentes de conocimiento que existen orientadas al estudio de la Historia Antigua.
LAS FUENTES BASADAS EN TEXTOS
Los textos de la Antigüedad que hoy conocemos se conservaron gracias a la labor de las transcripciones de miles de monjes medievales, sobre todo en los siglos centrales de la Edad Media. Tenemos que esperar al momento en que se inventa la imprenta (siglo XV), para ver como se comienza a difundir estos textos mucho más masivamente. La labor del historiador con estas fuentes en el ámbito de la Historia Antigua se compagina con la de los filólogos históricos, ya que son normalmente los filólogos quienes tienen que traducir estos textos, que están escritos en griego antiguo, latín, o una enorme diversidad de lenguas del Próximo Oriente.
1) Dramaturgia griega:
Se conserva un bajo porcentaje de la producción escrita dramática griega. Estas piezas dramáticas se representaban durante las fiestas de Dionisios mediante un concurso público. Si no se ha conservado el texto de estas obras es porque no se escribían, es decir, que los actores que las representaban se las aprendían y la representaban en el escenario y ya está, no pasaban a formato escrito. Las pocas obras dramáticas griegas escritas son por su autor, ya que se trata de grandes escritores que decidieron escribirlas debido al éxito que habían cosechado con ellas. Por ejemplo, las comedias de Aristófanes son de las pocas que se conservan en las que se critica la situación social de la época.
2) Biografía griega y romana:
En torno al siglo IV a.C., muchos de los escritores griegos se empiezan a centrar en el género de las biografías, centrándose en personajes como Alejandro Magno. Esto es debido a que estos grandes personajes siempre iban acompañados de biógrafos que dejaban testimonios de las vidas de estos personajes para la posteridad. En cuanto a la Historia de Roma, se conservan sobretodo biografías de personajes que vivieron durante el Alto Imperio.
3) Oratoria romana y griega:
De Roma, el mayor volumen de textos escritos que se conserva es sobre textos de oratoria. Todos estos textos cuentan con una gran visión subjetiva, debido a la opinión subjetiva del autor con respecto a quien escribe. Hay escasez de conservación de fuentes de oratoria en la Atenas del siglo IV a.C., o en el periodo de la crisis de la república romana.
4) Novelas y textos técnicos:
Las novelas de la Antigüedad son escritos de temática dirigida hacia temas blandos como temas de enamorados que no encuentran el amor, es decir, que no presentan grandes problemáticas. También hay novelas de ficción basadas en grandes personajes de la Antigüedad, como Alejandro Magno, viajando a sitios fantásticos o enfrentándose a seres legendarios.
Los textos técnicos que se conservan más antiguos son tratados de caballos en Roma, fragmentos de tratados sirios sobre cómo construir y fabricar vidrio, tratados sobre arquitectura o judiciales… Como hemos visto anteriormente en los textos dramáticos griegos, aquí también muchos de los textos ténicos no se conservaban porque no se escribían, solo se transmitían oralmente. A partir de la creación de la biblioteca de Alejandría, se empieza a escribir más, para poder conservarlo allí. A partir de ese momento, se escriben tratados en griego o latín, como pueden ser los famosos tratados hipocráticos.
LAS FUENTES BASADAS EN LA ARQUEOLOGÍA
1) La epigrafía funeraria:
Junto a esas fuentes escritas, también podemos estudiar la Historia Antigua de la Humanidad a partir de las fuentes derivadas de excavaciones arqueológicas. La arqueología permite obtener nuevas fuentes de investigación, como la epigrafía, la glíptica, la numismática, la paleografía… En general, los textos epigráficos (es decir, las inscripciones funerarias) son textos breves y repetitivos, por lo que hay que encontrar grandes cantidades para poder obtener una buena información, para contrastarla y compararla con otros hallazgos, y así poder determinar unas características comunes. En el caso de los epígrafes mortuorios, lo más usual es que se pueda extraer tres tipos de datos: quien murió, cuando murió, y a veces, quién era su familia. En el caso de los cargos públicos romanos, lo más normal es que también se indique que cargo o cargos públicos tuvo en vida.
2) La glíptica:
La glíptica es el estudio de los sellos y las improntas que dejan los sellos. Pueden ser de dos tipos: cuando a la superficie se rebaja lo que está escrito se conoce como in tablio, mientras que si lo que se pone en relieve es el texto o dibujo, se llama cameo. Los sellos antiguos varían su estética, por lo que se puede saber a qué generación pertenece un sello a partir de su morfología.
3) La numismática:
La numismática es una ciencia auxiliar de la Historia que tiene gran importancia para el mundo clásico, mientras que en el próximo Oriente no es tan importante, ya que su economía funcionaba siguiendo un patrón de cálculo en el que no existía la moneda tal y como la conocemos actualmente, pero tampoco existía el trueque. Las monedas en próximo oriente se inventan solo a finales de la historia antigua en la ciudad de Lidio. Eran metales que tenían una cara con una autoridad refrendada, y el número de metal que llevaban. Atenas conoce un gran desarrollo numismático debido a una gran producción de monedas de plata. Esto hizo que su sistema de múltiplos y sub múltiplos se extendiera el Egeo. La numismática romana tenía varios múltiplos y submúltiplos, y varía según la región geográfica.
4) La paleografía:
Otra de las ciencias auxiliares de la historia antigua es la paleografía, es decir, el estudio de cómo se escribían las letras. Las letras cambian su forma de escribirlas dependiendo de la época. En Egipto se podía saber que dinastía gobernaba a partir de la forma de escribir. Se conservan más escritos paleográficos de Oriente Próximo y Egipto que del mundo clásico debido a las características paleo climáticas y geológicas del suelo.