LA CRONOLOGÍA DEL PERIODO
La cronología del periodo del Reino Medio en el Antiguo Egipto pasa por tres dinastías: parte de la dinastía XI, desde el año 2055 a.C., cuando Montuhotep II inaugura este periodo. La siguiente dinastía, la dinastía XII, abarcará del 1985 al 1773; y el tercer periodo, la dinastía XIII, cubre del 1773 hasta después del 1650 a.C.. La dinastía XII, a pesar de ser la que inaugura el periodo, también es la que representa el momento más importante a nivel político del Reino Medio. En la dinastía XIII, a pesar de que la economía, el Estado, el comercio y la literatura parecen estar normales, es un periodo con unos reyes débiles, que no demuestran contar con mucho poder. Lo que simboliza el final del periodo del Reino Medio va a ser un acontecimiento, la conquista de Memphis, la ciudad fundada por los reyes de la dinastía I, por parte de una dinastía extranjera proveniente del Delta. Esta conquista, poco después del 1650 a.C., da lugar a un desmembramiento nuevo de Egipto, y al inicio del Segundo Periodo Intermedio.
EL REINADO DE AMENEMHAT I (1985-1956 a.C.)
Después de la muerte del rey Montuhotep IV (1985 a.C.), y con él el fin de la dinastía XI, la dinastía XII es fácilmente reconocible porque los reyes siguientes solo van a variar entre dos nombres, Amenemhat y Senusret. Al final de la dinastía, tras cuatro reyes llamados Amenemhat y tres reyes llamados Senusret, llega al poder real para terminar esta dinastía una mujer reina, Sobekneferu.
En cuanto a cómo debió iniciarse la dinastía XII, y como debió llegar al poder Amenemhat I, desconocemos aun gran cantidad de datos. Sin embargo, sabemos una cosa singular: este primer rey de la dinastía XII no ocultaba de cara al público que no era de sangre real.
1. La literatura a comienzos de la dinastía XII:
Uno de los géneros literarios egipcios que se desarrolla a partir de este periodo son las lamentaciones, en el que un personaje cuenta como una situación desesperante y catastrófica fue solucionada por un rey. Las profecías de Neferti fue uno de documentos que sentó los orígenes de este género.
2. Traslado de la capital:
Desde el punto de vista político, Amenemhat I traslada de nuevo la ubicación de la capital, desde Tebas a una ciudad nueva fundada en ese momento: Amenemhat-itj-tawy. El motivo de este cambio en la capitalidad se desconoce, pero lo más probable es que se cambiara debido a que el rey no se sentía seguro viviendo en Tebas, ya que el interés económico del Egipto de ese momento miraba más hacia el norte. Por desgracia, las investigaciones arqueológicas en la actualidad no han encontrado esta ciudad, pero podríamos decir con cierto rigor que lo más probable es que se encuentre cercana a donde se encontraron las pirámides y complejos funerarios de esta dinastía egipcia.
3. La tumba de Amenemhat I:
La tumba de este rey, hecha como hemos dicho en el entorno de la nueva ciudad capital, también está formada por una pirámide. Esto lo que nos dice desde el punto de vista de la interpretación sociológica de la Historia es que esta dinastía quería recuperar las tradiciones culturales egipcias del Reino Antiguo. Esto incluso lo podemos comprobar por el hecho de que se construye con los restos de los materiales usados por la dinastía IV. Además, hay que decir que el estilo escultórico de esta tumba también recuerda a esos tiempos. Pero hay que aclarar una cosa. Aunque las pirámides de esta época son construidas con una apariencia similar a las de antaño, sí que es verdad que son mayores en tamaño, y de construcción más económica que las construidas por las dinastías V-VI.
4. La conspiración en palacio para la muerte del rey:
Si nos fiamos de las fuentes de conocimiento textuales de la época, podemos decir que la muerte del rey Amenemhat I fue un asesinato, y que se debe a una conspiración cortesana y palatina. Uno de los documentos principales en los que nos basamos para sostener esta teoría es «Las enseñanzas de Amenemhat«, un texto donde el rey narra a lectores del futuro cómo fue asesinado, al mismo tiempo que intenta enseñarle a su hijo, el futuro Senusret I, cómo debe gobernar, y todo esto con una gran carga emocional pesimista.
EL REINADO DE SENUSRET I (1956-1911 a.C.)
Una de las principales y más conocidas acciones en vida del primer rey Senusret de la dinastía XII, el hijo de Amenemhat I, fue el inicio de una política de construcción de santuarios por todo el país. Detrás de este aparente favorecimiento de la religiosidad del Estado se esconde el objetivo del establecimiento de una política de control de las tierras que administraban los sacerdotes.
El más conocido de los templos creados por esta política constructiva fue una simple capilla donde se guardaba la barca del dios Amón, que se convertirá en la divinidad protectora de esta dinastía. En esta capilla del dios Amón, las inscripciones de la pared inferior presentan las construcciones del rey y las crecidas del río. Además, dada la devoción que presentaba Senusret I por el culto a Osiris, se produjo en Egipto un florecimiento de las creencias y prácticas osirianas, es decir, vinculadas a Osiris.
LAS ESCULTURAS DE LA DINASTÍA XII
Para la dinastía XII, las esculturas son una manera de presentarse a la población, una forma de cercanía entre la realeza y la población. Por este motivo, durante está dinastía se realizan muchas expediciones a las canteras del desierto oriental para construir esculturas y estatuas. Por lo que se sabe, se extrajo una cantidad de materiales suficiente como para construir unas 150 estatuas.
La evolución artística escultórica va desde lo más anímico e indefinido, como la escultura real del propio Senusret I, al gran realismo y trabajo detallado de la escultura real de Senusret III. El hecho de que al rey se le represente con ojeras y oídos grandes simboliza que el rey se preocupaba mucho y tiene muchos desvelos en su preocupación por cuidar su pueblo. En cambio, la escultura del rey Amenemhat III se presenta rompedora e innovadora, precisamente por lo contrario, es decir, por su carácter no realista, ya que este rey se presenta como sacerdote, como esfinge, y como genio de la fecundidad.
Otra característica llamativa de las esculturas de la dinastía XII es la presencia de estatuas funerarias femeninas, como la estatua de la dama de la familia real. La realeza incorporó a las princesas como forma fundamental de la realeza. En las tumbas hay esposas y princesas, pero no hay príncipes, lo que indica que las mujeres de la familia real son importantes en el significado ideológico del poder.