¿Qué es el periodo amarniense?
Llamamos periodo amarniense o periodo de Amarna al pequeño sub periodo dentro de la Historia del periodo del Reino Nuevo en el Antiguo Egipto que abarca la mayor parte del reinado de Amenhotep IV (1352-1336 a.C.), concretamente desde su quinto año de reinado hasta el final del mismo, es decir, entre el 1347 y el 1336 a.C., y que se caracteriza principalmente por el establecimiento de la capital egipcia en una ciudad y un territorio totalmente virgen hasta el momento, y el cual recibiría el nombre de “Akhetaton”, que es conocida hoy en día como Amarna. De ahí que se llame el periodo amarniense, porque la capital estuvo durante esos once años en esta totalmente nueva ciudad, Amarna. Pero junto al faraón en estos años había una mujer de excepcional talento, Nefertiti.
Amarna, una nueva ciudad
A comienzos de su quinto año de reinado, Amenhotep IV (1352-1336 a.C.) decide tomar una medida drástica nunca antes vista: corta todos los lazos políticos que le unían con las grandes ciudades y la capital de Egipto, y las relaciones religiosas con el dios Amón para trasladar la capitalidad política y religiosa del reino a una ciudad completamente nueva en terreno virgen. Esta nueva ciudad y centro religioso estaría dedicada exclusivamente al culto de Atón, el disco solar viviente, y sus hijos.
Pero no solo pasó eso, sino que, al mismo tiempo que cambiaba la capital y las costumbres religiosas, cambió su propio nombre y pasó de llamarse Amenhotep IV a llamarse Akhenaton, que literalmente significa «Aquél que actúa efectivamente en bien de Atón» o quizá «Manifestación creativa de Atón». La nueva ciudad creada con este radical cambio, en la actualidad conocida bajo el nombre de Amarna, se llamó en principio Akhetaton, que significa «Horizonte de Atón».
En cuanto a las causas que motivaron este cambio radical, no están del todo claras, pero sí podemos suponer que fue por motivos tanto religiosos como políticos. Los motivos religiosos son evidentes: Akhenaton quería establecer el culto a esta nueva forma del dios sol en un territorio totalmente virgen que no hubiera sido anteriormente utilizado para el culto a cualquier otro dios. Sin embargo, las causas políticas que subyacen bajo esta medida son más complicadas: seguramente, en los cinco primeros años de reinado de Amenhotep IV hubo una gran oposición política y religiosa a las medidas por las que estaba apostando, como la de la creación de los templos en Karnak.
Esto conllevó consigo que gran parte de los ingresos estatales destinados a la religión se dedicaran al culto a Atón y no a Amón, lo que habría hecho que el rey se ganara el rechazo del importante colectivo social de los sacerdotes dirigentes en los templos de Tebas o la propia Karnak. Por tanto, en resumen podríamos decir que el traslado de la capitalidad a Amarna lo motivaron tanto causas políticas como económicas y religiosas.
Lo primero que tienes que saber sobre el proceso en sí de traslado del rey a la nueva ciudad y capital es que no conocemos con exactitud cuándo es la fecha concreta en que fijó su residencia en Akhetaton. Actualmente, la opinión más generalizada dice que fue al cabo de un año o dos de la fundación de la misma, es decir, entre el 1346 y el 1345 a.C. En cuanto se hizo público el anuncio de su decisión de trasladarse, se paralizaron o suspendieron todas las actividades constructivas que se estaban desarrollando en Tebas. Del mismo modo, todas las inscripciones en las que se recogiera el nombre de Amenhotep IV fueron borradas y se reemplazó este nombre por el de Akhenaton.
Nefertiti, la gran protagonista del periodo de Amarna
Contemporáneamente a los sucesos que se estaban produciendo en estos años, se produjo un cambio importante en el seno de la familia real, en el que las mujeres toman mayor protagonismo. Hasta el momento, Nefertiti tenía el título de «Gran Esposa Real» de Akhenaton, pero solo le había dado seis hijas y ningún hijo. Seguramente por este motivo, aparece una segunda esposa de Akhenaton, conocida como Kiya, a la cual se le concedió el recién creado título de «esposa muy amada del rey«, que la distinguía tanto de las demás mujeres del harén real como claramente de Nefertiti.
Sin embargo, a partir del 1340 a.C., desaparece de forma muy repentina de los monumentos, ya que su nombre fue borrado de las inscripciones y reemplazado por los de las hijas de Akhenaton. Al mismo tiempo, el magnífico ajuar funerario preparado para ella, incluido un espléndido ataúd humanoide, fue adaptado para otra persona de la familia real. No hay nada que esté confirmado, pero todo parece indicar que Kiya perdió todo lo que tenía, que cayó en desgracia.
No se sabe el motivo por lo que habría sido, pero muchos investigadores lo atribuyen a la reina Nefertiti, la cual odiaría y sentiría muchos celos hacia Kiya supuestamente por haber sido la madre del heredero varón de Akhenaton y siguiente rey, el famoso Tutankhamon. En ese hipotético caso, Nefertiti habría usado su influencia y su poder para acabar con Kiya.
La corregencia de Nefertiti
En sus dos últimos años de vida, Akhenaton se vio asistido por la corregencia de Nefertiti. la cual adoptó el nombre de Neferneferuaton, lo que hizo que la influencia política de ésta se incrementara aun más. A partir de entonces, su papel como reina consorte fue adoptado por su hija mayor, Meritaton. En cuanto a los motivos que llevaron a Akhenaton a nombrar una corregente, los desconocemos, pero tuvieron que ser importantes, ya que este tipo de medidas solo se toman en circunstancias excepcionales.
No está claro tampoco si Nefertiti sobrevivió o no a su esposo Akhenaton, que murió a comienzo del año 1336 a.C., en su 17º año de reinado. En algunas inscripciones de finales de este periodo amarniense encontramos a un efímero soberano llamado Esmenkhara, con prácticamente el mismo nombre de coronación que Nefertiti/Neferneferuaton, por lo que nos plantea muchas dudas acerca de si se trataría de otra persona o de la propia Nefertiti gobernando en solitario con otro nombre distinto. Esto no sería raro de pensar, si tenemos en cuenta que ya anteriormente la reina Hatshepsut había adoptado una identidad masculina para gobernar. En todo caso, sea o no sea Nefertiti la persona que está detrás de Esmenkhara, lo cierto es que su prematura muerte precipitó la subida al trono de Tutankhamon cuando todavía solo era un niño.
Bibliografía
SHAW, I. (2014): Historia del Antiguo Egipto. Editorial La esfera de Libros, Madrid.
AUTORES, VARIOS (2013): Egipto. National Geographic. Editorial RBA, Barcelona.