INTRODUCCIÓN A LA BAJA ÉPOCA DE EGIPTO
LA ALIANZA ASIRIO EGIPCIA
1) Origen de los caldeos:
A lo largo de las dos entradas de Historia anteriores, hemos puesto a Asiria como enemigo número uno de Egipto. Sin embargo, esto irá cambiando progresivamente a lo largo de la Dinastía XXVI (664-525 a.C.), llegando a tranformarse tanto que los asirios acaban convirtiéndose en los aliados egipcios para enfrentarse a un enemigo común: los caldeos. Para entender estos cambios, hay que saber primero quienes eran estos pueblos y porque suponían una amenaza común para asirios y egipcios. Los caldeos fueron un pueblo semítico de origen desconocido que se establecieron en la región de la baja Mesopotamia (actual sur de Irak) en el primer milenio a.C.
2) La amenaza caldea:
Al principio no eran ninguna amenaza real, ya que eran tribus y ciudades dispersas que juntas formaban pequeños estados sin la capacidad militar suficiente para intervenir en otros estados. Sin embargo, gracias a diversas alianzas matrimoniales y asimilaciones culturales, estos caldeos llegaron a hacerse con el poder real en Babilonia entre los siglos VII y VI a.C. Y aquí empieza el problema, ya que los caldeos, que van a fundar el imperio neo babilónico, se van a enfrentar contra los asirios del imperio neoasirio. Asiria ve que debe tener a Egipto como aliado si quiere enfrentarse a los caldeos, y también al creciente imperio persa. A raíz de la alianza entre egipcios y asirios encontramos la presencia de fuerzas militares egipcias operando contra los caldeos en esta región de Irak en el año 616 a.C. Por estos motivos, los caldeos se van a convertir en el principal enemigo a combatir de Egipto durante su Dinastía XXVI.
3) La caída de Asiria:
Asiria, el imperio más poderoso de Oriente Próximo durante décadas, el imperio que había conseguido expandirse hasta conquistar Egipto, se derrumba y es conquistada por el imperio neo babilónico a partir del 609 a.C. Los egipcios de Necao II, el sucesor de Psamético, tardaron bien poco en perder los territorios en los que se habían asentado en el Eúfrates gracias a sus campañas de apoyo a los asirios.
REINADOS POSTERIORES A PSAMÉTICO
1) Reinado de Necao II y Psamético II:
Tras la conquista del imperio neo asirio en el 609 a.C., los egipcios se vieron solos luchando contra los caldeos, contra quienes no tardarán en ser derrotados (batalla de Karkemish/Carquemish, 605 a.C.). Como consecuencia de esta derrota, los egipcios vuelven a sus fronteras de siempre, teniendo como frontera este la península del Sinaí. Si el reinado de Necao II (610-595 a.C.) se caracteriza sobre todo por estas derrotas y retrocesos por los caldeos, el reinado de Psamético II (595-589 a.C.) se caracteriza por una cierta recuperación, tal y como indica el hecho de que se organizara unas tímidas campañas de intervención en Palestina. También llevo a cabo una serie de relaciones diplomáticas reyes de Judá, como Zedequías, para alzarse contra los babilónicos.
2) Reinado de Apries:
El siguiente soberano egipcio, Apries (589-570 a.C.), llevó a cabo una intensa campaña contra los caldeos babilónicos. Inicialmente comenzó una operación a gran escala contra ellos, en colaboración con las ciudades fenicias y Zedequías de Judá. Tras haber sido derrotada en ésta, se llevaron a cabo una serie de campañas estratégicas dirigidas contra Chipre y Fenicia (c, 574-570 a.C.), con la ayuda de la flota egipcia, evidentemente. La campaña contra Chipre tuvo poco éxito, ya que desde el 560 a.C. pasa a ser parte del creciente imperio de los medos.
3) Reinado de Ahmose II:
El reinado de Ahmose II (570-526 a.C.) se caracteriza por ser un largo reinado en el que se dieron una serie de victorias y casualidades que favorecieron a Egipto. En primer lugar, Ahmose II fue capaz de derrotar un intento de invasión caldea de Egipto que se llevó a cabo en su cuarto año de su reinado (es decir, en el 566 a.C.). Posteriormente, los caldeos dejaron de ser un problema para Egipto, ya que tenían problemas internos en su imperio, lo que los mantuvo, por así decirlo, distraídos en sus asuntos, durante casi la mitad del reinado en Egipto de Ahmose II. No obstante, entre el 553 y 552 a.C., una expansión de los caldeos hacia el sureste acabó con buena parte de los territorios egipcios en la península del Sinaí. Aunque los caldeos eran un gran problema, desde la llegada al poder de Ciro II el Grande, la creación del imperio persa de la dinastía aqueménida va a suponer el gran problema. Como se puede ver en la imagen, ya desde sus principios el imperio persa se va a constituir como uno de los mayores imperios de la Historia de la Humanidad.
4) La liga de naciones:
Debido a la gran amenaza que suponía la inmensa expansión del imperio persa aqueménida, egipcios y caldeos olvidaron sus «pequeñas diferencias» y crearon una gran alianza de naciones junto con Lidia y Esparta, para luchar contra éstos. Sin embargo, esta alianza de poco les serviría, ya que Ciro II consiguió conquistar y destruir Lidia en el año 546 a.C., y consiguió apoderarse de todo el territorio caldeo de Babilonia poco tiempo después, en el 538 a.C. Como es evidente, esto dejó a Ahmose II sin grandes aliados en Oriente Próximo, por lo que se empezaron a buscar el establecimiento de buenas relaciones con los Estados griegos, con la intención de fortalecerse contra el inminente ataque. Afortunadamente para él, murió en el 526 a.C., dejando a su hijo, Psamtek III (526-525 a.C.), todo el marrón de enfrentarse a la inevitable invasión aqueménida.