Introducción
Vamos a situarnos brevemente en el contexto de la Baja Mesopotamia antes de la llegada de Hammurabi. En el último tercio del siglo XIX a.C., la Baja Mesopotamia aun era una región dividida en varios reinos, de los cuales los más importantes eran Babilonia, Isin, Larsa y Uruk, siendo los más pequeños los más inestables (Der, Kazallu, Malgum, etc). En esta tercera y última entrada sobre la Babilonia de los tiempos de la dinastía Hammurabi vamos a ver cómo se desintegró el Imperio Babilónico cuando él ya no estuvo para mantenerlo unificado.
El Imperio Babilónico y sus rebeliones
Como ya he indicado en las anteriores entradas, ni Larsa ni Eshnunna aceptaron por las buenas y con resignación la pérdida de su independencia para pasar a ser subordinadas al rey de Babilonia. De modo que no es extraño saber que desde el reinado de Samsu-iluna, el primer sucesor de Hammurabi, Babilonia y su imperio tuvieran que hacer frente con todas sus fuerzas a las rebeliones de ambas ciudades.
Estas rebeliones se reflejaron en la proclamación en Larsa del rey Rim-Sin II, nieto de Rim-Sin I; y en el intento de independencia de Eshnunna llevado a cabo por un tal Iluni, que en teoría aparecía en la documentación como gobernador de la ciudad subordinado a Babilonia. Samsu-iluna pudo finalmente acabar con ambas rebeliones, capturando y ejecutando al rebelde de de Eshnunna y sofocando de raíz la rebelión de Larsa. Sin embargo, eso no le sirvió de mucho, ya que se tradujo en nuevas rebeliones, de las cuales la más importante fue la rebelión de Iluma-ilum en el País del Mar (es decir, el extremo sur de Mesopotamia, pegado al norte del Golfo Pérsico).
La rebelión de Iluma-ilum en el País del Mar hizo que el extremo sur de Mesopotamia se mantuviera independiente, cortando a Babilonia el acceso al mar. Además, en los montes Zagros surge una nueva amenaza: durante el noveno año de Samsu-iluna de Babilonia se produjo una victoria militar sobre el ejército de los casitas, un pueblo montañés que estaba empezando a presionar el valle, y que, si conocéis la Historia posterior de Mesopotamia, acabarán conquistando y fundando su propia dinastía en Babilonia.
Si eso pasaba en el sur, en el noroeste Samsu-iluna trató de mantener sin éxito el control sobre el curso medio del río Eúfrates (la zona antes ocupada por el reino de Mari). A nivel general, otros acontecimientos militares del reinado del sucesor de Hammurabi son: sus actividades militares en el país de Amurru en el año 26 y 36 de su reinado, o los conflictos contra la ciudad de Saggaratum desde el año 28 al 33 de su reinado.
Gracias a las fuentes de conocimiento de las que disponemos en la actualidad, sabemos que Samsu-iluna de Babilonia alardeaba de haber superado con gran éxito una rebelión en la ciudad de Isin y en las fortalezas del valle del río Diyala. También presumía de haber trabajado en la construcción de las murallas de las ciudades de Ur, Sippar y Kish, de haber reconstruido las fortalezas de Eshnunna una vez que sofocó su rebelión, y de haber creado una línea de fortalezas al sur de Babilonia. Además, cabe destacar que Samsu-iluna de Babilonia también llevó a cabo otras obras públicas no defensivas, como el acondicionamiento de los márgenes del río Tigris, Eúfrates y Diyala, además de proseguir los trabajos de ordenación hidráulica a gran escala iniciados por su padre, Hammurabi.
El Imperio Babilónico tras Samsu-iluna
Después del largo y emprendedor reinado de Samsu-iluna de Babilonia, llegan al poder Abi-eshukh, Ammi-ditana y Ammi-saduqa. Durante los años de estos tres reinados, las noticias que tenemos de actividades militares escasean bastante. Por ejemplo, sabemos que Abi-eshukh todavía luchó contra el País del Mar, estabilizándose la situación cuando los reyes babilonios dejaron de luchar por falta de las fuerzas necesarias para reconquistar esta zona. De momento que ya vemos cómo Babilonia ya solo queda restringida al centro-norte de la Baja Mesopotamia, ya que al sur encontramos el País del Mar y al norte de Babilonia encontramos el reino de Asiria.
En cuanto al reinado de Ammi-saduqa, uno de los aspectos más interesantes es el famoso edicto que lleva su nombre, en la cual se hace referencia a la organización administrativa de su reinado, nombrando los distritos de Numkhia, Larsa, Eshnunna, Isin. Uruk, Kisurra y Malgum. En cuanto al País del Mar, se cree que la capital del País del Mar debió ser Ur, pero no se sabe con certeza ya que esta ciudad apenas aparece en la documentación de la época.
El golpe de gracia del Imperio Babilónico
Mientras todo esto sucede en la Baja Mesopotamia y alrededores cercano, más al norte también tenían lugar importantes acontecimientos. Los reyes hititas de la península de Anatolia (la actual Turquía) atacaron y acabaron destruyendo la ciudad de Yamkhad, mencionada no hace mucho en este blog. La expedición militar que llevó a cabo el rey hitita Murshili contra la Babilonia de Samsu-ditana, último rey de la dinastía de Hammurabi, también es un acontecimiento importante para ambas potencias, y solo se puede explicar gracias a los aliados que consiguió este rey hitita.
No sabemos cómo fue la invasión y la toma del poder de los casitas en Babilonia, pero creemos que lo más probable es que fuera mediante un violento golpe de Estado de carácter militar. El principal problema que tenemos para conocer los orígenes y el inicio de la dinastía casita en Babilonia es que no conocemos el nombre del primer rey que, aprovechando la debilidad babilónica tras la incursión hitita, consiguió subir al trono de Babilonia y acabar definitivamente con todo lo creado por Hammurabi.
Bibliografía
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LIVERANI, M. (2014): El antiguo Oriente. Historia, sociedad, economía. Crítica, Barcelona.
SANMARTÍN, J.; SERRANO, J.M. (1998): Historia antigua del Próximo Oriente. Mesopotamia y Egipto. Akal, Madrid.
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