¿Quiénes fueron los fenicios?
Con el nombre de fenicios llamamos a los habitantes de la costa entre Siria y el Líbano, que hablaban lengua semítica noroccidental, y que, sobre todo a partir del 1200 a.C., se extendieron por todos los territorios del Mar Mediterráneo hasta más allá de la Península Ibérica. Lo primero que tienes que saber es que los fenicios no se llamaban a sí mismos así, sino que usaban el gentilicio de la ciudad de la que eran originarios. De este modo, los habitantes de Tiro eran los tirios, los de Sidón eran los sidonios, etc.
El nombre por el que los conocemos actualmente, fenicios, procede del griego «phoinikes» en plural y «phoinix» en singular, que significaría «rojo púrpura», aunque contemporáneamente se les conocía a nivel local como cananeos o sidonios. Espero que esta entrada os guste y que cumpla con su objetivo de ser una breve introducción al apasionante mundo de los fenicios.
El mundo de los fenicios
No es extraño que no exista una autodesignación específica y oficial para los fenicios, ya que éstos nunca estuvieron unidos políticamente hablando. Cada una de las ciudades era el centro de un pequeño reino autónomo contextualizado en Fenicia, una larga franja de tierra entre las montañas y el mar. En este territorio podemos encontrar planicies costeras, montes que llegan casi hasta el mar, colinas y llanuras… Las principales ciudades eran Arwad, Biblos, Sidón y Tiro, y con menos importancia otras como Siannu, Usnu, Sumura, Arqa, Beirut, Sarepta, Ushu o Acco.
En la Edad del Hierro, las montañas estaban cubiertas de bosques o por lo menos matorrales casi en su totalidad, de ahí la famosa madera de los cedros del Líbano. En las llanuras y colinas litorales había cultivos intensivos de olivares, viñas, frutales y huertas que complementaban el cultivo básico de cereales. Por otra parte, la población debía ser bastante densa, repartida en todas las aldeas y las ciudades, grandes capitales políticas y económicas donde residían las dinastías locales.
Singularidades de los fenicios
Aunque la Historia fenicia comienza en torno al 1200 a.C., eso no quiere decir que en ese momento llegaran a la región, ya que sabemos que los fenicios de la Edad del Hierro eran los descendientes directos de los habitantes de la misma zona durante la Edad del Bronce. Sin embargo, si bien es verdad que en la Edad del Bronce formaban un conjunto cohesionado con las ciudades siropalestinas, ahora en el 1200 a.C. culmina un proceso de distinción que separa a los fenicios de los otros pueblos del mismo área (como los neohititas, los arameos, los israelitas, los filisteos, etc.). Esta distinción se produce porque los demás pueblos van a crear una nuevo clima cultural y nuevas formas de organización política (tal y como hemos visto en las entradas de Israel), mientras que los fenicios permanecen como los continuadores directos de la cultura cananea de la Edad del Bronce Final.
Todos estos cambios del 1200 a.C. se acentúan con la llegada de los «pueblos del mar«, que acaban con el consolidado sistema de los imperios regionales. Ahora, las ciudades fenicias han recobrado una independencia a la que hace mucho tiempo que ya no están acostumbradas. Ciudades destruidas por los «pueblos del mar», como Ugarit, no se convirtieron en ciudades fenicias, lo que no pasó con las ciudades situadas entre Arwad y el promontorio del monte Carmelo al no sufrir daños.
Fuentes de conocimiento
Las fuentes que tenemos acerca de los primeros momentos de la Historia de los fenicios (siglos XII-X a.C.) proceden de fuentes muy dispares, aunque podemos calificar a la egipcia como la visión más completa. Estas fuentes egipcias se basan en el relato del egipcio Wen-Amun, que va a la corte del rey Zakar-Baal de Biblos para conseguir madera de cedro. Por parte egipcia se proclama que el Líbano es súbdito del dios Amón, pero el rey de Biblos sólo está interesado en una relación comercial pragmática, ya que Biblos ya no está sometida a Egipto, aunque siga siendo una zona comercial privilegiada. Por otra parte, una serie de inscripciones de reyes locales revelan la nueva imagen de la monarquía, encontrándose algunas de ellas en monumentos faraónicos.
También tenemos noticias de las ciudades sureñas desde tiempos del rey asirio Tiglat-pileser I (en torno al 1100 a.C.), que se habría dirigido a Arwad en busca de madera. El antiguo predominio de la ciudad de Sidón, del que existen algunos indicios, acaba problablemente hacia el año 1000 a.C. en beneficio de la ciudad de Tiro, cuyas noticias se remontan al Antiguo Testamento. Según esta fuente de conocimiento bíblica, el rey Hiram se se habría relacionado primero con el rey David y luego con Salomón proporcionándoles madera y mano de obra especializada para la construcción del templo a cambio de poder ejercer el comercio en el mar Rojo.
En los primeros siglos del I milenio a.C. las fuentes de conocimiento contemporáneas sobre las ciudades fenicias escasean, y casi no hay fuentes locales. Para el caso de la ciudad de Tiro, por ejemplo, tenemos extractos de los anales de la ciudad, pero sólo aparecen nombres de reyes que ni siquiera son muy fiables ya que coinciden con los del Antiguo Testamento. A pesar de todo, esta fuente bíblica proporciona más detalles sobre el emparentamiento entre el rey de Tiro Itto-Baal y la casa real de Samaria, así como sobre la influencia comercial, cultural y religiosa de Tiro sobre el reino de Israel. Si queremos saber más sobre otras ciudades, las fuentes proceden sobre todo de Asiria, y se refieren a las relaciones con este país, no a los acontecimientos locales fenicios.
Bibliografía
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