Artículo sobre la ilustración en España originalmente publicado por mí el 24/06/2015 en la web de QueAprendemosHoy. Puedes acceder a la versión original del mismo a través de este enlace.
Introducción
Hay muchas características generales de la Ilustración que son aplicables al caso español. Cabe definirla como un periodo, el siglo XVIII “de las Luces”, o como una corriente de pensamiento que coincide grosso modo con este siglo. Es un siglo en el que hubo una cierta laicización del pensamiento también en España, señalando dos raíces: el racionalismo y el empirismo. Se ha de destacar la creencia en el progreso, frente a una idea de la Historia más o menos cíclica. Ahora hay una concepción lineal de la Historia, una línea progresiva que tiende a pensar que todo en el futuro será mejor. El progreso que experimentará la Humanidad es a nivel económico, social, político, cultural y moral.
Etapas de la Ilustración en España
No se puede decir que la Ilustración española sea algo solo de la segunda mitad del siglo XVIII, como proponían los historiadores tradicionales, que decían que llegaba con el reinado de Carlos III. Tampoco hay que sobrestimar el papel que tuvo el cambio hacia la dinastía de los Borbones, porque desde antes ya había antecedentes, durante el reinado de Carlos II. Hay cuatro grandes etapas en la Ilustración española: los novatores (últimas décadas del s. XVII y primeras del s. XVIII); los críticos y eruditos (de 1715/25 a 1759); la etapa de plenitud reformadora, coincidente con el reinado de Carlos III; y una fase en la que se encuentra bajo el efecto de la revolución francesa.
La Ilustración en España: el papel de los novatores
El término novatores es un término de la época, de principios del siglo XVIII y utilizado en forma despectiva y burlona por los enemigos de estos nuevos métodos o nuevas actitudes intelectuales. Este periodo de finales del siglo XVII se considera como una etapa proto ilustrada, en el que se producen diversas manifestaciones de interés por temáticas propias de la Ilustración (como es el caso de la“Carta filosófico-médico-química” de Juan de Cabriada, 1687). Hay un debate acerca de si fiarse de los antiguos o de los modernos médicos, seguir recurriendo a los recursos y remedios de siempre o hacer caso a estos nuevos científicos y su llamamiento a las pruebas empíricas y los experimentos.
El movimiento de los novatores tiene su mayor desarrollo en la periferia de la Península Ibérica, no en el interior, debido al dinamismo económico de las periferias en contraposición al arcaísmo del interior. Por esto nos encontramos novatores en Sevilla, Barcelona, Zaragoza o Valencia. Entre los novatores destaca también Narcis Feliu de la Penya, un catalán con varias obras, como “Fenix de Cataluña“. En esta obra se habla acerca del renacimiento económico que estaría viviendo Cataluña en la segunda mitad del siglo XVIII con la recuperación del mercado americano, la creación de compañías comerciales privilegiadas, la recuperación de posesiones españolas…
La Ilustración en España: los críticos eruditos
Esta es una etapa que viene a extenderse convencionalmente desde el final de la Guerra de Sucesión hasta el inicio del reinado de Carlos III. Tiene dos grandes figuras destacadas: Benito Jerónimo Feijoo, un monje benedictino gallego; y Gregorio Mayans, un valenciano. En general, hay un pensamiento conservador que se mantiene durante todo el siglo, sobre todo en materia inquisitorial contra los judíos conversos, por lo que surge la crítica.
Feijoo es el mejor ejemplo de esta clase de eruditos que acumulan saber, apareciendo en la década de los años 20. Lleva a cabo en su obra “Teatro crítico universal o discursos varios” una crítica a las supersticiones populares, intentando sacar del error y el engaño a los sectores populares, con un carácter como de revista divulgativa francesa. A pesar de sus opositores, fue una persona bien vista por el poder político, llegando Fernando VI a decretar por ley que estaba prohibido criticar la obra de Feijoo, el cual es crítico pero nunca se sale de la ortodoxia religiosa.
Gregorio Mayans es un intelectual de mayor formación humanística y católico. Hace una serie de afirmaciones de carácter histórico, hablando de una serie de tradiciones y leyendas que él cree que son falsas desde el punto de vista histórico, por lo que choca con el poder religioso y político. Algunas de estas afirmaciones son negar la aparición de la virgen del Pilar y negar la venida del Apóstol Santiago. Mayans, al contrario de Feijoo, no era un personaje bien visto por la política, lo cual hizo que fuera marginado y no contara con la aceptación de Feijoo. Una vez que lo expulsan de sus puestos, acabará muriendo en su pueblo natal, donde desarrollará una interesante labor pero mucho menos relevante. Por tanto, para concluir resumiendo podríamos decir que la obra de Mayans es contra los falsos intelectuales, y la de Feijoo contra las clases populares.
Artículo originalmente publicado por mí el 24/06/2015 en la web de QueAprendemosHoy. Puedes acceder a la versión original del mismo a través de este enlace.