Crítica a Euterpe, el Libro II de las Historias
A raíz de la última crítica literaria que hice sobre la obra «Ébano» se me ocurrió que por la sección de críticas literarias no debían pasar solamente las novelas históricas, ya que la historiografía, una parte muy importante de la Historia y del trabajo de un historiador, está poco presente en este blog. Es por eso que a partir de ahora he pensado que la sección pueda ser compartida entre las mejores novelas históricas y las mejores obras de la Historiografía universal. Y puestos a hablar de historiografía y de obras trascendentales de historiadores, como no podía ser de otra manera voy a empezar por comentar uno de los libros, el libro II «Euterpe», de mi propio antepasado de la Grecia Antigua, Herodoto de Halicarnaso.
El Libro II «Euterpe», perteneciente a los Nueve Libros de la Historia de Herodoto de Halicarnaso, aborda de manera detallada la visión del autor sobre la geografía, etnografía e Historia de Egipto, abarcando desde los tiempos más remotos hasta la época contemporánea al autor. En relación a la obra en sí, hay que decir que no se sabe la fecha exacta en la que vio la luz, pero se calcula que fue en torno a sus últimos años de vida, correspondiendo la versión leída en esta ocasión a la editorial Gredos, y con la traducción y notas de C. Schrader. La información que tenemos sobre la vida de su autor, Herodoto (Halicarnaso, 484 a.C. – 425 a.C., aproximadamente), es muy escasa, y se reduce a un par de fuentes antiguas y una contemporánea, como el artículo de la Suda, un gramático romano de tiempos del emperador Adriano, una erudita romana de tiempos del emperador Nerón, o la obra publicada por Michael Grant en 1995.
La obra analizada en esta reseña se compone de cinco grandes partes, a través de las cuales Herodoto trata de abarcar lo máximo posible lo que se refiere a las tres grandes temáticas egipcias anteriormente nombradas. A su vez, cada una de esas partes está subdividida en una gran cantidad de apartados de variada extensión, ocupando algunos un par de líneas y otros una o dos páginas hasta sumar un total de 182. Siguiendo esta estructura, las cinco partes son: prolegómenos sobre Egipto (apartados 2-4), geografía de Egipto (ap. 5-34), costumbres de los egipcios (ap. 35-98), Historia antigua de Egipto basada en los relatos de sacerdotes (ap. 99-141), e Historia moderna de Egipto basada en los testimonios locales, en la evidencia de otros pueblos y en investigaciones personales de Herodoto. Cabe destacar además que esta estructura de la obra no fue establecida por el propio autor, sino que es fruto de la organización creada siglos después por un editor alejandrino, atribuyéndole a cada libro el nombre de una de las musas.
La metodología que Herodoto sigue para todo lo que ha escrito en este libro es siempre la misma, consistente en un método totalmente «revolucionario» para ese siglo V a.C.: el uso de fuentes de conocimiento conseguidas en primera persona gracias a múltiples viajes por gran parte de las zonas de las que habla. Para obtener sus fuentes de conocimiento, unas veces Herodoto recoge aquello que ha visto con sus propios ojos, otras lo que le han contado, y otras muchas el resultado de sus investigaciones y deducciones personales tras contrastar las tradiciones orales, los restos arqueológicos y monumentos, o los testimonios directos de los sacerdotes y estudiosos de los lugares visitados. Los protagonistas de la descripción histórica que hace son principalmente los reyes y sus familias, así como las intrigas, guerras y triunfos que los rodean. Además, Herodoto destaca sobre todo los monumentos construidos en los distintos reinados, los cuales van complementando la detallada descripción geográfica que se da al comienzo de este libro II. Si bien es cierto que no es un autor neutral, ya que una carga helenizante impregna su relato, constituye una de las fuentes de conocimiento más importantes para conocer el mundo antiguo.
Cabe decir que esta obra maestra de Herodoto se encuentra todavía en plena vigencia a pesar de que hayan pasado más de 2400 años desde su creación, como refleja el hecho de que aun sea uno de los libros imprescindibles de leer en carreras universitarias relacionadas con la Historia o la filología. Herodoto es un autor cuya influencia ya fue reconocida en su tiempo, a pesar de las críticas iniciales, y que en la actualidad es conocido como uno de los primeros «historiadores» del mundo, de ahí que se le conozca como el «padre de la Historia». Asimismo, los nueve libros que componen sus «Historias» son unas fuentes de conocimiento de vital importancia que nos ayudan a comprender la concepción que se tenía en la Antigüedad del mundo y de las principales civilizaciones que lo habitaban.