Esparta era todo lo contrario a Atenas. Una monarquía esclavista, clasista y militarizada; Atenas, más tolerante, con una democracia bastante imperfecta, pero que permitía el ascenso y la movilidad social, lo que se traducía en un gran desarrollo cultural. Para los que creen que Grecia pudo haber sido una gran potencia imperial al haberse unido y hacerse más poderosa, es algo que se puede considerar imposible. Las diferencias de las dos grandes potencias griegas, no sólo eran políticas, sino que se deben a dos razas, los dorios, por una parte y los aqueos, más libertarios.
Ese conflicto permanece hasta nuestros días. Los conservadores de la derecha y los demócratas más a la izquierda, existen en la gran mayoría de los países. Es inherente a la especie humana.

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