Fragmento de un artículo («El ostracismo: la evolución de una reforma ateniense») publicado por Gerard Maldonado García en la web de Akrópolis el 04/04/2016. Puedes acceder al artículo completo a través de este enlace.
Introducción
Como muchas otras palabras que utilizamos para denominar doctrinas o sistemas, el término ostracismo proviene de un vocablo griego. La palabra original es óstrakon, es decir, ”fragmento de cerámica”, que era el objeto utilizado para esta práctica tan curiosa.
Para empezar, hay que mencionar que el ostracismo no se puede entender sin la personalidad de Clístenes de Atenas. Fue un prolífico legislador ateniense que consiguió llevar a la ciudad del Ática hacia la democracia. Esta democracia no es como la conocemos hoy en día. Aun así era un avance muy significativo del pueblo ateniense respecto al resto de póleis griegas. Éstas estaban aferradas al tradicionalismo que suponían los gobiernos de las clases aristocráticas, que hacían y deshacían a su antojo los aspectos de la vida política de su ciudad.
¿Quién creó el ostracismo?
Clístenes, según se refiere Aristóteles en su “Constitución de los Atenienses”, fue el promulgador y creador de este sistema. Además, creó muchas otras reformas en el sistema político ateniense durante su arcontado, en el año 508 a. C. Estos cambios destacan en importancia, y seguramente fueron posibles gracias a los avances anteriores. Varias décadas atrás las había impulsado otro gran legislador: Solón de Atenas. Igualmente hay que añadir que, sin duda, la aparición de las tiranías en la ciudad durante gran parte del siglo VI a. C. —después de Solón y antes de Clístenes— fueron sucesos que favorecieron los cambios de éste último.
¿Qué es el ostracismo?
Dejando de lado las obras de Solón y Clístenes, vamos a adentrarnos únicamente en este juego político —que sin duda lo fue— como es el ostracismo. Esta práctica consistía en una reunión de los ciudadanos con una finalidad muy diferente al resto y muy concreta. El objetivo del ostracismo —así como Clístenes lo instauró— era desterrar a una persona durante diez años. Esta acusación se debía cernir sobre todo a importantes personalidades de la política ateniense. El principal motivo era por tener ambiciones no democráticas, como la de instaurar una tiranía como la de los Pisistrátidas.
La metodología del ostracismo
Como antes se ha mencionado, el ostracismo proviene del término óstrakon (”fragmento de cerámica”), que era donde los ciudadanos con plenos derechos de ciudadanía —se pueden excluir mujeres, esclavos y extranjeros— escribían el nombre de la persona que querían desterrar. Esta votación se realizaba a pie de un monte, en el barrio Cerámico, dónde se concentraban la mayoría de artesanos y alfareros. A partir de la sexta pritanía —término temporal a la vez que organizativo, se refiere a la suma de los 50 pritanos de entre los 500 pritanos que ejercían las funciones administrativas durante un año, divido éste en diez partes— se votaba sobre la posibilidad de realizar o no una votación por ostracismo.
Si esta votación era afirmativa, dos meses más tarde, se realizaba la definitiva votación, óstrakon en mano. Según Plutarco, para proceder al ostracismo, el quorum mínimo en la votación debía ser de 6000 votos. Para Filócoro, eran 6000 los votos necesarios para que un mismo personaje pudiera ser exiliado. Sea como fuere, el acusado condenado al ostracismo mantenía sus bienes y posesiones en el Ática para cuando volviese.
Las primeras condenas del ostracismo
Había pasado ya mucho tiempo desde la tradicional fecha de introducción del ostracismo por parte de Clístenes, hacia el 508 a.C. Dos años después de la batalla de Maratón, en 488/7 a. C., y tras el recelo de la ciudadanía por la creciente popularidad y la conocida parentela con el antiguo tirano de Atenas: Pisístrato, Hiparco, un ex arconte, fue el primer elegido para el ostracismo. Es por este motivo que Androción, un político y orador ateniense de comienzos de siglo IV a. C., atribuye la creación del ostracismo en el mismo 488 a. C., y no al legislador Alcmeónida.
En los años siguientes, el ostracismo se desató en Atenas, y entre el 487 a. C. y el 482 a. C. se sucedieron varios casos de ostracismo. Los primeros exiliados de Atenas eran simpatizantes de la tiranía, como un tal Megacles —nieto de Megacles, rival de Pisístrato— en 486 a. C. y Calíxeno en 485 a. C., ambos sobrinos de Clístenes.
La posibilidad que suponía poder desterrar a alguien por diez años había puesto en marcha una desenfrenada e incontrolable actividad del ostracismo un año tras otro. En 484 a. C. fue Jántipo, padre de Pericles, quien tuvo que salir de Atenas a causa de esta práctica política. Sin embargo, uno de los casos más conocidos de ostracismo sucedió en 482 a. C., cuando fue expulsado uno de los protagonistas de la batalla de Maratón: Arístides, hijo de Licómaco.
Bibliografía
ARISTÓTELES. Constitución de los atenienses.
FORREST. W.G, La democracia griega: trayectoria política del 800 al 400 a. C. de J.C, Guadarrama, Madrid, 1966.
MAISCH. R, POLHAMMER. F, Instituciones griegas, Editorial Labor, Barcelona, 1951.
PLUTARCO. Vidas Paralelas: Alcibíades, Arístides, Cimón, Nícias, Pericles, Temístocles.
TUCÍDIDES. Historia de la guerra del Peloponeso.
Fragmento de un artículo publicado por Gerard Maldonado García en la web de Akrópolis el 04/04/2016. Puedes acceder al artículo completo a través de este enlace.