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HISTORIAE

Crítica de «Cambio de reinas»

Fotograma de la película Cambio de Reinas

Crítica de «Cambio de reinas»

La Historia de los reyes, reinas y demás miembros de las Familias Reales europeas está repleta de anécdotas curiosas, algunas tristes y otras más siniestras. A pesar de sus diferencias, todas tienen en común al menos dos aspectos: por un lado, la mayoría de ellas son desconocidas, y no solo para el gran público, sino para muchos aficionados y profesionales de la Historia. Por otro lado, la mayoría de ellas son un interesantísimo foco de divulgación histórica, ya que a través de ella podemos aprender cómo era la estrategia política y la ideosincracia de la alta sociedad de aquella época. La película que centra hoy esta crítica de cine, «Cambio de Reinas«, dirigida por Marc Dugain y basada en la novela homónima de Chantal Thomas, cumple ambos criterios.

Sin embargo, cuando uno ve una película histórica para después escribir una crítica puede hacerla desde dos puntos de vista, el de cinéfilo y el de historiador. Si nos centramos en la primera perspectiva, podríamos decir que estamos, sin lugar a dudas, ante una película fantástica que gustará mucho a todos los aficionados al cine europeo. Por otra parte, si la observamos con los ojos de un historiador, podría resumir mi opinión en un sencillo «correcta pero mejorable«.

Fotograma de la película Cambio de reinas
Fotograma de la película «Cambio de reinas»

Desde la perspectiva cinéfila, hay muchos aspectos elogiables en esta nueva película de Marc Dugain, la cuarta de su carrera como director y la segunda estrenada en la pantalla grande. Los más destacados de ellos se hallan en la parte técnica. Desde el otro lado de la pantalla desde el que estás leyendo esta entrada quiero dar un gran aplauso a Gilles Porte por su magnífico trabajo como director de fotografía. A lo largo de todo el largometraje podemos asistir a un gran dominio de la iluminación y los encuadres, construyendo múltiples escenas (el prólogo del pequeño Luis XV en la cama es sobresaliente) que más bien parecen cuadros de alguna exposición de pintura del s. XVIII. En otros apartados, como el vestuario o los escenarios, también se ve que hay un importante trabajo detrás. Teniendo en cuenta la enorme dificultad que supone recrear un ambiente tan fastuoso y espléndido como es Versalles, grabar en el castillo de Beloeil y el palacio de Egmont, ambos ubicados en Bélgica, me ha parecido una manera acertada de no decepcionar al espectador.

Es probable que al verla muchos puedan llegar a pensar que tiene un ritmo lento y frenado, pero éste no tiene por qué ser un aspecto negativo, sino todo lo contrario. Creo que uno de los grandes aciertos de la película es precisamente saber transmitir ese ambiente agobiante y solitario que debían sentir esos cuatro jóvenes, esa impotencia de sentirte incapaz de gestionar ni tu propia vida. Tanto el joven rey francés Luis XV y el heredero español Luis I, como las esposas Mariana Victoria de Borbón y Luisa Isabel de Orlean, son solo unos simples peones dentro de la gran partida de ajedrez disputada en el tablero europeo por la hegemonía política.

Fotograma de la película Cambio de Reinas
Fotograma de la película «Cambio de Reinas»

La perspectiva complementaria con la que podríamos observar esta película es la de profesional de la Historia. «Cambio de reinas» es una buena película y está mucho mejor ambientada que otras muchas películas de Hollywood supuestamente históricas pero que priorizan el espectáculo sobre el rigor histórico. No obstante, esto no significa que no tenga fallos. Como suele ser habitual en las películas extranjeras, la interpretación de la Historia moderna de España no se libra de los mismos manidos tópicos de siempre: la Inquisición y el carácter ultracatólico de la Corona, el atraso cultural con respecto a otros grandes centros europeos, el escaso papel de la mujer…

En primer lugar, fallan en la ambientación de la corte del rey español, al ofrecer un panorama demasiado oscuro, lúgubre y sencillo. Como nieto del rey Luis XIV de Francia, Felipe V de España mandó remodelar los palacios de la Corona al estilo francés en cuanto se consolidó en el trono, con el objetivo de intentar acercar la corte española lo más posible al esplendor francés de su abuelo.

Fotograma de la película Cambio de Reinas
Fotograma de la película «Cambio de Reinas»

En segundo lugar, la trama de la película asume la leyenda negra en torno a la Inquisición, como se ve en la escena de la comida en la que hablan de la quema en la hoguera. Al contrario de lo que siglos de leyenda negra ha difundido, España no fue ni de lejos el país europeo en el que más activamente se practicó la persecución y quema de brujas por parte de la Inquisición. A lo largo de la Edad Moderna, en toda Europa se condenó a muerte al menos a 40.000 personas acusadas de brujería, de las cuales ni el 1% eran españolas. De hecho, resulta irónico pensar que en Francia se condenó a muerte a una cifra de brujas más de diez veces superior a la española. Sin embargo, esto no quita el mérito a la parte francesa, que ha sabido captar mucho mejor ese ambiente pre revolucionario que se empezaba a respirar en Francia a mediados del siglo XVIII.

Y en último lugar, creo que esta película no ha sabido captar del todo la esencia de los personajes femeninos adultos. Especialmente me quiero referir a Isabel de Farnesio, esposa del rey Felipe V, la cual queda representada muy negativamente. En este caso es evidente que el equipo de la película no se vio el capítulo de la segunda temporada de «El ministerio del Tiempo» en el que la patrulla viaja a la corte española para conocer a estos reyes.

Cartel promocional de la película Cambio de Reinas
Cartel promocional de la película «Cambio de Reinas»

En conclusión, es muy difícil crear una buena película histórica, ya que hay muchos aspectos a tener en cuenta más allá del rigor histórico. Aun así, con todas sus grandes virtudes y defectos, «Cambio de reinas» es una película muy disfrutable que hace pasar un gran rato a los espectadores. Ojalá todas las películas históricas aprendieran de «Cambio de reinas» la lección para despertar la curiosidad y el interés, tanto de aficionados como de profesionales, por los entresijos más desconocidos de nuestra Historia, que es al fin y al cabo el objetivo de la divulgación histórica.

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