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HISTORIAE

La Operación Valkiria

Hitler muestra a Mussolini la estancia donde ha sobrevivido milagrosamente a la Operación Valkiria-min
Artículo escrito por Julio Hernández Abreu, graduado en Historia

Introducción

El 20 de julio de 1944, en plena Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945), la historia de Alemania podría haber cambiado. Desde el verano de 1943 la llamada Operación Valkiria había dejado de ser un proyecto destinado a cubrir las bajas del Ejército en el frente oriental para convertirse en un plan orientado a reprimir cualquier disturbio interno. De esta manera, el ejército de reserva podría movilizarse y tomar sus propias decisiones.

Esta modificación respondía a la idea desarrollada por una serie de militares alemanes cuyo objetivo era dar un golpe de Estado y asesinar al dictador Adolf Hitler. De este modo, los implicados informarían que una camarilla de líderes nazis conspiraba para tomar el control del país. Por un lado, las fuerzas militares arrestarían a los líderes de las SS, los ministros del Reich y los principales gobernadores y funcionarios. Por otro lado, tomarían el control de la electricidad, el agua y el gas, así como de las instalaciones de radio y comunicaciones.

Los principales ejecutores de la Operación Valkiria representados en la película Valkiria, dirigida por Bryan Singer en 2008
Los principales ejecutores del putsch representados en la película Valkiria, dirigida por Bryan Singer en 2008 (Fuente: Fotogramas)

Claus von Stauffenberg, el líder de la Operación Valkiria

El gran protagonista de la Operación Valkiria, Claus Philipp Maria Schenk, conde de Stauffenberg, nació el 15 de noviembre de 1907 en la población bávara de Jettingen. Mientras se encontraba participando en la campaña del norte de África (1940 – 1943), sus fuerzas móviles fueron atacadas por aviones enemigos. Ante esto, el conde quedó gravemente herido. En consecuencia, perdió la mano derecha, dos dedos de la izquierda y un ojo.

Debemos tener en cuenta que la actitud de Stauffenberg hacia el Führer había ido variando en función de los vaivenes de la Segunda Guerra Mundial: si bien le apoyó con las primeras campañas exitosas de Polonia y Francia, los errores cometidos en la Operación Barbarroja (1941) cambiaron su visión. Aparte, le horrorizaban las matanzas llevadas a cabo por los escuadrones de la muerte contra la población judía. Posteriormente, ya recuperado de sus heridas, se reunió en Berlín con otros compañeros: los generales Ludwig Beck —destinado a ser el nuevo jefe de Estado una vez triunfado el golpe—, Friedrich Olbricht y Henning von Tresckow.

Fotografía del coronel Claus von Stauffenberg, líder de la Operación Valkiria en Alemania
Fotografía de Claus von Stauffenberg (Fuente: Wikimedia Commons)

Contactos con el exterior

Uno de los principales problemas que surgieron a la hora de concebir la Operación Valkiria fue saber quién haría el “trabajo sucio” de eliminar a Hitler. En este sentido, era necesario encontrar a alguien con la suficiente jerarquía militar para tener un acceso directo al dictador.

Las discusiones y divisiones en el seno de los conspiradores no giraban sólo en torno a cómo derribar el sistema vigente, sino también sobre el diseño de la futura Alemania. Stauffenberg creía que los Aliados aceptarían la propuesta de paz del nuevo gobierno. Con ese objetivo redactó un documento con una serie de propuestas tales como el cese de los bombardeos sobre Alemania o la participación en la reconstrucción de Europa. Sin embargo, Londres sólo pensaba en la derrota total del Tercer Reich, sin colaboración de ningún tipo con los insurrectos.

Antecedentes a la Operación Valkiria

A finales de junio, el conde Stauffenberg se mostró firmemente decidido a realizar él mismo el atentado. Posteriormente, el 1 de julio, ascendería al rango de coronel y jefe del Estado Mayor de Friedrich Froom. Así, podría acceder más fácilmente a la Guarida del Lobo, es decir, el Cuartel General de Hitler.

Stauffenberg (izquierda), Hitler (centro) y Keitel (derecha) en una reunión en la Guarida del Lobo el 15 de julio de 1944
Stauffenberg (izquierda), Hitler (centro) y Keitel (derecha) en una reunión en la Guarida del Lobo el 15 de julio de 1944 (Fuente: Wikimedia Commons)

Durante los primeros días de este mes, Stauffenberg protagonizó diversos simulacros y tentativas de atentado. Por ejemplo, el 11 de julio acudió a la ciudad de Berchtesgaden con el artefacto explosivo pero no lo hizo explotar ante la ausencia de Heinrich Himmler en la conferencia programada.

La siguiente oportunidad llegaría el 15 de julio, en una reunión en el Cuartel General del dictador, en Rastenburg (nombre alemán dado a la ciudad polaca de Ketrzyn). De nuevo, las dudas y la falta de coordinación hicieron fracasar el intento. En esta ocasión, la primera fase de la Operación Valkiria ya había sido iniciada. Como consecuencia, el general Olbricht hubo de convencer al Alto Mando alemán de que había sido un simple simulacro. A pesar de ello, la tensión crecía día a día ante el temor de que la Gestapo destapara el complot. Por suerte para Stauffenberg, fue convocado de nuevo a la Guarida del Lobo el 20 de julio de 1944.

Estalla la bomba en la Guarida del Lobo

Stauffenberg, junto con el teniente Haeften, llegó por la mañana al Cuartel General. A continuación, entraron en una habitación con la excusa de cambiarse de camisa: el objetivo era montar las bombas. Por falta de tiempo o ante los nervios causados por la irrupción en la habitación del sargento Wener Vogel —cuya orden era avisarles de que se dieran prisa porque iba a empezar la reunión— no fue preparado el segundo artefacto. Además, Stauffenberg cometió un grave error: introdujo el primer dispositivo en su cartera y entregó el otro a su ayudante. De haberlas colocado juntas, el estallido de la primera hubiera hecho detonar también la segunda.

Reconstrucción del escenario del atentado de la Operación Valkiria
Reconstrucción del escenario del atentado (Fuente: ABC)

A las 12:37 nuestro protagonista entró en la sala, donde la reunión ya había comenzado. Logró ubicar su maletín en una posición ideal para que la explosión alcanzara de lleno a Hitler. El siguiente paso era retirarse de la estancia y escapar a Berlín. Con este fin, Stauffenberg se ausentó con la excusa de realizar una llamada.

Entretanto, el coronel Brandt movía la cartera explosiva de su lugar original, con el fin de acomodarse mejor en la mesa. A las 12:42 estalló la carga, resultando el Führer levemente herido. Además, las ventanas, abiertas, hicieron disminuir el efecto del impacto en el interior del barracón.

¿Cómo fue la Operación Valkiria?

La falta de comunicación e información inicial sobre la muerte o no del líder del Tercer Reich retrasó el inicio de la Operación Valkiria. La actividad desarrollada en el edificio Bendlerblock, centro neurálgico del golpe, comenzó por iniciativa del general Olbricht y el coronel Quirnheim, sin el permiso del general Fromm. Fromm, jefe del Ejército de Reserva, había rechazado unirse a la insurrección después de hablar telefónicamente con el mariscal del campo Wilhem Keitel, superviviente del atentado. Finalmente, fue arrestado y encerrado por esta negativa a colaborar.

Göring (con uniforme claro) y Bormann (a su izquierda) visitan la sala donde había estallado el artefacto
Göring (con uniforme claro) y Bormann (a su izquierda) visitan la sala donde había estallado el artefacto (Fuente: La Vanguardia)

Una vez iniciada la sublevación, se ordenó al comandante Otto – Ernst Remer ocupar la Casa de la Radio en Berlín, aislar la central de la Gestapo y el Departamento Central de Seguridad del Reich y tomar el Ministerio de Propaganda, reteniendo al ministro Joseph Goebbels. Ahora bien, Remer, tras recibir una llamada en el domicilio de este último por parte del propio Führer, se dio cuenta de que seguía órdenes de unos traidores. Fue un momento clave para el fracaso de la rebelión. Asimismo, el mensaje transmitido por radio de que Hitler había salido indemne del atentado generó gran nerviosismo en el Bendlerblock.

La Operación Valkiria fracasa

A continuación, comenzaron las traiciones y renuncias dentro del propio grupo de golpistas, siendo liberado Fromm. Este, sabiendo que los conspiradores le delatarían (no había participado en el complot, pero tenía conocimiento de su existencia) formó un consejo de guerra sumarísimo y ordenó el fusilamiento de los principales cabecillas la misma noche del 20 de julio.

Muerto Stauffenberg y sus estrechos colaboradores, comenzó un proceso de tortura y condena del resto de implicados. De esta manera, Roland Freisler se erigirá como el presidente del Tribunal del Pueblo encargado de juzgarles, tras haber sido expulsados previamente de las Fuerzas Armadas.

Freisler dictando sentencia condenatoria a los implicados en la conspiración
Freisler dictando sentencia condenatoria (Fuente: Wikimedia Commons)

En conclusión, el golpe de Estado de la Operación Valkiria fracasó por una combinación de factores: la supervivencia del Führer, los errores en el control de las comunicaciones y transmisiones, la falta de confianza y determinación de los hostigadores, la ausencia de apoyo popular, el juramento de fidelidad de múltiples altos mandos a su líder o la lentitud en la toma de decisiones ante el escepticismo de algunos oficiales. Después de sobrevivir a este y otros atentados previos, Adolf Hitler se suicidaría el 30 de abril de 1945 en su búnker de Berlín.

Bibliografía

HERNÁNDEZ, J. (2008). Operación Valkiria. Madrid: Nowtilus.

ORBACH, D. (2018). Las conspiraciones contra Hitler. Barcelona: TusQuets.

EVANS, R.J. (2008). El Tercer Reich en guerra. Barcelona: Península.


       Julio Hernández Abreu es graduado en Historia por la Universidad de La Laguna (2018 – 2021). Interesado en la historia militar del mundo contemporáneo y medieval, su intención es comenzar el máster en formación del profesorado dada su vocación docente y su vinculación durante años al mundo del teatro.

Resumen
La Operación Valkiria: la mayor conspiración para asesinar a Adolf Hitler
Nombre del artículo
La Operación Valkiria: la mayor conspiración para asesinar a Adolf Hitler
Descripción
La Operación Valkiria, liderada por el coronel Claus von Stauffenberg, quería asesinar a Adolf Hitler para acabar la Segunda Guerra Mundial en Alemania
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