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HISTORIAE

La batalla de Accio

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Introducción

La batalla de Accio enfrentó el 2 de septiembre del 31 a.C. a la flota capitaneada por Marco Vipsanio Agripa y Octaviano contra la armada liderada por Marco Antonio y Cleopatra en las aguas del golfo de Ambracia, en Grecia. Fue una de las contiendas navales más importantes de la historia antigua por su espectacular despliegue de fuerzas, por su singular desarrollo y por sus consecuencias para los protagonistas. Por eso, en este artículo vamos a hacer un breve resumen de la batalla de Actium para comprender hasta qué punto cambió la historia de Roma y la de Egipto.

Moneda romana acuñada en Oriente en el 36 a.C. en la que aparece por una cara Marco Antonio y por la otra Cleopatra
Moneda romana acuñada en Oriente en el 36 a.C. en la que aparece por una cara Marco Antonio y por la otra Cleopatra (Fuente: Wikimedia Commons)

La batalla de Accio en el mapa

En la costa occidental de Grecia, más concretamente en el golfo de Ambracia, también llamado golfo de Arta, se halla Accio o Actium. Es una lengua de tierra a pocos centímetros por encima del nivel del mar que se extiende hacia el norte hasta una península montañosa y de tamaño superior que se bifurca en dos franjas de tierra. Entre ellas, un estrecho de apenas 800 metros de ancho se abre paso desde el mar abierto hasta el golfo.

Sería en este entorno donde tendría lugar la batalla de Accio, que definiría el resultado de la cuarta guerra civil romana. A finales del 32 a.C., la mayoría de la flota de Marco Antonio estaba anclada en el golfo de Ambracia, esperando la llegada de Octaviano. De hecho, Marco Antonio no había actuado para impedir que su enemigo cruzara el mar Adriático y desembarcara en el Epiro.

Por aquel entonces, ambos ejércitos estaban relativamente equilibrados. Marco Antonio tenía 100.000 soldados de infantería y 12.000 jinetes, mientras que Octaviano disponía de 80.000 soldados y también unos 12.000 jinetes. En lo que se refiere a fuerzas navales, entre buque de guerra y de transporte, la armada oriental constaba de unas 460 galeras y la occidental de unas 250. Aun así, Octaviano compensaba esta inferioridad numérica gracias a unos navíos más maniobrables y con tripulaciones mucho más experimentadas.

Vista de satélite del golfo de Ambracia, lugar en el mapa de la batalla de Actium
Vista de satélite del golfo de Ambracia, lugar donde se desarrolló la batalla de Accio (Fuente: Wikimedia Commons)

Antecedentes a la batalla de Actium

El primer error de Marco Antonio antes de la batalla de Accio fue dejar que Octaviano tomara la iniciativa. Como en otras ocasiones, este encargó a Marco Vipsanio Agripa la planificación y dirección de la guerra, efectuando una serie de ataques contra las posiciones de Antonio en la costa griega que debilitaron su línea de suministros.

Al tiempo que esto ocurría, Octaviano transfirió sin ningún obstáculo del rival o del clima la mayor parte de su ejército a través del Adriático hasta desembarcar en Panormo, en la actual Albania. Una vez en tierra, se aproximó a Accio y acampó en el promontorio norte, en una colina con buenas vistas de los alrededores. Probablemente en abril del 31 a.C., Antonio llegó al lugar y acampó en el lado sur de la bahía, aunque luego construyó un segundo campamento más cercano al de su adversario.

Durante la primavera y el verano, los hombres de Antonio fueron incapaces de romper el bloqueo al que Agripa y Octaviano les habían sometido o de conseguir que el enemigo presentara batalla en sus propios términos. Y mientras esto sucedía, sus filas iban menguando debido a la escasez de recursos y la propagación de enfermedades como la malaria y la disentería.

 

Augusto de Prima Porta, la estatua más famosa del emperador César Augusto
Augusto de Prima Porta, la estatua más famosa del emperador César Augusto (Fuente: Wikimedia Commons)

La moral en el bando de Antonio y Cleopatra estaba por los suelos, de manera que las deserciones de aliados orientales y senadores romanos se multiplicaron. Antonio incluso se vio obligado a incrementar el número de marineros con escasa experiencia para suplir a los que le habían traicionado. Sus generales le recomendaron desentenderse de la flota y abrirse paso hacia el interior con las legiones, pero Antonio no quiso. Ante este panorama, solo quedaba una opción: un choque naval para eliminar la escuadra de Octaviano y escapar.

Los bandos en la batalla de Accio

Tras varios días de tormentas e inactividad, el 2 de septiembre del 31 a.C. se despejó el cielo. Aprovechando el sol de la mañana, las flotas levantaron anclas y se desplegaron para la batalla de Accio. Cabe destacar que la relación de fuerzas se había invertido en esos largos meses de bloqueo. Las bajas en el ejército de Marco Antonio habían provocado que solo se tuviera tripulación suficiente para llenar unas 230-250 embarcaciones en vez de las casi 500 que tenía al principio de la guerra.

Por el contrario, la armada de Octaviano casi se había duplicado gracias a los navíos capturados por Agripa en sus ataques por Grecia, pasando de los 250 iniciales a los actuales 400 barcos. Para más inri, las galeras de Octaviano eran más pequeñas, maniobrables y ligeras que los de Antonio.

Mapa de la batalla de Accio, con los campamentos, bandos y lugares importantes
Mapa de la batalla de Accio, con los campamentos, bandos y lugares importantes (Fuente: Goldsworthy, 2011)

A excepción del escuadrón de sesenta buques de Cleopatra, que quedó oculto detrás, el resto de embarcaciones de Marco Antonio quedó dividido en tres sectores a lo largo de unos 500 metros: a la derecha se encontraba Lucio Gelio Publícola, el centro estaba a cargo del triunviro, Marco Insteio y Marco Octavio (curiosamente, un pariente lejano de Octaviano), y Cayo Sosio se situó a la izquierda. En total, puede ser que unos 20.000 legionarios estuvieran repartidos entre las cuatro secciones.

El ejercicio hizo reaccionar a Octaviano, que organizó un frente de unos 700 metros en el mismo número de escuadrones, con Agripa a la izquierda, Lucio Arruncio en el centro y Marco Lurio a la derecha con el propio Octaviano. En suma, quizás había unos 40.000 hombres a bordo de los barcos.

Una vía de huida deshonrosa

A las embarcaciones les llevó horas colocarse en sus respectivas posiciones, y más tiempo transcurrió con una opuesta a la otra, pues ninguna de ellas daba el paso para iniciar el enfrentamiento. En cuanto a los planes para obtener la victoria, Agripa quería atraer al adversario lejos de la costa para envolverlo gracias a la superioridad de su marina de guerra; por otro lado, Antonio quería emplear la artillería y a los arqueros para despejar las cubiertas de las naves antes de abordarlas.

Obra sobre la batalla de Accio entre Roma y Egipto expuesta en el Castillo de Chambord, en Francia
Obra sobre la batalla de Accio expuesta en el Castillo de Chambord, en Francia (Fuente: Wikimedia Commons)

Mientras los ejércitos en tierra de uno y otro bando observaban tensos el curso de los acontecimientos en sendas orillas, la batalla de Actium se inició finalmente. Los hombres de Antonio reanudaron su avance y Agripa hizo que los suyos retrocedieran para disponer de más espacio.

En los primeros momentos de la contienda, Agripa marchó alrededor del flanco norte del rival y Gelio Publícola trató de superarlos para no quedar aislado del resto de la marina, dejando así un gran hueco abierto en el centro. En ambas armadas había muchos navíos grandes y, cuando empezó la batalla de Accio, demostraron ser difíciles de dañar embistiéndolos. En vez de ello, gran parte del combate se desarrolló con proyectiles, forcejeando y abordando al enemigo.

Al cabo de un par de horas, el centro y la izquierda de Marco Antonio estaban dañados, de modo que era necesario recurrir al refuerzo de las naves de Cleopatra para revertir la situación. Sin embargo, el escuadrón de la reina izó las velas de repente y escapó por el gran hueco surgido en el centro. Sin prestar atención a los navíos que luchaban, mantuvieron el rumbo hacia el sur y cogieron una velocidad que impidió que cualquier barco de Octaviano, sin velas desplegadas y en medio de la refriega, les persiguiera.

Ilustración que recrea lo que fue la batalla de Accio entre Roma y Egipto
Ilustración que recrea la batalla de Accio (Fuente: Arrecaballo)

Marco Antonio, al percatarse de la maniobra, abandonó su buque insignia y en una barca de remos llegó a una nave más pequeña en la que también izó velas para seguir a la reina. A pesar de verse desamparados por sus máximos líderes, siguieron combatiendo hasta que la totalidad de los barcos que no habían huido fueron hundidosse rindieron o se retiraron al interior del golfo.

Al contrario de lo que sostienen las fuentes, lo más probable es que la huida coordinada de Marco Antonio y Cleopatra estuviera planificada desde el principio. Así, toda la batalla de Accio se había basado en buscar una forma de sobrevivir para luchar otro día.

Consecuencias de la batalla de Accio

La cifra de muertos varía dependiendo de la fuente a la que consultemos entre 5000 y 12000, pero no especifica si es el total de bajas de ambos bandos o solo las de Antonio. Unas 70-80 galeras lograron escapar con Marco Antonio y Cleopatra, pero apenas era una tercera o cuarta parte de la flota.

Hasta el día siguiente a la batalla de Accio, las decenas de miles de soldados en tierra de Antonio no tenían ni idea de que su comandante los había abandonado. Durante días su máximo dirigente, Publio Canidio Craso, insistió en moverse hacia las montañas para llegar a Macedonia, pero se negaron. En vez de ello, negociaron un buen trato antes de desertar en masa y unirse a Octaviano.

La batalla de Accio, obra de Lorenzo Castro hecha en el siglo XVII
«La batalla de Accio», obra de Lorenzo Castro hecha en el siglo XVII (Fuente: Wikimedia Commons)

Aunque sobrevivieron, Marco Antonio y Cleopatra habían perdido la guerra, tanto a nivel militar como propagandístico. Nada provocaba más deshonor para un general romano que abandonar a sus hombres y huir; nada tenía ya del poco crédito que le quedaba a ojos de sus iguales. Sin marina y sin infantería, ni todas las riquezas de Egipto pudieron evitar que el final de su vida estuviera ya escrito.

Bibliografía

EVERITT, A. (2008): Augusto, el primer emperador. Navarra: Ariel.

GOLDSWORTHY, A. (2014): Augusto. De revolucionario a emperador. Madrid: La esfera de los libros.

GOLDSWORTHY, A. (2011): Antonio y Cleopatra. Madrid: La esfera de los libros.

RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, J. (2017): Diccionario de batallas de la historia de Roma. Madrid: Almena ediciones.

SÁNCHEZ SANZ. A. (2020): Imperium Maris. Historia de la marina romana imperial y republicana. Madrid: La esfera de los libros.

Resumen
La batalla de Accio (31 a.C.): Octaviano contra Marco Antonio y Cleopatra
Nombre del artículo
La batalla de Accio (31 a.C.): Octaviano contra Marco Antonio y Cleopatra
Descripción
Resumen de la batalla de Accio (31 a.C.) entre Octaviano y Marco Antonio, con los bandos en el mapa, su desarrollo y sus consecuencias para Egipto y Roma
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