Datos técnicos
Título: Grandes batallas en la pantalla. Hollywood y la realidad de la guerra en la Antigüedad
Autor: Guillermo Díaz
Editorial: Edaf
Edición: Madrid, 2ª edición, 2021
Nº de páginas: 318 páginas
Crítica de «Grandes batallas en la pantalla»
«Mi nombre es Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejércitos del norte, general de las Legiones Fénix, fiel servidor del verdadero emperador Marco Aurelio. Padre de un hijo asesinado, esposo de una esposa asesinada y juro que me vengaré, en esta vida o en la otra» (Gladiator, 2000), «¡Esto es Esparta!» (300, 2006), «- ¿Temes a la muerte, Espartaco? – No más que a la vida» (Espartaco, 1960) o «Venced vuestro miedo, y os prometo que venceréis a la muerte» (Alejandro Magno, 2004) son algunas de las frases más famosas de películas de ambientación histórica.
A pesar de todas sus diferencias, hay al menos una cosa que une a todas estas películas: perpetúan mitos, bulos y datos históricos falsos en las mentes de los espectadores. Sin embargo, es totalmente cierto que no podemos ponernos demasiado exquisitos con el cine histórico porque este no tiene por qué ser 100% riguroso a nivel histórico, ya que se trata de un producto artístico, de ocio y de entretenimiento. Afortunadamente, hoy en día contamos con multitud de divulgadores históricos que nos ayudan a diferenciar la realidad de la ficción, nunca mejor dicho.
Este es el caso, por ejemplo, de Guillermo Díaz, licenciado en derecho y divulgador histórico que ha publicado recientemente con la editorial Edaf Grandes batallas en la pantalla. Hollywood y la realidad de la guerra en la Antigüedad. Tal y como ya te podrás imaginar, este libro aborda cómo el cine histórico de Hollywood ha reflejado algunos episodios famosos de la historia militar grecorromana. Más concretamente, ahonda en la versión de la Ilíada transmitida por la película Troya de Brad Pitt y Orlando Bloom, la batalla de las Termópilas de la 300 de Gerard Butler, la década de conquistas del Alejandro Magno de Colin Farrell, la rebelión del Espartaco de Kirk Douglas y la vida de un gladiador en tiempos del emperador romano Cómodo que vemos en Gladiator.
De esta manera el lector puede aprender todas las inexactitudes y fallos garrafales cometidos en estas películas. Así descubrirá que el emperador Cómodo no murió asesinado por un gladiador, que los espartanos no luchaban desnudos y que tenían el pelo largo, que Espartaco no pretendía acabar con el sistema de esclavitud romano o que la armadura de un soldado homérico sería muy diferente a la lucida por Brad Pitt.
Si solo se quedara con esto el libro ya valdría la pena, pero la verdad es que contiene mucho más. Por un lado, al igual que señala los errores perpetuados, Grandes batallas en la pantalla también subraya las cosas buenas y acertadas que el cine histórico ha hecho por la divulgación histórica.
Por otro lado, cabe destacar que, mediante la reflexión de las cosas buenas y malas de estas películas, se inserta una amplia y detallada descripción de los contextos históricos y técnicas militares de cada civilización y momento, de modo que el lector puede conocer cómo habría sido esa película que tanto ha visto y le gusta si fuera estrictamente fiel.
Por si todo esto no fuera suficiente, Grandes batallas en la pantalla es un libro con decenas de imágenes en color y en blanco y negro, lo que, tratándose de una obra sobre cine e historia, se agradece mucho. Por último, no podía concluir esta reseña sin mostrar al autor mi profundo desagrado por el hecho de que en el anexo final de películas imprescindibles de los mejores directores de cine de todos los tiempos no haya incluido Origen al hablar de mi director favorito, Christopher Nolan.
Ya fuera de bromas, creo que cualquier persona que comparta la pasión de Guillermo Díaz por el cine y la historia debería clicar en el enlace de abajo para comprar Grandes batallas en la pantalla. Hollywood y la realidad de la guerra en la Antigüedad en Amazon. Sapere aude.
