Icono del sitio HISTORIAE

La medicina griega prehipocrática

Primera parte de un artículo sobre la medicina griega escrito por Alberto Escudero, graduado en Historia.

Introducción

Los antiguos griegos fueron protagonistas de hazañas tan grandes que nos faltarían palabras para nombrarlas en un solo artículo. Por eso, en este nos dedicaremos a observar en concreto una de estas hazañas, quizás una de las mayores me atrevería a decir: la medicina griega, toda una revolución científica que sentó las bases de la ética y el procedimiento profesional actuales, y que permitió a una sociedad muy antigua progresar empíricamente.

No obstante, antes de anticipar el logro científico de la medicina griega racional, cabría preguntarse cómo se llegó a tan avanzado nivel y cuáles fueron los antecedentes a figuras como Hipócrates de Cos o Alcmeón de Crotona. En el presente artículo intentaremos acercarnos a estos antecedentes y observar cuál era la realidad de la medicina anterior al alcance del logro médico griego.

Fragmento de las pinturas paleolíticas de la gruta de Les Trois Frères, en Ariège, Francia. Esta composición en concreto muestra a un hechicero hibridado tocando una especie de flauta con la que se conecta con los animales, considerados espíritus auxiliares. La pintura es de hace unos 14.000 años.

La medicina griega prehipocrática

Generalmente, podemos distinguir dos periodos dentro de la historia médica de la Antigua Grecia: la medicina prehipocrática, que se extiende desde época homérica (siglos IX-VIII a.C) hasta la aparición de los primeros filósofos y médicos como Hipócrates (siglo V a.c) y las escuelas de Cnido y Cos (ciudades situadas en Asia Minor, actual sur-oeste de Turquía, en la región de Caria); y la medicina hipocrática, mucho más racional y con una base científica y ética que ha perdurado hasta nuestros días.

La primera de ellas, la medicina griega prehipocrática, se caracterizaba, como su propio nombre indica, por la ausencia de los valores y leyes empíricas que Hipócrates (médico griego natural de la isla de Cos), influenciado por las primeras corrientes de pensamiento racionales, impuso como dogmas éticos (juramento hipocrático) y médico-científicos. Esta falta de procedimientos empíricos y de metodología científica daba como resultado una medicina que se encontraba siempre entre lo mágico-religioso y lo empírico (último que era fruto de la observación y el aprendizaje).

Además, a ello se le unía la falta de un cuerpo de conocimientos unificado, lo que provocaba que las prácticas médicas prehipocráticas fuesen altamente influenciables, y más si tenemos en cuenta el contacto prolongado de los griegos con otras culturas. En este sentido, principalmente, fueron los métodos venidos del antiguo Egipto los que más impresionaron a los griegos, quienes se inspiraron en muchos de sus conocimientos en  botánica (farmacopea) y técnica quirúrgica a través de los famosos papiros médicos. Entre ellos podemos señalar la especial influencia del Papiro Ebers (papiro egipcio del 1500 a.C en el que figuran remedios médicos de diversa índole).

Una de las partes conservadas del Papiro Ebers, escrito en hierático (escritura egipcia). Contiene descripciones de diversos procedimientos y casos médicos. Actualmente se encuentra en la Academia de Medicina de Nueva York.

A causa de todas estas influencias se fueron perfilando un conjunto de prácticas médicas mayormente vinculadas con la idea mágico-religiosa de la salud y la enfermedad. Asimismo, fueron mezcladas con la particular visión cultural griega, profundamente arraigada a la mitología de los poetas y aedos (cantor de epopeyas) Homero y Hesíodo, quienes fueron responsables de la organización  mitógrafa de la Antigua Grecia.

Enfermedades y dolencias en la medicina griega

Para los griegos arcaicos eran básicamente dos las enfermedades o dolencias, dependiendo del caso, que podían sufrir: la natural y la mágico-religiosa. La dolencia cuyo origen era percibido (la natural) podía, a su vez, clasificarse en dos tipos: dolencias de tipo traumático, dadas en heridas de guerra y traumas corporales, y enfermedades climáticas, provocadas por factores naturales como el frío o el calor, así como por la ingesta de alimentos en mal estado. Para el tratamiento de estas, respectivamente, se aplicaban técnicas empíricas como la cirugía (usualmente acompañada de ensalmos y cantos a los dioses) o la ingesta de preparados medicinales.

Por otra parte, cuando las causas de la enfermedad eran desconocidas, se atribuían a la magia o a la intromisión de los dioses (enfermedades de tipo religioso). Aquí podemos diferenciar entre enfermedades físicas o espirituales causadas por un daimon (demonio) o causadas por la acción de un dios, bien por capricho o castigo. El médico-sacedote, figura más bien de carácter popular, era el que se encargaba de diagnosticar estas causas, dependiendo siempre de su propia e infundada creencia.

Copa de figuras rojas (s. V a.C) que muestra a Aquiles vendando las heridas de Patroclo durante la guerra de Troya.

Curaciones mágicas en la medicina griega

El remoto origen de esta medicina debemos buscarlo en los chamanes primitivos. Estamos hablando de sujetos bastante misteriosos que utilizaban el estado de éxtasis, provocado por largas meditaciones y el consumo de determinadas sustancias (hongos alucinógenos y psicodélicos), para desempeñar la función de intermediario entre el mundo de los dioses y el de los mortales, con el objetivo de expulsar plagas y enfermedades.

En la Antigua Grecia, los llamados médicos-sacerdotes no realizaban la misma función, pero sí poseían patrones comunes con estas prácticas tan remotas. Las curaciones mágicas, que eran a las que se acudía cuando la enfermedad era desconocida para el pensamiento natural de los griegos, podían realizarse de múltiples formas. Comúnmente, las plegarias y los cantos dirigidos a las principales divinidades médicas eran las formas más habituales para atraer la atención de los dioses sanadores, quienes podían tanto provocar como curar enfermedades.

Cerámica ática de época arcaica (780 a.C) que parece mostrar entre sus ornamentos de serpientes (parte superior) y figuras geométricas (parte central) lo que se ha teorizado que es una hoja de cannabis. Museo de Colecciones de Antigüedades Estatales, Múnich.

Sin embargo, también existían otras muchas fórmulas ceremoniales en las que la magia tenía un importante papel. En ellas, se buscaba aplicar técnicas que uniesen la ceremonia religiosa con la posible curación del paciente (en muchas ocasiones provocada por la sugestión), para lo que los médico-sacerdotes realizaban o hacían realizar (a sus respectivos pacientes) diversas prácticas y tratamientos.

Algunos de estos tratamientos eran: la terapéutica transferencial, consistente en transmitir la enfermedad que se padecía a otro ser vivo, animal o humano; el empleo de la música o la danza como método para intentar sanar a cuerpo y alma; la catarsis, mediante la que se eliminaba la enfermedad haciendo uso de elementos como el agua (baños de purificación) o el fuego; la incubación, una especie de sueño en el que el paciente era sanado por un dios (usualmente el dios Asclepio, hijo de Apolo y dios de la medicina); y la participación en actos orgiásticos (consagrados al dios Dioniso, señor del vino y el descontrol) y ceremonias de posesión y exorcismo con las que se lograba que un determinado dios sanador expulsase a la enfermedad. En muchas ocasiones, también  solía acudirse a la conocida como terapéutica astrológica y iatromántica, que se servía de la posición de los astros y de la adivinación para determinar la salud y el bienestar de un paciente.

Ilustración que recrea a un oráculo griego en pleno trance extático, listo para escuchar los designios de los dioses (Fuente: Animas Mundi)

Los pharmaka en la medicina griega

Más allá, existían otras aplicaciones médicas que los griegos principalmente aprendieron de egipcios (las fuentes clásicas hablan de Egipto como la tierra «de todas las drogas») y demás pueblos que con anterioridad les habían precedido. Estas fueron las protagonizadas por los pharmaka, recursos médicos que en la Antigüedad solían ser siempre de naturaleza botánica y servían, entre otras cosas, para inducir estados alterados de la conciencia y provocar diversas reacciones químicas en el cuerpo. De entre todos ellos podemos destacar la semilla del opio, aplicada en muchas ocasiones y considerada la «aspirina» de la época, u otros recursos botánicos como el beleño, la mandrágora o el cannabis.

En el contexto médico, estos elementos eran utilizados con bastante éxito como calmantes durante las intervenciones quirúrgicas y como «antibióticos» y ungüentos para heridas. Por ese motivo, alrededor de estos surgieron diversas creencias que atribuían sus poderes sanadores y mentales (en el caso de las sustancias psicotrópicas y psicodélicas) a la magia y a la acción de determinados dioses.

Busto de Hipócrates de Cos ubicado en los Museos Capitolinos de Roma (Fuente: Arte y Medicina)

Conclusiones

Como posible conclusión, y digo posible porque el asunto histórico tratado así creo que lo merece, podemos deducir que los antiguos griegos, anteriores a la democracia y a los planteamientos filosóficos más asombrosos de nuestra historia, basaban de forma lógica todo lo que atendía a sus vidas al enorme cosmos que su mundo mitológico y épico formaban. Adaptando, en este caso, prácticas médicas venidas de otros lugares a sus propias creencias y tradiciones. Algo que, lejos de atrasarlos, conformó casi que de forma milagrosa el caldo de cultivo perfecto para que los primeros filósofos cuestionasen dicha construcción mitológica, y empezasen a rechazar el origen divino de las cosas.

Bibliografía

GIL, L. (2004): Therapeia. La medicina popular en el mundo clásico. Madrid: Triacastela.

JARAMILLO, J. (2005): Historia y filosofía de la medicina. Editorial de la Universidad de Costa Rica.

LAÍN, P. (1970): La medicina hipocrática. Madrid: Ediciones de la Revista de Occidente.

LAÍN, P. (1978): Historia de la medicina. Madrid: Salvat Editores.

McKEOWN, J. (2010): A Cabinet of Ancient and Medical Curiosities. Oxford University Press.

MEJÍA, O. (2018): Medicina antigua: de Homero a la Peste Negra. Punto de Vista Editores.

MINGO, A. (2007). Chamanismo: El pasado en el presente. Departamento de Prehistoria y Arqueología. UNED. p. 50-54.

Primera parte de un artículo escrito por Alberto Escudero, graduado en Historia.

Resumen
Nombre del artículo
La medicina griega prehipocrática: del mito mágico a la ciencia
Descripción
¿Cómo era la medicina griega antigua antes de la llegada de la revolución de Hipócrates de Cos? ¿Qué técnicas y remedios se aplicaban a los enfermos?
Autor
Web
Historiae
Logo de la web
Salir de la versión móvil