INTRODUCCIÓN
El Estado Hitita fue una civilización que, a partir de su núcleo originario en el este de la Península de Anatolia (actual Turquía, mediados del siglo XVII a.C.), consiguió expandirse por gran parte de esta península y por territorios más orientales, conquistando buena parte del noroeste del Oriente Próximo (máxima expansión a mediados del siglo XIV a.C.). El término “hitita” procede de unas pocas referencias bíblicas a un pueblo cananeo posterior a la Edad del Bronce denominado “hittim” (refiriéndose a los neohititas). Por otro lado, los hititas se llamaban a sí mismos “Pueblos del País de Hatti”, lo que nos viene a decir que nunca utilizaron ningún término étnico o político para designarse a sí mismos, sino que se identificaban a sí mismos por el nombre de la región en que vivían. Esto se explica fácilmente si tenemos en cuenta que los hititas no tenían un núcleo étnico común ni una lengua común, sino que eran una sociedad de carácter multirracial, formada por un cierto número de diferentes elementos étnicos (indoeuropeos, hattianos, hurritas, etc.) que hablaban un cierto número de lenguas diferentes, debido a la gran cantidad de prisioneros de guerra procedentes de las campañas militares.
EL DESPOBLAMIENTO DEL IMPERIO HITITA
En general, podemos decir que hay una tendencia a la concentración de los asentamientos humanos en los sitios más favorecidos por las condiciones naturales, al mismo tiempo que van reduciendo su espacio. A esta tendencia generalizada hay que sumarle otras más específicas, dependiendo de las condiciones naturales de cada zona de la península de Anatolia. Por poner un ejemplo fácil, la agricultura del norte peninsular estaría muy poco desarrollada, ya que las continuas guerras contra los kashka dificultan un aumento de los niveles de poblamiento y demografía de esa zona.
Aparte de toda la información de Historia militar que nos otorgan, los anales de los reyes hititas en los que se habla de sus campañas de expansión o defensa militar también nos sirven para estudiar por aproximación la evolución de la demografía hitita. A las guerras defensivas de los siglos XVI y XV a.C. les siguieron las guerras expansionistas de los siglos XIV y XIII a.C., lo que implicó la puesta en marcha de unos ejércitos más numerosos, unos desplazamientos cada vez más amplios y un creciente número de bajas (tanto en las batallas como en los propios desplazamientos).
Esta evidente despoblación del imperio hitita aparece reflejado en algunas fuentes de conocimiento como los inventarios de propiedades agrícolas de los templos de la época del rey Hattushili III. Estas fuentes cuentan como las mujeres hititas muchas veces se quedan solas, por lo que se les «regala» por así decirlo un prisionero de guerra para cubrir el puesto del marido muerto en la guerra. Esto tiene una consecuencia principal, y es la poca natalidad que habría, la cual no bastaría para garantizar el recambio generacional. Es probable que el despoblamiento del imperio hitita no afectara por igual a toda la península de Anatolia. Arzawa, la llanura de Konya, la llanura de Cilicia y las zonas ribereñas del Éufrates debieron estar más pobladas, mientras que el vacío poblacional se intensificaría sobre todo en la meseta central y el norte peninsular.
MOVIMIENTOS DEMOGRÁFICOS EN EL IMPERIO HITITA
Hay dos grandes movimientos poblaciones durante el desarrollo histórico del imperio hitita: el protagonizado por los prisioneros de guerra y el protagonizado por los fugitivos, de diverso tipo. En cuanto al primero, lo primero que hay que decir es que, más que las conquistas territoriales o el botín de objetos preciados, lo que se subraya siempre en los anales reales es el número de prisioneros de guerra capturados por el rey: decenas de miles de prisioneros son llevados desde las zonas en las que han sido vencida a las zonas del vencedor para llenar y cubrir las bajas de todos los hititas caídos en el campo de batalla. El otro movimiento de población que vemos muy frecuentemente reflejado en la documentación hitita es el de los fugitivos: esclavos, deudores insolventes, delincuentes y oponentes políticos, abarcando todos los grupos sociales. Durante el imperio hitita, se exigía a los otros Estados que devolvieran a los fugitivos hititas que pudieran estar albergando (consciente o inconscientemente), pero después el reino hitita no devolvía los fugitivos de los otros.
LA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA DE HATTUSAS
El carácter imperial que tuvo el reino hitita durante estos siglos implicaba que existiera en el centro una gran capital, papel que siguió teniendo Hattusas (o Khattusha, los dos nombres son válidos). La evolución de esta ciudad capital es bastante notable: en la época paleoasiria ocupaba unas diez héctareas, más las cinco hectáreas ocupadas por el karum. En el periodo antiguohitita ya se extendía por unas cuarenta hectáreas, y ya en este tiempo, en la época imperial, estaríamos hablando de unas cien hectáreas, lo que la convierte sin duda no solo en la mayor ciudad de la península de Anatolia, sino en una de las mayores del Oriente Próximo antiguo. Aunque una parte considerable de la capital está ocupada por templos, fortificaciones, almacenes y otros espacios no residenciales, se estima que podría haber llegado a albergar a 20000 habitantes. Cabe destacar que la concentración humana que se da en esta ciudad no es nada comparable con la que se daba para la construcción de todos los edificios públicos y el sistema defensivo, así como todo lo necesario para el mantenimiento del palacio real y la administración estatal y cultual. Y todo esto teniendo en cuenta que Hattusas se encuentra en una zona montañosa, con accesos difíciles y unos territorios agrícolas mediocres.
