Cronología de la civilización minoica
Antes de empezar a hablar de las características de la guerra minoica, me gustaría aclarar un aspecto del que debería haber hablado anteriormente, la cronología. La civilización minoica se mueve cronológicamente en una horquilla de más de 1500 años, entre el 3000 y el 1375 a.C., aproximadamente, con fechas sin demasiados detalles o certezas.
- Periodo prepalacial o minoico antiguo: 3000-2000 a.C., aproximadamente.
- Periodo minoico medio: 2000-1600 a.C., aproximadamente.
- Fundación de Cnossos y comienzo del periodo protopalacial: 1900 a.C., aproximadamente.
- Destrucción de los palacios por terremotos y comienzo del periodo neopalacial: 1700 a.C., aproximadamente.
- Periodo minoico reciente y periodo micénico en el continente: 1600-1050 a.C., aproximadamente.
- Erupción del Thera: 1500 a.C., aproximadamente.
- Guerra civil en Creta y destrucción de los grandes palacios excepto Cnossos: 1500-1450 a.C., aprox.
- Dominación micénica del mundo minoico: 1450-1375 a.C., aproximadamente.
- Destrucción de Cnossos y fin del periodo neopalacial: 1375 a.C., aproximadamente.
- Apogeo de la civilización micénica: 1400-1200 a.C., aproximadamente.
- Invasiones de los llamados «Pueblos del mar«: 1200-1100 a.C., aproximadamente.
Uno de los mitos que la historiografía mantuvo durante décadas sobre la Grecia de la Edad del Bronce era que la civilización minoica era muy pacífica, mientras que la civilización micénica era muy turbulenta y guerrera. Sin embargo, con el avance de las investigaciones arqueológicas en las últimas décadas se ha demostrado que ambos extremos no son ciertos: ni en el mundo minoico todo era paz, ni en el mundo micénico todo era guerra.
La guerra minoica: armas punzantes
Una de las primeras y más contundentes pruebas de que existió la guerra minoica está reflejada en la aparición de una gran cantidad de puñales de bronce de doble filo, hallados en las tumbas comunales de la Creta de los periodos minoico antiguo y medio. Estos puñales tienen un diseño simple: doble filo, hojas de bronce reforzadas por una nervadura central, y relativamente cortas en su mayoría.
Más allá de su funcionalidad, estos puñales tenían una función simbólica, tal y como demuestran las pequeñas figuras antropomorfas de arcilla que acompañan a algunos de estos puñales. Estas estatuillas (hechas en su mayoría entre el 2000 y el 1700 a.C., aprox.), fueron ofrecidas en los santuarios de montaña para dejar memoria de la participación en los rituales del lugar, por lo que no representarían divinidades (como creen muchos), sino adoradores.
Más allá de lo simbólico, hay pruebas más tangibles de que desde el periodo protopalacial la guerra minoica estaba presente. Sirve como ejemplo la destrucción, abandono o cambio de ubicación de algunos palacios por causas no catastróficas, como es el caso del palacio protopalacial de Monastiraki, al oeste de Creta.
Conflictos en la era minoica neopalacial
El periodo neopalacial representa el apogeo de la civilización minoica, el máximo auge de sus palacios y su arte, pero también el notable crecimiento de la militarización y la violencia de la sociedad. Este militarismo creciente se observa, por ejemplo, en las primeras espadas, clasificadas en cuatro grupo dependiendo de la tipología de la empuñadura.
Las espadas tipo A cuentan con hombros redondeados y una casi inexistente espiga, apareciendo sobre todo en contextos arqueológicos religiosos. Aunque la espada tipo B la inventaron probablemente los micénicos, las más desarrolladas, las de tipo C y D, sí que pudieron haber sido creadas por primera vez en talleres minoicos establecidos en Cnossos.
Lo interesante de estas dos últimas, aparte de que tienen empuñaduras decoradas, es que fueron diseñadas para distintos estilos de combate, de tal manera que la del tipo C es perfecta para usarse como un sable o como en el deporte de la esgrima, mientras que la del tipo D es perfecta para usar más como si de un martillo se tratara. La mayoría de espadas de las que estamos hablando se han encontrado en tumbas masculinas que reciben el nombre de tumbas de guerrero, ya que también aparecen acompañadas de puñales, puntas de lanza, o ajuares de joyería.
Guerra minoica y autodestrucción
Durante la primera mitad del siglo XV a.C., la civilización minoica vivió unas décadas de guerra civil que acabaron por destruir todos los lugares importantes, palacios, villas y ciudades de la isla, exceptuando Cnossos. La causa de esta inmensa guerra civil no está clara, pero probablemente sea una consecuencia de la erupción del volcán de Thera, ya que el ingente daño ecológico causado por ésta habría diezmado los recursos naturales, lo que habría propiciado que los distintos palacios lucharan por los menguantes recursos.
Como he indicado anteriormente, Cnossos fue la única ciudad-reino que se libró de esta oleada de destrucción, resistiendo su administración unas dos generaciones más. Los motivos de esta supervivencia nuevamente no están claros, aunque se barajan diversas hipótesis. La más probable es que en esa primera mitad del siglo XV a.C. ya vivieran en Cnossos algunos mercenarios micénicos procedentes de territorio continental. Seguramente, estos mercenarios ayudaron a Cnossos a sobrevivir a la autodestrucción minoica, asumiendo después el control de la ciudad-reino, y por tanto, de toda la isla, por medio de enlaces matrimoniales con los decadentes grupos sociales de la élite minoica.
Bibliografía
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