En la Península Ibérica, durante el desarrollo de la Edad del Hierro, se produjo el desarrollo de varios complejos culturales muy importantes. Ahora voy a describir dos de esas culturas más conocidas, como son la Cultura Celtibérica de la Celtiberia y la cultura Tartésica de Tartessos.
LOS PUEBLOS DE CELTIBERIA
Lo primero que tienes que saber sobre los celtíberos es que no fueron un pueblo unitario, sino que el nombre celtíberos es un genérico para definir a distintos pueblos que tenían rasgos culturales propios, pero que tenían una serie de rasgos comunes y una cercanía en su emplazamiento geográfico.
1) Extensión y conformación de los celtíberos
En cuanto a los celtíberos, lo que siempre se ha dicho es que su extensión abarca desde el tramo central del río Duero hasta lo que hoy es Cuenca, pasando por lo que hoy es Guadalajara. En el mundo celtíbero destacan ciudades como Numancia y Segeda, y sus parientes más cercanos eran los Vacceos, los vettones, y los carpetanos. Sus otros vecinos, los pueblos peninsulares del norte, los que más tardaron en romanizarse cuando los romanos llegaron a la Península Ibérica, eran los cántabros, los astures, los galaicos, los turmogos. Además, también estarían delimitados por los lusitanos al oeste y los célticos al suerte. Finalmente, los celtíberos acaban adoptando el alfabeto ibérico y haciéndose una cultura común.
2) Hábitat de los celtíberos
La cultura celtibérica tenía un hábitat que era en altura y fortificado, con los llamados castros. Aun así, había una importante dispersión de poblamiento, de carácter rural. Por lo general, estos castros, que solían estar fortificados con una muralla perimetral, eran de pequeñas dimensiones, a veces incluso menores de una hectárea. A pesar de su tamaño, contaban con un tramado urbano bien definido. Hasta ahora, se conocen castros en el Valle del Ebro desde la fase final de la Edad del Bronce. Las viviendas de estos castros suelen contar con zócalos de piedra, paredes de adobe y vigas de madera y pino, además de una cubierta vegetal.
3) Necrópolis funerarias
De los ritos funerarios de los celtíberos podemos extraer rasgos generales, aunque presentarán variaciones locales. Abundan las necrópolis con incineraciones, las cuales se localizan en sitios como Soria, Cuenca, Teruel… Desgraciadamente, la arqueología ha hecho muchos estragos aquí, ya que, al haber sido excavadas desde hace mucho tiempo, sin la metodología, el protocolo y la tecnología actual, algunas de estas tumbas fueron destruidas al intentar excavarlas.
Por lo general, las tumbas celtíberas estaban en llanuras con pendiente, en cerros o cerca de corrientes de agua. Solían estar separadas de los poblados por no más de 1 km, aunque es verdad que algunas necrópolis se han hallado sobre antiguos lugares de hábitat. Otro de los rasgos que caracterizan muchas de las tumbas celtíberas es la ordenación y estructuración del espacio funerario de las necrópolis. En el Alto río Tajo y Jalón las tumbas forman calles paralelas (rasgo que es típico de la Edad del Hierro de la Meseta Oriental)