Artículo sobre la religión en Mesopotamia escrito por María Isabel Cubas Contreras, licenciada en Historia.
¿Cómo era la religión de Mesopotamia?
¿Qué religión tenía Mesopotamia?, ¿cuál era la religión en Mesopotamia?, o ¿quiénes eran los dioses de Mesopotamia? son algunas de las preguntas más frecuentes a la hora de abordar la Historia de las religiones en civilizaciones como las que se dieron en el Antiguo Oriente Próximo. En este artículo trataremos de dar respuestas a todas estas preguntas.
- La religión en la Mesopotamia antigua era politeísta, puesto que rendían culto a una gran variedad de dioses.
- Los dioses de Mesopotamia tenían una apariencia antropomórfica y un comportamiento similar al de los humanos: comían, se casaban, se peleaban, tenían descendencia, etc.
- La diferencia fundamental entre dioses y hombres era la inmortalidad de los primeros. Aunque podían concedérsela a quien ellos quisieran.
- Los dioses mesopotámicos eran crueles y vengativos, inmisericordes con el hombre la mayoría de las veces. El mejor ejemplo de esto lo tenemos en el relato del Diluvio (copiado posteriormente en la Biblia) que envió el dios Enlil contra los hombres para exterminarlos por ser demasiado ruidosos y no dejarle dormir. Es decir, los hombres mesopotámicos no sentían amor por sus dioses, sino una mezcla de miedo, temor y sumisión hacia sus creadores. Y de esto no se libraban ni los reyes, que debían recurrir a los oráculos para saber si los dioses aprobaban cualquiera de sus decisiones (campañas militares, sucesión, etc.)
- El poder de los dioses era ilimitado y sobrenatural, de manera que tanto las bendiciones como las calamidades que experimentaba el hombre a lo largo de su vida eran causadas por ellos.
- Los hombres habían sido creados para ser los servidores de los dioses, por lo cual estaban completamente a su merced y debían procurar mantenerles contentos (oraciones y plegarias), o sufrirían las consecuencias. Es decir, el hombre y la mujer mesopotámicos tenían una mentalidad muy pesimista de la vida. Creían que cada castigo y enfermedad que padecían estaban justificados, al haber cometido alguna ofensa contra los dioses.
Creencias de la religión en Mesopotamia
- Al igual que en vida, los antiguos habitantes de Mesopotamia no eran especialmente optimistas con respecto al Más Allá. Lejos de verlo como un paraíso de abundancia, al igual que civilizaciones vecinas como la egipcia, los mesopotámicos tenían un concepto de la otra vida muy negativo. El inframundo era un lugar de sombras, donde apenas había alimentos y al que iban tanto los buenos como los malos. Este pesimismo estaba causado por el entorno en que vivían, puesto que en una época tan temprana de la historia, las personas dependían totalmente del medio que les rodeaba para subsistir. Una mala crecida, por ejemplo, podía condenarles irremediablemente a la muerte.
- Además de en los dioses, creían en la existencia de demonios, genios y espíritus, que podían ser tanto beneficiosos, como maléficos.
- Antes de la aparición de la ciencia, todo se explicaba mediante mitos (eclipses, cambio de estaciones, etc.). Ante la incapacidad de entender lo que ocurría a su alrededor, el hombre antiguo recurría a los dioses.
Principales dioses de la religión en Mesopotamia
El panteón de dioses de la religión en Mesopotamia era un reflejo de la sociedad, de manera que había un soberano, una familia real, una corte y una serie de funcionarios y ayudantes. Es decir, había unas divinidades mayores o principales y otras menores. Entre los principales dioses de Mesopotamia encontramos en primer lugar a la llamada tríada sumeria, formada por Enlil (dios del agua), Anu (dios del cielo) y Enki (dios de la tierra). Sin embargo, con el tiempo y las sucesivas conquistas de los semitas (acadios, babilonios, etc.) esta tríada será sustituida por la llamada tríada semita, que estaba formada por Isthar (la Inanna sumeria), diosa del amor, la guerra y la fertilidad, Sin (dios de la luna) y Shamash (dios del sol y los astros).
Con el ascenso de Babilonia en el II milenio a.C. va a ir adquiriendo un mayor predominio el dios de la ciudad, Marduk. Finalmente, acabará por sustituir a Enlil como rey de los dioses de la religión en Mesopotamia. Es decir, aunque cada ciudad tuviera un dios principal, cuando una nueva cultura se hacía con el control de Mesopotamia, lejos de prohibir el culto a los dioses anteriores, los adoptaban e incluían en su panteón. De modo que nos encontramos con que algunos dioses tiene dos nombres, el sumerio y el semita (Isthar/ Inanna, por ejemplo).
Los templos de la religión en Mesopotamia
Como ya he mencionado, cada ciudad tenía un dios patrón para que protegiera y bendijera a sus ciudadanos. Además, esa ciudad era considerada el lugar de residencia de la divinidad (Marduk en Babilonia, por ejemplo), que vivía en el templo. Muchos reyes invertían gran cantidad de dinero en realizar trabajos para mantener, reparar o embellecer la morada del dios o diosa correspondiente.
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Pero además de servir de residencia para el dios, el templo también tenía otras funciones. El templo de la religión en Mesopotamia era un centro administrativo, donde había talleres para los ceramistas y carpinteros, lugares de almacenaje o establos para el ganado. Junto con el palacio, era el gran polo de poder en la antigua Mesopotamia. Los zigurats eran las construcciones más características de la arquitectura mesopotámica. Estaban formados por varias terrazas superpuestas, y era sobre la última de estas terrazas donde se asentaba el templo.
Los sacerdotes de la religión mesopotámica
Cada día, los sacerdotes se encargaban de realizar una serie de ritos en torno a la estatua divina. La alimentaban, aseaban y vestían e, incluso, la sacaban en procesión durante determinadas festividades religiosas, como la del año nuevo. Estos sacerdotes, hombres y mujeres, provenían de las familias de la clase alta. Como era habitual en las culturas de la época, la magia y la religión en Mesopotamia estaban estrechamente unidas. De manera que el sacerdote era al mismo tiempo un mago. Así surgieron los sacerdotes exorcistas, encargados de expulsar a los demonios que habían poseído a un enfermo, por medio de ritos de purificación.
Por último, no podemos olvidarnos de la llamada “prostitución sagrada” (III milenio a.C.), relacionada con el culto a la diosa Isthar. Consistía en el pago a una sacerdotisa para mantener relaciones sexuales con ella. Como diosa de la belleza y la sensualidad que era, se veneraba a esta diosa mediante el acto sexual. Las sacerdotisas dedicadas a ello tenían unos horarios fijos de culto. Asimismo, no eran consideradas simples prostitutas, sino que eran respetadas.
Artículo escrito por María Isabel Cubas Contreras, licenciada en Historia.
Bibliografía
Web: antiguamesopotamia.com
L. MONTERO FENOLLÓS. “Los dioses de Mesopotamia”, en Historia National Geographic. nº 124, 2014, pp.32-41.
María Isabel Cubas Contreras nació en la localidad toledana de Talavera de la Reina en 1989. Su afición por el antiguo Egipto comenzó desde pequeña. Esto la llevó a estudiar la licenciatura en Historia en la Universidad de Alcalá de Henares entre 2007 y 2012. Actualmente es bloguera de ‘’El templo de Seshat’’ y bloguera de ‘’La gaceta de Menfis’’. Además, es colaboradora habitual en la revista online “Egiptología 2.0” y en el presente blog.