INTRODUCCIÓN
Contemporáneamente a los acontecimientos que se estaban dando en la Baja Mesopotamia de los periodos de Isin-Larsa y paleobabilónico, en la Alta Mesopotamia está naciendo el que a mediados del I milenio a.C. será uno de los mayores imperios del Próximo Oriente: Asiria. Al igual que sucede al sur con Babilonia y su periodo paleobabilónico, a estos primeros siglos se les llama el periodo paleoasirio, porque es la época en la que se va gestando lo que algún día será el imperio Asirio de mediados y segunda mitad del II milenio (imperio medioasirio) y durante buena parte también del I milenio a.C. (imperio neoasirio). En la entrada anterior entró en el tablero un nuevo jugador protagonista en la Historia Antigua de Próximo Oriente: la península de Anatolia. En esta entrada explicaré más profundamente cómo era este territorio durante el periodo paleoasirio, así como su relación con Asiria.
ESTACIONES COMERCIALES ASIRIAS
En mi anterior entrada os hablé del karum de la ciudad anatólica de Kanish, en el centro este de la península, pero no hablé de las características globales de este modus operandi. El sistema, por así decirlo, colonial asirio en la península de Anatolia está formado por diez karum, que serían como las «colonias» principales, y otras diez menores, que reciben el nombre de wabartum. Estas veinte estaciones comerciales, grandes y pequeñas, karum y wabartum, se concentran en ciudades anatólicas de tres grandes zonas: en torno al Eúfrates medio y alto, en torno a la llanura de Konya, y en torna a la curva del río Halys.
LAS CIUDADES DE ANATOLIA
Debido a las condiciones de la orografía, las ciudades de Anatolia, y, por tanto, las estaciones comerciales asirias, se sitúan en zonas reducidas de espacio como en valles, llanuras entre montañas, o en depresiones. Todo esto está confirmado gracias a las investigaciones arqueológicas, según las cuales hubo una proliferación de ciudades en este territorio a comienzos del Bronce Medio. Las fuentes de conocimiento de las que disponemos en la actualidad nos permiten identificar al menos treinta ciudades, pero se cree que la cifra sería superior. Son ciudades que, por sus variados tamaños e importancia, a veces se colocan en la órbita de otras, sin que esto signifique que pierdan su independencia.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y RELACIÓN ENTRE ESTADOS
A nivel político, en cada una de estas ciudades independientes hay un palacio que sirve de sede a un rey («ruba´um» o «sarrum») que, en el caso de extender su soberanía sobre varias ciudades, se hace llamar «ruba´um rabi´um», que significa «gran rey». Además de las figuras de estos reyes, en los textos paleoasirios se mencionan otras figuras políticas importantes en este mundo anatólico. El más importante de todos sería el rabi simmiltim, «el jefe de la ciudadela», que sería especialmente importante en las mayores ciudades comerciales.
Tradicionalmente, los historiadores pensaban que Asiria mantendría un predominio político y económico en Asiria, pero actualmente esa hipótesis se ha desechado por completo, ya que ahora se sabe que las relaciones políticas de Asiria con los estados anatolios eran más o menos de igualdad. Esta equilibrada relación se basaría en la firma de tratados de amistad y alianza renovados con cada nuevo reinado en ambos sitios. Mediante estos tratados, el rey local permitía que la colonia asiria permaneciera en su territorio dedicándose al comercio, garantizándoles su seguridad en el karum y en el trayecto de idas y venidas de los porteadores. Es evidente que este sistema no es siempre tan perfecto, homogéneo y pacífico, ya que habían algunas controversias entre habitantes de las distintas ciudades o al llegar reyes al poder con formas distintas de pensar, pero grosso modo podemos decir que fue un sistema estable y que se mantuvo a lo largo del tiempo.
EL FIN DEL COMERCIO ASIRIO EN ANATOLIA
Aunque los asirios y los anatólicos permanecen indudablemente separados e independientes, tenemos datos que estarían probando la influencia y unión entre unos y otros: hubo muchos matrimonios mixtos, y algunos mercaderes asirios se construían su casa en el karum al estilo anatólico. Sin embargo, cuando llegaban a cierta edad y querían dejar la profesión, volvían a sus lugares de origen en Asiria.
Por lo que sabemos, esta situación de estabilidad política y prosperidad comercial solo duró en torno a ochenta años. A día de hoy no está del todo claro aun las causas del fin del comercio paleoasirio en Anatolia, pero se cree que este primer abandono fue por inestabilidad política en Asiria, lo que desestabilizaría y haría impracticable el sistema comercial. Sin embargo, cuando las cosas mejoraron los mercaderes asirios volvieron a Anatolia, pero ya la situación nunca sería igual. Ahora eran las provincias anatólicas las que estaban en una gran situación de inestabilidad política, sumidas en continuas guerras locales entre ellas. La proliferación de estas guerras locales (que se pueden conocer gracias a fuentes de conocimiento como la carta de Anum-Khirbi o la inscripción de Anitta) podría haber significado el fin definitivo del comercio paleoasirio en esta zona, ya que no se encontraría en Anatolia los requisitos imprescindibles de paz y estabilidad que hacían falta para llevar a cabo este tipo de actividades.