Fragmento de un artículo sobre Ramsés II originalmente publicado por mí en el número 4 de la revista Egiptología 2.0. Puedes acceder al artículo completo, y a la revista también, a través de este enlace.
Introducción a Ramsés II
Ramsés II (1279-1213 a.C.) es uno de los faraones más conocidos de la Historia del Antiguo Egipto, contextualizado en la XIX Dinastía, la primera del llamado periodo ramésida (un sub periodo del Reino Nuevo que abarca entre el 1295 y el 1069 a.C.). Durante su extenso periodo de reinado, no solo llevó a Egipto a uno de sus momentos de mayor esplendor militar, sino que realizó un vasto y monumental programa constructivo desde el Delta a la segunda catarata que incluye algunas de las construcciones más reconocidas de la Historia egipcia: las ampliaciones de los templos de Amón en Karnak y Luxor, el Ramesseum, el templo de Osiris en Abydos, los templos de Abu Simbel, la ciudad de Pi-Ramsés, una ingente cantidad de estatuas de diversos tamaños y formas…
Ramsés II en los templos de Karnak y Luxor
Los templos de Karnak y Luxor definieron la esencia y la estructura de la ciudad de Tebas, ya que su construcción implicó primero derruir numerosas casas ya existentes para luego convertirse en el foco sobre el que se fue construyendo la nueva capital.
Una de las primeras acciones del programa constructivo de Ramsés II fue la construcción de un gran patio con peristilo y un pilono en el templo de Amón en Luxor, construido por Amenhotep III y completado por los últimos reyes de la XVIII Dinastía. La fachada de este templo, orientada hacia el norte, hacia Karnak, está dominada por el pilono. Cuatro estatuas colosales del faraón de pie y dos sentado, además de dos obeliscos y cuatro mástiles de estandarte, formaban una fachada de templo clásica en la que se representa en forma de gigantesco relieve la supuesta gran victoria de Ramsés II en la batalla de Qadesh.
Entrando dentro del templo encontramos el patio, con diversas gigantescas estatuas de Ramsés II dispuestas entre los pilares de una columnata perimetral de doble fila, y dos monumentales figuras sedentes que flanquean la entrada a un pasadizo con sendas columnas papiriformes de veintiún metros de altura a ambos lados.
El otro gran emplazamiento religioso por excelencia de la Tebas faraónica es el templo de Karnak, para el que Ramsés II proyectó la unificación de sus dos puertas mediante una doble fila de columnas de veintiún metros de altura con capiteles papiriformes abiertos. Esto generó tres pasillos centrales, flanqueados por siete pasillos laterales con techos bajos soportados por columnas papiriformes de capitel cerrado.
A pesar del estado y magnitud de las ruinas, el templo de Karnak cuenta con la misma distribución y elementos que cualquier otro templo egipcio: calzada de acceso, pilono de entrada, patio de columnas, sala hipóstila, sanctasanctórum y embarcadero junto al río, obra de Ramsés II.
Ramsés II y el Ramesseum
Situado en la necrópolis de Tebas, en la ribera occidental del río Nilo, el templo funerario de Ramsés II, el Ramesseum, (la «Casa del millón de años de Usermaatra Setepenra, que une la ciudad de Tebas con el reino de Amón«) fue construido al norte del templo de Amenhotep III, en torno al pequeño templo dedicado a su madre, Tuya, y extendiéndose a lo largo de diez hectáreas. Consta de una estructura típica con dos pilonos, dos patios, la sala hipóstila, las antecámaras y el santuario junto a la sala de la barca sagrada, además de las dependencias y estancias secundarias situadas en el recinto, entre ellas el templo de Tuya y el palacio.
Aunque está en un gran estado de deterioro, se puede apreciar que la gran sala hipóstila repite el mismo esquema de Karnak: a ambos lados de las tres naves centrales elevadas, con sus respectivas columnas de capiteles papiriformes abiertos, se encuentran las naves laterales más bajas y con capiteles papiriformes cerrados, todas soportando un techo con representaciones estelares sobre un fondo azul.
Mientras los relieves de los muros del interior del templo solo recogen temas religiosos, los de los muros exteriores muestran escenas de acontecimientos históricos: por un lado, los del muro oriental recogen el asalto al fuerte de Dapur, acontecido en el octavo año de reinado del faraón; por otro lado, en los del muro a la izquierda del extremo sur de la sala hipóstila, se puede ver a Ramsés II acercándose a la divina pareja de Amón y Mut para recoger la espada curva y la hoja de palma que le ceden como símbolos de la realeza.
En otros relieves interiores se puede ver cómo Horus da la vida al rey, o cómo éste hace una ofrenda a Amón, Khonsu, Hathor y Ptah. En los muros este y oeste del Ramesseum se alzan pilares osiríacos con la estatua del faraón adosada a una de sus caras. Rodeando el templo se encontraban los talleres, establos, almacenes y apartamentos de los funcionarios, construidos con ladrillos de adobe crudo que se conservan bien en la actualidad.
Ramsés II y el templo de Osiris en Abydos
Faraones de la XIX Dinastía como Seti I y Ramsés II mostraron un gran interés por Osiris, el dios de los muertos y la resurrección, construyendo un templo en Abydos. Afortunadamente, los relieves de este templo, el Osireion, se conservan bastante bien, por lo que se puede obtener una visión de conjunto de la iconografía, que contiene gran cantidad de detalles sobre la deificación póstuma del faraón.
Siguiendo el modelo del Ramesseum, mientras que en el interior del templo predominan los temas religiosos, con procesiones sacerdotales y sacrificios de animales, los muros exteriores están decoradas con escenas históricas, como las de la batalla de Qadesh. Por otro lado, en la parte inferior de los muros de la sala hipóstila los relieves representan personificaciones de los nomos del Alto y Bajo Egipto, contando cada uno con su nombre en la parte superior y llevando en sus brazos ofrendas de tierra. Además, cabe destacar que, tanto en el templo de Seti I como en el de Ramsés II, hay listas de todos los reyes egipcios, remontándose hasta los inicios de la Historia egipcia.
Durante gran parte de la Historia egipcia, las tumbas reales se decoraban con textos y escenas sacados del Libro de Amduat, el principal texto funerario egipcio en el que se detallaba el viaje nocturno de la barca solar a lo largo de la docena de horas de la noche.
Sin embargo, a partir del Reino Nuevo (concretamente, aparece por primera vez en la tumba de Horemheb, último rey de la XVIII Dinastía) se empezaron a adoptar otros textos funerarios, como el Libro de las cavernas, que solo se representó en el Osireion y en unas pocas tumbas de la dinastía XIX y XX del Valle de los Reyes. Su temática es similar a la del Amduat, puesto que la barca solar recorre el mundo subterráneo durante la noche atravesando una docena de cavernas o cuevas.
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Sin embargo, se diferencian en que el Libro de las cavernas sustituye las notas acerca del uso del mismo libro por observaciones acerca de cómo debían ser las ofrendas. Otra notable diferencia estriba en las propias cavernas representadas como separación de cada división/hora, ya que cada una de éstas está vigilada por tres seres, todos ellos con un nombre que el difunto debe conocer si quiere atravesarlas. Y una tercera diferencia fundamental se encuentra en la barca solar, donde solamente se hallan dos dioses, Sia y Heka, junto con el dios del sol, mientras que en el Amduat hay más miembros en la barca.
Fragmento de un artículo sobre Ramsés II originalmente publicado por mí en el número 4 de la revista Egiptología 2.0. Puedes acceder al artículo completo, y a la revista también, a través de este enlace.