Saltar al contenido
HISTORIAE

Las cartas de Amarna

Fragmentos de un artículo sobre las Cartas de Amarna publicado por mí en el número de la revista Egiptología 2.0., correspondiente al mes de enero de 2021. Puedes acceder al artículo entero, y al resto de la revista, a través de este enlace.

Introducción

El periodo de Amarna (1347 – 1336 a.C.) supuso, sin duda alguna, una de las etapas más singulares de la historia del antiguo Egipto. El establecimiento de la capitalidad egipcia en un territorio totalmente virgen hasta el momento, la revolución artística en las representaciones del faraón y su familia o los cambios introducidos en el mundo religioso son algunos de sus aspectos de mayor peso, pero no los únicos. A finales del siglo XIX, una campesina descubrió por casualidad las llamadas cartas de Amarna, un archivo de documentación contemporáneo a Amenhotep III (1390 – 1352 a.C.) y Amenhotep IV/Akhenaton (1352-1336 a.C.) que se ha convertido en un gran tesoro de la egiptología. En este artículo vamos a tratar de resumir qué son las cartas de Amarna, cuáles son las temáticas que tratan sus contenidos o quiénes son los protagonistas que nos hablan a través de ellas.

Reconstrucción en 3D del aspecto que debía tener parte de la ciudad donde se guardaban las cartas de amarna
Reconstrucción en 3D del aspecto que debía tener parte de la ciudad de Amarna (Fuente: Amarna 3D)

¿Qué son las Cartas de Amarna?

Hacia el 1347 a.C., en su quinto año como soberano, Amenhotep IV dio un giro radical a su reinado al cambiarse el nombre: pasó a llamarse Akhenaton, que literalmente significa «aquel que actúa efectivamente en bien de Atón«. Como parte de su programa revolucionario, el faraón trasladó la capitalidad del país a una ciudad de nueva creación en un territorio nunca antes habitado: Tell el-Amarna, conocida originalmente como Akhetaton, es decir, «horizonte de Atón».

Al mismo tiempo que miles de personas de distinta condición se trasladaron a vivir a Amarna, también lo hicieron los principales funcionarios del reino. Con ellos viajaron los documentos que integrarían el gran archivo de Tell el-Amarna, ubicado en la llamada Casa de la Correspondencia del Faraón. Las misivas del archivo de Amarna están grabadas en escritura cuneiforme y en acadio, una de las lenguas francas para las relaciones internacionales. El lenguaje utilizado en estas tablillas de arcilla huye de los formalismos y se adentra a analizar directamente cuestiones como la situación política de los reinos, las alianzas matrimoniales, las disputas y cordialidades diplomáticas, informes bélicos…

Ejemplo de cinco cartas de Amarna expuestas en Londres
Ejemplo de cinco cartas de Amarna expuestas en el Museo Británico de Londres (Fuente: Wikimedia Commons)

Para llegar a su destino, eran transportadas por funcionarios que en ocasiones tenían que caminar cientos de kilómetros para cumplir su misión. El hallazgo de las primeras cartas se produjo de manera fortuita durante las excavaciones ilegales que el anticuario Farag Ismain estaba realizando en la zona a mediados de 1887. Poco después, las excavaciones del egiptólogo William Flinders Petrie empezarían a sacar a la luz nuevas cartas a medida que se identificaban los restos de la Casa de la Correspondencia del Faraón. Desconocemos la cantidad aproximada de tablillas que debió de albergar en la cumbre del periodo amarniense, pero en la actualidad conservamos cerca de cuatrocientas que están distribuidas entre el Museo Británico de Londres, el Museo Antiguo de Berlín y el Museo de El Cairo.

Contenido de las cartas de Amarna

El factor fundamental que hace tan valioso el archivo de Amarna es su singularidad, puesto que es el único conjunto de textos diplomáticos que nos ha legado la civilización del Nilo. Las cartas son un testimonio excepcional de las relaciones internacionales de Egipto con las grandes potencias del Oriente Próximo de finales del reinado de Amenhotep III, todo el reinado de Akhenaton e inicios del de Tutankhamon (1336 – 1327 a.C.). Entre otros, participan en esta red de correspondencias los gobernadores de enclaves tan importantes como Babilonia, Mittani, Ugarit, Tiro, Jerusalén, Qadesh, Sidón, Biblos, Amurru

Los escribas que se encargaban de escribir las cartas de Amarna que luego llevarían los embajadores también ejercían un papel fundamental al trabajar muchas veces como traductores. Al fin y al cabo, de la precisión de la traducción dependía que el mensaje llegara tal y como debía llegar. Una entonación incorrecta o una palabra mal traducida podía generar un malentendido que derivara en un conflicto internacional.

Fragmento de una de las cartas de Amarna entre Tushratta de Mittani
Fragmento de una de las cartas entre el rey Tushratta de Mittani y el faraón egipcio (Fuente: Wikimedia Commons)

¿De qué tratan las cartas de Amarna?

Dentro de las cartas de Amarna, una de las peticiones que más se repite, por parte del faraón, es la de princesas y sirvientas de cortes extranjeras. Este circuito matrimonial no era recíproco, puesto que el soberano egipcio mostraba su deseo de casarse con princesas asiáticas a la vez que dejaba claro que no estaba dispuesto a enviar fuera del reino a ninguna de sus hijas. No obstante, eso no significa que no consiguieran nada. En el caso de Babilonia, por ejemplo, sabemos que mandaba princesas a Egipto a cambio de grandes cantidades de oro.

Veamos para finalizar algunos casos concretos. Una de las cartas de Amarna señala que Amenhotep III solicitó hasta seis veces la mano de la princesa Kiluhepa de Mittani antes de que esta fuera concedida. Entonces, la princesa se trasladó a Egipto acompañada de más de trescientos sirvientos. Otra carta especifica el largo listado de bienes que el rey mittanio Tushratta (aprox., 1375 – 1350 a.C.) aportó como dote de su hija Taduhepa, quien al final viajó con 300 hombres y mujeres para su servicio personal. En otra, el rey Burna-Buriash II de Babilonia (aprox., 1359 – 1333 a.C.) se quejaba de la poca pompa y boato con el que se había trasladado a su hija al país del Nilo, como si fuera una cualquiera. Enfadado también, Kadashman-Enlil I de Babilonia (1374 – 1360 a.C.) mostraba su indignación a Amenhotep III por no querer darle a una de sus hijas como esposa.

Tablilla que contiene una de las cartas de Amarna entre el rey Burna-Buriash II de Babilonia y el faraón egipcio
Tablilla que contiene una carta entre el rey Burna-Buriash II de Babilonia y el faraón egipcio (Fuente: Wikimedia Commons)

En conclusión, las cartas de Amarna nos permiten asomarnos por una rendija de conocimiento a un mundo de reyes, princesas, cortes y enredos al que no podríamos haber accedido a través de la arqueología o los textos que se representaban en estelas, templos, tumbas o palacios. Por todos estos motivos, este archivo supone una de las fuentes de conocimiento más relevantes que tenemos a la hora de reconstruir la relación de fuerzas políticas existentes en Egipto y Próximo Oriente en el siglo XIV a.C. en particular y en el Reino Nuevo egipcio en general.

Fragmentos de un artículo sobre las Cartas de Amarna publicado por mí en el número de la revista Egiptología 2.0., correspondiente al mes de enero de 2021. Puedes acceder al artículo entero, y al resto de la revista, a través de este enlace.

Bibliografía

GOLVIN, J.C. (2017): Ciudades del mundo antiguo. Madrid: Desperta Ferro.

LIVERANI, M. (2012): El antiguo Oriente. Historia, sociedad y economía. Barcelona: Crítica.

LULL, J.: «El archivo de Amarna: las cartas del faraón», en Historia National Geographic, nº 193, pp. 38-49.

PADRÓ PARCERISA, J. (2019): Historia del Egipto faraónico. Madrid: Alianza editorial.

SHAW, I. (2014): Historia del Antiguo Egipto. Madrid: La esfera de los libros.

AUTORES, VARIOS (2013): Egipto. National Geographic. Barcelona: RBA.

Resumen
Las Cartas de Amarna, el gran archivo de tablillas del antiguo Egipto
Nombre del artículo
Las Cartas de Amarna, el gran archivo de tablillas del antiguo Egipto
Descripción
¿Qué son las cartas de Amarna? ¿Qué clase de contenido tratan y de qué hablan? ¿por qué es tan importante este archivo de tablillas?
Autor
Web
Historiae
Logo de la web

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: Óscar Hernández Abreu.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a Sered.net que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Comentarios (3)

Buenas tardes:
Pongo este comentario bastante cabreado. Si dicen que van a poner «cartas de Amarna», las ponen; no nos digan DE QUÉ TRATAN sino los textos auténticos, lo más exactos posible a los originales, para poder darnos cuenta de cómo escribían y qué cosas decían; ya me daré cuenta yo después de qué van. Lo fuerte es que he ido al artículo principal, en la revista, y la misma decepción: venga decir de qué tratan, y un historión de escribas y embajadores. No. Pongan los textos originales, coñe.

Responder

Excelente resumen de un tema fascinante que abre la puerta al conocimiento directísimo de personajes, acontecimientos, tragedias de una fabulosa época como fue el Bronce Final. Las cartas de Amarna son oro para nosotros los historiadores.

Responder

Sí, tienes toda la razón. Escribí este artículo porque me quedé fascinado cuando supe de su existencia. Gracias por leerme!

Responder