Introducción
Cayo Julio César (100 – 44 a.C.) es, sin duda alguna, el personaje histórico más famoso de la historia antigua de Roma. La trascendencia de todas sus conquistas militares y políticas, su relación con la reina egipcia Cleopatra VII o su famoso asesinato en los idus de marzo del 44 a.C. lo han convertido en uno de los personajes históricos más presentes en nuestra cultura popular. Buena prueba de ello son las montañas de libros en los que aparece (con la tragedia de Shakespeare y los geniales cómics de Astérix y Obélix a la cabeza) o las películas y series que ha protagonizado (las películas del director Joseph L. Mankiewicz o la serie Roma de HBO, por ejemplo). En esta serie de artículos vamos a estudiar al detalle la biografía de Julio César, empezando por una de las temáticas más desconocidas de su vida: la infancia de Julio César.
Nacimiento, familia e infancia de Julio César
El nacimiento de Julio César tuvo lugar el 13 de julio del año 100 a.C., de eso casi no hay dudas. Por el contrario, hablar en profundidad sobre sus antepasados es mucho más complicado por la escasez de fuentes al respecto. La gens Julia (es decir, la familia de Julio César) era patricia, pero nunca tuvo demasiado protagonismo en la vida pública hasta el siglo I a.C. De hecho, sabemos que debió ser una familia muy antigua, pero no conocemos a ningún Julio César hasta uno que fue pretor durante la Segunda Guerra Púnica (218 – 202 a.C.). Además, podemos afirmar que solo un miembro de la familia —Lucio Julio César en el 157 a.C.— obtuvo el consulado en el siglo II a.C.
Para trazar el árbol genealógico de Julio César, vamos a empezar por sus abuelos, Cayo Julio César y Marcia. El primero quizás fue pretor y la segunda era hija de un pretor del 144 a.C. Esta pareja tuvo como mínimo dos hijos: Cayo, cuestor y pretor, y Julia, que se casaría con el famoso Cayo Mario, siete veces cónsul. Al crecer, Cayo se casó con Aurelia, que procedía de una distinguida familia de nobles plebeyos, y tuvieron al menos tres hijos: el propio Julio César y dos chicas llamadas Julia.
Disponemos de muy poca información acerca de la infancia de Julio César, pero podemos deducir algunas cosas a partir de lo que sabemos en general de la niñez en las familias aristocráticas. Normalmente, la madre tenía un papel preponderante en los primeros años de la educación de los hijos, aunque éstos eran atendidos principalmente por siervos de la familia. Dentro de la aristocracia romana, al menos en sus primeros años, tanto niños como niñas recibían la misma educación: aprendían a leer y escribir, cálculo y matemáticas básicas. Asimismo, se les formaba en los rituales y tradiciones y en la historia de Roma, haciendo hincapié en los antepasados familiares.
La conquista romana de Egipto
La batalla de Accio
La cuarta guerra civil romana
Marco Antonio y Cleopatra
Livia Drusila, la esposa de Augusto
Sexto Pompeyo
La infancia de Julio César: una educación ejemplar
A partir de los siete años, los chicos comenzaban a pasar más tiempo con los padres para acompañarlos en sus actividades públicas. Así aprendían desde pequeños cómo funcionaba el sistema institucional de la República y adquirían el deseo de ser parte del mismo cuando fueran adultos. Al mismo tiempo, el niño podía ir a un colegio específico para aprender gramática o recibir esa formación en casa o con otros niños en el domicilio de un pariente. En el caso de Julio César, sabemos que fue educado en casa por un liberto procedente de Alejandría llamado Marco Antonio Gnipho.
En esta etapa se estudiaba con detalle la literatura en griego y latín, se aprendía retórica y se solía recibir a estudiosos y filósofos. Gracias al historiador Suetonio sabemos que el joven Julio César habría escrito en esos primeros años de juventud algunas obras líricas, pero no nos han llegado.
En otro orden de cosas, el entrenamiento físico también era sumamente importante, ya que tener una buena condición física era imprescindible para desempeñar cargos militares en el futuro. Lo más habitual era que los jóvenes aristócratas aprendieran a correr, a cabalgar, a nadar y a luchar con armas, sobre todo con la espada y la jabalina. Según lo que transmiten las fuentes, el adolescente Julio César era de constitución delgada y poco robusta, pero se habría labrado una reputación gracias a su habilidad innata para montar a caballo. Posteriormente, su destreza con las armas también sería alabada.
El joven Julio César en medio de las guerras civiles
Cuando estalló la Guerra de los Aliados (91-88 a.C.), Julio César era demasiado joven para participar, pero sí tuvo que conocerla debido a la participación de varios familiares suyos, entre ellos su padre. Años más tarde, cuando su tío Cayo Mario y Lucio Cornelio Cinna se hicieron con el poder, varios familiares lejanos de Julio César fueron ejecutados, del mismo modo que Marco Licinio Craso había perdido a los suyos.
Desgraciadamente, desconocemos cómo vivió Julio César todos esos episodios de la guerra civil romana, sobre todo teniendo en cuenta quién era su tío. De hecho, no sabemos siquiera si él y su familia estaban en la ciudad de Roma o habían huido para refugiarse en algún sitio más tranquilo. Sin embargo, más allá de los hechos convulsos que vivía la República, lo peor para César estaba a punto de llegar. Su padre murió súbitamente en el 84 a.C., lo que le convirtió de hecho en el pater familias, es decir, en el cabeza de familia. Aun no había cumplido los dieciséis años, pero la vida adulta de Julio César acababa de comenzar.
Bibliografía
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