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HISTORIAE

EL TRICENTENARIO DE LA DINASTÍA ROMANOV

Artículo sobre el tricentenario de la dinastía Romanov escrito por Luis Galan Campos, graduado en Historia.

Introducción

En este post hablaremos de cómo se llevaron a cabo las celebraciones del Tricentenario de la Dinastía Romanov en 1913. Fueron unos fastos cuidadosamente organizados por el zar y que iban a servir, por una parte, para mostrar la magnificencia de su Casa y, por otra, para reforzar su imagen pública, seriamente dañada por los hechos de 1905 y 1906.

En nuestro anterior artículo hicimos un repaso a la evolución de la  familia imperial desde el matrimonio de Nicolás y Alejandra en 1895 hasta 1913. Ese año, a pesar del cada vez más difícil contexto internacional, fue vivido con júbilo a causa de los festejos al término de los cuales Rusia estaba deslumbrada por el poderío de sus zares y los quería más que nunca; cruel ironía, la situación se invertiría radicalmente en apenas tres años.

Zar Nicolás II, el último de la dinastía Romanov
Fotografía del Zar Nicolás II

De 1613 a 1913: la Dinastía Romanov

La llegada al trono de la Dinastía Romanov se produjo con la elección como zar de Miguel I Feodorevich Romanov en 1613. A la muerte de Fiodor I (1584-1598), empieza un período de gran inestabilidad para Rusia (la Era de los Tumultos) caracterizado por la lucha entre clanes boyardos (nobles) por el trono.

Asimismo se sucedieron diversos impostores que alegando ser hijos de Fiodor I o de su padre Iván IV (1547-1584) intentaban hacerse con el trono. El colofón a tanta violencia y desorden llegó con la intervención abierta por parte de Polonia. Finalmente, tras acabar con la amenaza polaca y católica (el rechazo a Polonia no sólo se debía a que eran extranjeros sino también a que profesaban la fe católica; así, la Iglesia ortodoxa Rusa se opuso a un dominio polaco que hiciera peligrar su influencia), la Asamblea de Nobles (Zemsky Sobor) elige como zar a Miguel I, cuyo padre, un boyardo cansado de las luchas, se había unido a la iglesia y convertido en el patriarca Filareto I de Moscú.

Extenso árbol genealógico de la Dinastía Romanov
Extenso árbol genealógico de la Dinastía Romanov

El tricentenario de la Dinastía Romanov

El tema principal de estas celebraciones fue la comparación entre Miguel I, un héroe nacional, y su descendiente, Nicolás II. De hecho, se crearon muchas imágenes en postales, sellos, monedas conmemorativas y otros soportes  que muestran juntos los retratos de los dos gobernantes con la inscripción «1613-1913».

Las celebraciones empiezan el 21 de enero (calendario juliano) con un saludo de 21 salvas desde la Fortaleza de San Pedro y San Pablo y la lectura en todas las iglesias del manifiesto inaugural del soberano. Ese mismo día, la familia imperial acude en una fastuosa procesión con la Guardia Imperial de Cosacos a la Catedral de Nuestra Señora de Cazán. Después, tuvo lugar una gran recepción en el Palacio de Invierno y, por la tarde, el zar, la zarina y su hija Olga asisten a una ópera en el Teatro Mariinsky. Siguieron cuatro días de fiesta en la capital del Imperio Ruso.

Las conmemoraciones se reanudaron en Pascua. Este año, como era preceptivo el zar regalo a su esposa un Huevo de Fabergé, una pieza de joyería en forma de huevo que cada año desde 1885 el Taller Imperial de Joyería, regentado por la familia Fabergé, preparaba para el zar. En esta ocasión se preparó un huevo dorado especial apoyado sobre el águila bicéfala, emblema de la monarquía Romanov, y que incluía 18 retratos de esmalte en miniatura correspondientes a los 18 zares de esta casa habidos desde Miguel I.

Retrato de Miguel I, fundador de la Dinastía Romanov
Retrato de Miguel I, fundador de la Dinastía Romanov

Un aniversario muy caro

El 15 de mayo la familia imperial partió en un viaje de diversas etapas en tren a visitar las ciudades relacionadas con la historia de los Romanov. El tour finalizó el día 24 con su llegada a la antigua capital rusa, Moscú. En Moscú los festejos por el tricentenario de la dinastía Romanov duraron hasta el 27 de mayo. Los días 25 y 26 se ofrecieron dos cenas de aniversario con 700 y 2000 invitados. El lujo estuvo a la altura de las circunstancias. El día 25, en el banquete ofrecido en el Salón del Krémlin, se sirvieron doce platos, entre ellos: tortuga y puré de pollo con espárragos, asado de cabra salvaje con guarnición, patos y pulardas (plato principal), ensalada de pepino, postres y helado a la parisiense.

El zar estaba cansado pero feliz. Más tarde no se dudaría en culparlo del gran derroche que supusieron estos fastos a mayor gloria suya para el pueblo. Cabe decir que, a pesar de su gran tamaño, el Imperio Ruso no era en absoluto una potencia económica. La industrialización todavía era muy débil y la mayor parte de la población se ocupaba en la agricultura. De hecho, las lentas reformas modernizadoras como el ferrocarril o el incipiente tejido industrial se estaban haciendo a costa de préstamos franceses.

Esta foto corresponde a un baile de disfraces organizado por el zar en 1903 con motivo del 290 aniversario de la dinastía Romanov
Lo de las celebraciones fastuosas venía de largo en la corte rusa. Esta foto corresponde a un baile de disfraces organizado por el zar en 1903 con motivo del 290 aniversario de la dinastía Romanov (Fuente: Expansión)

Fuera de esa burbuja dorada de la corte, la situación del proletariado industrial era bastante deplorable y en Europa se mascaba la tensión. El 18 de julio se firma el Tratado de Bucarest que pone fin a la Segunda Guerra de los Balcanes (1913), otro más de los interminables conflictos en la zona. La mayoría de los países aceleraban su carrera armamentística y, ese año también, el Imperio Alemán convirtió los efectivos del estado en oro para disponer de líquido rápido. La guerra, aunque podría no haber sucedido, cada vez era más posible.

Artículo escrito por Luis Galan Campos, graduado en Historia.


       Luis Galan Campos es graduado en Historia por la Universidad de Valencia. Actualmente cursa el Máster de Formación en el Mundo Occidental en la misma universidad. Su periodo histórico de investigación es la Edad Media (s. V – XV), contando entre sus áreas de trabajo la aristocracia occidental, la ideología de las élites, la Historia de las religiones y la construcción y establecimiento de los Estados.

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