Media, en la periferia de Asiria
En el periodo comprendido entre los siglos IX y VII a.C., las fuentes de conocimiento históricas y políticas de la meseta iraní proceden sobre todo de Asiria, refiriéndose en general a la franja suroccidental. Los datos arqueológicos también son más abundantes y puntuales para esa franja, en comparación con las zonas orientales y septentrionales de la meseta. Hay que decir que los Estados mejor conocidos son: el reino de los manneos, al sureste del lago Urmia; el reino de Ellipi, en la zona del Luristán; y las tribus de los medos, origen del posterior Imperio Medo, que ocupan la zona de los Zagros, los desiertos centrales y el macizo norte del Demavend. Estas formaciones estatales contiguas al imperio asirio estuvieron sometidas en mayor medida a sus presiones e influencias, causando una transformación más rápida y avanzada del estado tribal hacia una organización política más sólida.
En lo referente a yacimientos arqueológicos, los hallazgos casuales y las excavaciones sistemáticas son lo que han hecho que conozcamos este mundo de la periferia iraní del imperio asirio. En primer lugar, la ciudad de Hassanlu es representativa de la cultura de los manneos, expertos domadores de caballos y bravos guerreros. Gracias a su investigación se han hallado palacios bastante considerables, que no están a la altura de los mesopotámicos pero sí de los urarteos.
Por otro lado, el reino de Ellipi alcanzó un nivel parecido, a juzgar por lo estudiado en la ciudad de Godin Tepe, en la que se puede ver unas importantes estructuras defensivas y de almacenamiento. Y es el que será el más importante de los tres, el reino de Media, el que cuenta con unas peores fuentes de conocimiento. Además, para esta época contamos con menos documentación para conocer los otros dos polos de desarrollo de las naciones iranias: Bactriana (que era el aglutinador político de las naciones iranias orientales) y Pérsida (es decir, Persia, que ahora por el momento es un Estado débil aplastado por la influencia de Media o Bactriana).
La formación del Imperio Medo
A mediados del siglo VII a.C., los oráculos asirios empiezan a hablar de un tal Kashtaritu, rey de los medos, correspondiente al Fraortes del que habla Heródoto, el fundador de Media como potencia. Pues bien, va a ser Kashtaritu/Fraortes (670-625 a.C.) quien va a atacar a los asirios, unir políticamente a los medos, manneos y cimerios, y lograr la sumisión de los persas, creando asó una formación política unitaria que se extiende desde el lago Urmia hasta Pérsida y desde los Zagros hasta Demavend.
A Kashtaritu/Fraortes le sucedió Ciaxares (625-585 a.C.). Su reinado estuvo caracterizado por las anexiones territoriales del reino de Media, venciendo a los escitas primero, y sumando los territorios de Bactriana y otras naciones nororientales mediante alianzas matrimoniales. En el año 614 a.C., al pie de las murallas de la ciudad destruida de Assur, selló una alianza con el rey de Babilonia, Nabopolassar (625-605 a.C.), para destruir Nínive y acabar definitivamente con el imperio asirio dos años después.
La caída del imperio asirio y la sumisión de escitas y bactrianos afianzó a Ciaxares como gran rey imperial de Media. Sin embargo, no todos iban a mostrarse tan sumisos. Ciro I, rey de Persia (620-600 a.C.), entró en contacto con los babilonios, quizá para distanciarse del reino de Media y reforzar su independencia. Pero Ciaxares fue capaz de neutralizar estas maniobras de evasión, ya que hacia el año 600 a.C. sometió a Cambises, hijo de Ciro I, hacia el 590 a.C. sometió a los armenios, y poco después se enfrentó al reino de Lidia, en la mitad oeste de la península de Anatolia.
Declive del Imperio Medo
La muerte de Ciaxares significó el fin de la expansión del reino de Media y el establecimiento de un sistema de alianzas entre los reinos supervivientes en ese momento en Oriente Próximo: Media, Babilonia, Lidia, Cilicia y Egipto. El hijo y sucesor de Ciaxares, Astiages, se encuentra en el epicentro de este sistema de alianzas matrimoniales, políticas y comerciales que se traduce en treinta años de paz para Oriente Próximo.
urante este corto periodo, la capital de Astiages, Ecbatana, se encuentra en el centro de un «imperio» que por su extensión podría ser comparable con el desaparecido imperio asirio, pero que por su organización ni siquiera podría llamarse imperio. Esto es debido a que los territorios controlados por Media no incluyen las zonas de mayor concentración demográfica, como Mesopotamia, Egipto y el valle del Indo. Por el contrario, el reino de Media controla un «imperio» de territorios bastante despoblados que habían formado parte de la periferia de otros imperios. Además, ahora el reino de Media va a tener una escasa cohesión política, ya que Astiages es incapaz de frenar durante mucho tiempo más la autonomía de las distintas naciones.
El declive de una potencia que casi de la noche a la mañana pasó de no ser nada a controlar el mayor imperio próximo oriental, y de nuevo a no ser nada, llegó con el auge irrefrenable de los persas de Ciro II el Grande, que en el transcurso de unos años (553-550 a.C.), se rebelan contra los medos y pasan de ser los dominados a ser los dominadores. Teniendo en cuenta el territorio histórico que han ocupado hasta ahora, el antiguo reino elamita, Ciro II el grande aprenderá de las experiencias políticas y organizativas de Elam para dar inicio a uno de los mayores imperios de la Historia, el Imperio Persa.
Bibliografía
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