Artículo sobre la Guerra Civil Española publicado por mí en la web de QueAprendemosHoy el día 24/11/2016.
Introducción
La guerra civil española (1936-1939) es uno de los peores conflictos bélicos que ha sufrido nuestro país a lo largo de la Historia, y no solo por el número de víctimas o territorios arrasados, sino por la crudeza y virulencia de una guerra que enfrentó a miembros de un mismo país, y que se libró mucho más allá del campo de batalla, en las casas y en los pueblos de cada región de la geografía española. En las siguientes entradas vamos a ver una breve Historia de esta contienda, no ahondando tanto en las batallas, sino más bien en los grandes enfrentamientos civiles o ideológicos.
La Guerra Civil Española, un conflicto ideológico
La Guerra Civil Española también fue una guerra entre el catolicismo español más arraigado y el anticlericalismo español más radical. La Iglesia vio la Guerra civil como una cruzada religiosa ultra católica y patriótica para recuperar todo el poder perdido durante los años de la República, por lo que pronto se alió ideológicamente con el bando sublevado. Así, justificaron con mucha retórica la guerra como un conflicto necesario, y cuando todo el bando sublevado se agrupó en torno a la figura de Francisco Franco, la Iglesia se encargó de idealizarlo como el salvador que necesitaba la patria. De este modo, se usaba la retórica para identificar inseparablemente el ser español con ser católico. En este lado de la contienda, una especialmente dura represión hubo contra los maestros republicanos, por haber robado el monopolio que la Iglesia tenía sobre la educación.
En el otro bando del conflicto se encontraba el anticlericalismo más radical, un movimiento muy fuerte en los primeros meses de la guerra y en aquellas zonas donde el golpe de Estado había fracasado. Entre sus principales acciones, llevaron a cabo la quema de múltiples iglesias y monasterios, asesinando a miles de eclesiásticos de todo tipo, ya que los veían como un sector extremadamente corrupto de la sociedad. De ahí la necesidad de quemar las estructuras de la Iglesia, dado el carácter purificador del fuego.
Por lo general, se perdonaba mucho más la vida a las monjas, ya que se pensaba que vivían en los conventos bajo coacción y había que liberarlas de su prisión. Entre otras cosas, también ocuparon cementerios para desenterrar cuerpos de eclesiásticos con el objetivo de robar las posibles piezas de valor que se llevaran a la tumba, realizaron mofas carnavalescas de la liturgia y ceremonias religiosas, o cambiaron todo tipo de nombres de lugares con alusiones religiosas. No obstante, no todos los eclesiásticos corrían la misma suerte, ya que muchos de ellos se salvaron de los ataques anticlericales por ser claramente afines a la República.
La Guerra Civil Española, un conflicto de modelos políticos
La guerra civil española como un escenario simbólico de la lucha internacional entre fascismo (Italia y Alemania), democracia (Gran Bretaña y Francia) y comunismo (URSS) es sin duda una de las temáticas de estudio más interesantes. Partiendo del clima internacional muy poco favorable en el que se desarrolló la II República (los efectos devastadores del Crack de la Bolsa de 1929, el ascenso al poder de potencias fascistas como Italia y Alemania, la política de apaciguamiento francobritánica…), hay que decir que ésta se vio totalmente sola en los primeros momentos de la guerra, hasta que pudo reconstruir su cuerpo diplomático. De hecho, no fue hasta octubre de 1936 cuando comenzó a llegar la ayuda militar de la URSS: unos 700 aviones, 400 carros de combate, y 2000 expertos en esta maquinaria de guerra.
En muy menor medida, países como México o Checoslovaquia también apoyaron la república. Además, se inició un suministro de alimentos y combustible que prácticamente no pararía durante toda la guerra. Por el contrario, los sublevados contaron rápidamente con el apoyo de las potencias fascistas, ya que a Hitler le interesaba tener un aliado en España para poder atenazar a Francia en la guerra que se avecinaba.
A nivel financiero, los costes de la guerra fueron similares para ambos bandos (en torno a los 715 millones de dólares), aunque no con los mismos resultados. La República tomó la polémica decisión de trasladar sus reservas de oro del Banco de España a la URSS para financiar la ayuda soviética, recibiendo como agradecimiento un armamento y unos carros de combate anticuados. En el otro lado de la contienda, los sublevados recibieron de Alemania una financiación mucho más flexible y la más avanzada tecnología militar del momento, ya que el conflicto español les sirvió como campo de experimento para lo que sería la II Guerra Mundial.
En el terreno de la cantidad de tropas, la principal ayuda de la República fueron los 35.000 voluntarios de las Brigadas Internacionales comunistas europeas llegados de más de 50 países, mientras que Franco, que solo tenía unos 1500 voluntarios, contó con los 19.000 soldados alemanes regulares de la Legión Cóndor y los más de 75.000 soldados italianos aportados por Mussolini, haciendo un total de 200.000 combatientes a favor de la causa franquista.
Bibliografía
CARR, R. (2006): España 1808-1975. Editorial Ariel Historia, Barcelona.
CASANOVA, J. (2013): España partida en dos : breve historia de la Guerra Civil española. Editorial Crítica, Barcelona.
Artículo sobre la Guerra Civil Española publicado por mí en la web de QueAprendemosHoy el día 24/11/2016.