Fragmento de un artículo publicado originalmente por Fran Navarro en la web de Historia antigua Akrópolis el día 28/07/2015.
La arquitectura griega está al servicio de los ideales antropocéntricos y su objetivo es construir edificios adecuados a las necesidades del hombre e integrarlos en conjuntos urbanos organizados en torno a una plaza pública o ágora (antecedente del foro romano). Algunos edificios son las stoas, gimnasios, palestras, bouleterion, odeones, hipódromos, estadios, teatros, etc. Por otra parte, la arquitectura griega antepone la belleza y la perfección al colosalismo y para alcanzarlas aplica lo que se conoce como orden arquitectónico; un conjunto de reglas racionales que serían heredadas por los romanos y por el Renacimiento y que tiene como elemento clave la columna cuyo diámetro es el módulo para calcular las proporciones de todo el edificio. Se emplearon tres órdenes:
El orden dórico nos refleja en su solidez y sobriedad la virilidad de los guerreros dorios; ellos lo crearon en el siglo VII en el Peloponeso y alcanzó su madurez en el período clásico (siglos V-IV). Su columna, sin basa, tiene un fuste muy grueso, de siete diámetros de altura y acanalado por veinte estrías cortantes. El capitel, precedido de collarino, está formado por el equino y el ábaco. El entablamento tiene arquitrabe liso, friso de metopas y triglifos con gotas, rematado por una cornisa volada decorada con mútulos.
El orden jónico, más esbelto, elegante y decorativo fue creado en las colonias jonias de Asia Menor en el siglo VII y alcanza su plenitud en el período clásico. Su columna tiene basa formada por molduras cóncavas y convexas, fuste delgado de diez diámetros de altura y acanalado por veinticuatro estrías sin aristas. El capitel presenta dos volutas, un anillo de perlas y una corona de ovas. El entablamento tiene arquitrabe de tres bandas, friso corrido con relieves y cornisa volada, decorada con ovas y dentículos.
El orden corintio es el más decorativo. Surge en el Peloponeso durante el siglo V y su mayor difusión se da en el período helenístico (siglos III-I a.C.). Es similar al jónico pero su capitel es un cestillo floral de pequeñas volutas angulares y hojas de acanto. Hay que citar además un orden cariático cuyas columnas son figuras femeninas (cariátides) o masculinas (telamones o atlantes). En él se inspirarán las portadas y los claustros medievales.
Veamos ahora más detenidamente los distintos edificios que encontramos en la arqueología griega. Como las stoas: para lo cual podemos tomar como referencia la stoa de Átalo en Atenas, totalmente reconstruida. Stoa podría traducirse como pórtico, justo lo que representa con su doble nave rectangular y dos columnatas. Solía formar parte de gimnasios o jardines ejerciendo una función de espacio público. En el caso de la stoa de Átalo, se encontraba al este del ágora ateniense y como espacio que resguarda del sol y la lluvia también pudo ser empleados con fines comerciales, alojando puestos de comercio. Como anécdota, apuntar el origen de la palabra estoicismo en esta construcción, ya que en un edificio de estas características impartía sus clases el filósofo Zenón de Citio.
Las palestras eran los lugares usados para practicar la lucha. Solían estar cerca de gimnasios que quienes se complementaban para formar a los atletas que luego demostrarían su potencial físico en los estadios como los de Olimpia, cuna de los Juegos que se siguen celebrando hasta nuestros días. Los bouleuterion son construcciones a modo de gradas formando un cuadrado abierto por uno de sus lados habitualmente. Era el lugar donde se reunía la boulé, o consejo de los 400 creado por Solón en el año 594 a.C. También construyeron odeones y teatros. Se asemejan bastante a lo que hasta hoy usamos para la misma función; una grada enfocada al escenario donde se representaban desde obras de teatro a conciertos pasando por recitales de poesía. Incluso una unión de estas artes formaba un gran espectáculo. La diferencia entre teatro y odeón es que éstos últimos suelen ser de menor tamaño y estar techados, bien todo el recinto o parcialmente.
Bibliografía
ROBERTSON, D.S. (1981): Arquitectura griega y romana. Ed. Cátedra, Madrid.
MARTIN, R. (1989): Arquitectura griega. Ed. Aguilar, Madrid.
SPAWFORTH, T.: Los templos griegos. Ed. Akal, Madrid.
Fragmento de un artículo publicado originalmente por Fran Navarro en la web de Historia antigua Akrópolis el día 28/07/2015.