Entrevista a Pedro Cifuentes
Hoy tenemos el placer de contar en esta sección de entrevistas con un representante maravilloso del colectivo de los profesores de sociales en educación secundaria. Pedro Cifuentes, bienvenido a la web Historiae. ¿Qué tal se encuentra?
Pues todo lo bien que se puede encontrar uno estos días, en medio del panorama de incertidumbres por el que transitamos todos.
Antes que nada, me gustaría mostrarle mi admiración por su trayectoria profesional. Más allá de sus libros, de los que ahora hablaremos, usted es licenciado en Humanidades y Patrimonio por la Universitat Jaume I y profesor de Ciencias Sociales para cursos de la ESO en el instituto Miquel Peris i Segarra del Grao de Castellón, además de miembro del Comité Coordinador de la Red de Docentes para el Desarrollo. Su gran labor como docente se ha visto reconocida con el Premio Nacional de Educación para el Desarrollo (2010), el Premio Materiales Didácticos Comunitat Valenciana (2011) y el Premio al Profesor Destacado de la Generalitat Valenciana (2019). Aparte, realiza habitualmente charlas y ponencias sobre innovación educativa, shows de sketching en vivo, talleres sobre Visual Thinking o ludificación en el aula. ¿Cómo se lleva lo de compaginar las clases en el instituto con el dibujo de cómics y sus otras actividades?
Cuando el “boom” de “Historia del arte en cómic” con la autoedición explotó pasé unos meses muy malos porque no sabía organizar todo lo que se me venía encima. Como apuntas, los cómics no son mi actividad profesional. Era muy complicado gestionarlo todo y compaginarlo con un niño de menos de dos años.
Por suerte, el tiempo va poniendo las cosas en su sitio. Así empiezas a generar rutinas, a trabajar con disciplina y a decir que no en esos casos donde, sintiéndolo mucho, debes negarte porque tu cuerpecito serrano ya no da para más. En mi caso eso sucedió el pasado verano. Padecí un pequeño susto de salud que me hizo replantearme las cosas.
Aunque ha publicado varios libros antes («Los profesores somos gente honrada», «Los objetivos del milenio en cómic», «Historias de Vida» y «Convivencia y conciencia»), ahora tiene un gran éxito en la prestigiosa editorial Desperta Ferro gracias a su colección «Historia del Arte en cómic», que recientemente ha lanzado su segundo volumen dedicado a la Edad Media. ¿Cuáles cree usted que son los factores que explican el éxito de estas obras?
Además de la novedad que supone abordar un tema como es la Historia del arte mediante el cómic, yo creo que buena parte de lo que llama la atención es el desarrollo de las capacidades didácticas de las viñetas. Es una obra bastante pionera en ese sentido (aunque me avergüenza admitirlo).
Por otro lado, trato de acercarme al lector respetando su inteligencia, planteándole un tema divertido pero sin rebajar para nada el nivel. Se supone que funciona con chavales de ESO en adelante, pero lo puede leer cualquiera para disfrutar de un buen rato (o eso creo yo, claro).
Sin duda, lo que más me gustó del primer volumen de «Historia del Arte en cómic» cuando lo leí fue su carácter totalmente divulgativo y ameno, muy lejos de los tediosos y obsoletos libros de texto. En este sentido, ¿qué cree usted que sigue haciéndose mal en los institutos para que la historia no interese al alumnado?
Hace ya trece años, cuando comencé a trabajar como docente, me di cuenta de algo importante: es necesario renovar la epistemología de las ciencias humanas y sociales, pues todavía nos referimos a ellas como si estuviéramos en el siglo XIX. Por eso han dejado de ser atractivas para buena parte del alumnado, que se reencuentra con ellas en su etapa adulta. Hay muchos ejemplos por las redes sociales de gente que persigue lo mismo. Yo lo intento mediante los cómics, pero hay quien utiliza dinámicas de gamificación… lo importante es despertar ese «sentido de la maravilla” en los chavales que nunca debieron perder.
¿Cómo le surgió la idea de hacer un recorrido en formato de cómic por la historia universal del arte? ¿Cómo vivió la experiencia de crowdfunding, previa a la publicación de la obra en la editorial Desperta Ferro?
Como sabrás, moví el proyecto por diversos canales antes de decantarme por el crowdfunding. Nadie entendía mi idea y su éxito me dio la razón, pero… casi acaba conmigo. Tenía mi pequeña buhardilla tan llena de cajas que parecía el almacén de “Indiana Jones en busca del arca perdida”. Fueron meses muy complicados. Por suerte, Desperta Ferro entró en juego. No se me había ocurrido contar con ellos porque apenas tenían un par de títulos en cómic. Sin embargo, resulta que llevaban un tiempo buscando algo así y el flechazo fue instantáneo.
Como apasionado de los cómics que es, ¿qué otros cómics de temática histórica recomienda a sus alumnos y cuáles recomienda a sus amigos adultos?
Yo creo que hay un cómic para cada edad. Recomendar tebeos así, a la ligera, sin conocer a los lectores ni sus necesidades, me parece un poco descabellado. Lo que sí puedo recomendar es que los lectores buceen en la amplia vastedad de títulos que hay publicados, que se informen… y que prueben siguiendo su intuición. Esa es la mejor manera de empezar a leer tebeos. No se equivocarán nunca.
Uno de los múltiples premios que usted ha recibido es el Premio Nacional de Educación para el Desarrollo (2010). En materia de calidad e innovación educativa, ¿qué cree que falta por hacer en España?
Abordas un tema controvertido, sobre todo porque estamos atravesando una crisis que ha puesto sobre el tapete las debilidades del sistema. Es evidente que nuestro sistema educativo necesita una gran renovación en todos los aspectos, tanto en materia de innovación como en temas organizativos. Por desgracia, llevamos a rastras infinidad de reformas educativas. Dudo mucho que el actual proyecto vaya a ser definitivo, puesto que aquí todo el mundo pone tiritas en la herida y cada vez va empeorando más la cosa.
Además de su labor como docente y escritor, usted es miembro del Comité Coordinador de la Red de Docentes para el Desarrollo. ¿Cuáles son las actividades desarrolladas en esta asociación y cómo valoraría su participación en ellas?
La Red de Docentes en Educación para el Desarrollo nace vertebrada por el MECD y AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) y realiza (o realizaba, que ahora está todo muy parado…) diversas acciones a lo largo del año para concienciar en la importancia que tiene este tipo de enfoques en la escuela del siglo XX: Los objetivos de desarrollo sostenible, la agenda 2030… son temas que van a afectar a nuestro alumnado y que, por lo general, pasamos casi de tapadillo por el aula, así que nuestro objetivo es buscar medios para que sean más visibles.
Para bien o para mal, vivimos en un país en el que la apología de la ignorancia y la falta de interés por la formación y lo que pasa en el mundo parece que están a la orden del día en nuestras juventudes. En este ambiente social, ¿qué le gustaría decirle a cualquier adolescente medio de España para motivarlo a llegar lo más lejos posible en su formación intelectual y académica?
No estoy de acuerdo con esa afirmación, que suele ser una especie de mantra en los medios de comunicación. Los chavales que tengo en el aula suelen mostrar interés, suelen encerrar personas concienciadas, pero claro, son adolescentes en edad de formarse, y en su formación entran infinidad de factores que no controlamos.
Los chavales han de buscar su propio camino, informarse, aprender a elegir de una forma crítica. Sin embargo, en muchísimos casos esta elección se va anestesiando por las dinámicas que tiene el día a día y que en ocasiones trascienden la educación: problemas familiares, desinterés, brecha económica…
Resulta muy reduccionista apuntar únicamente a las aulas. En este barco nos movemos todos los agentes sociales. Me gustaría pensar que con un objetivo común. Por ese motivo, yo creo que nunca está de más apelar a los clásicos y ponernos un poco socráticos. Con todo lo que está cayendo, con las dificultades que surgen por el camino… me gustaría que se atrevieran a pensar.
En este momento apenas estamos empezando a ver la luz al final del túnel tras los meses de confinamiento y paralización económica que hemos vivido debido a la pandemia de coronavirus. Particularmente, ¿cómo ha afectado esta situación a su trabajo como profesor de instituto? ¿también afectó al proceso de distribución del volumen dos de «Historia del Arte en cómic»?
Estos meses de trabajo han sido horribles: hemos aprendido a salto de mata, nos faltaban recursos… y sustituir el “olor a pasillo” por unos cuantos minutos en una videoconferencia grupal es un remiendo muy pobre. Por suerte, creo que si volvemos a empezar de nuevo con los confinamientos lo haremos mucho mejor. Hemos aprendido. Respecto al cómic, la situación afectó directamente, pues debía salir en el mes de abril. Sin embargo, Desperta Ferro tuvo claro que lanzarlo online beneficiaba a los grandes tiburones y fastidiaba al resto, así que acertaron en proteger a las librerías y distribuir el tebeo a partir de junio.
De cara al futuro cercano, ¿cuáles son los próximos proyectos profesionales de Pedro Cifuentes? ¿cuándo veremos publicado el próximo volumen de «Historia del Arte en cómic»?
El volumen dedicado al Renacimiento está siendo complicado de planificar, pero aparecerá el próximo año. Del mismo modo, estos meses he finalizado otro proyecto con otra editorial que debía salir en noviembre pero se ha retrasado hasta abril. En cierto sentido, su temática es muy similar a la de «Historia del Arte el cómic», pero también resulta muy diferente. Veremos qué os parece pasado el invierno.
Seguro que nuestros lectores se lo están preguntando ahora mismo. ¿Cómo podemos seguirle en las redes sociales? ¿participa en algún canal de Youtube o programa de podcast?
Durante mucho tiempo llevaba al día un blog llamado “Pizarra con garabatos”, pero últimamente me muevo por Twitter bajo el nombre de usuario @krispamparo. Pienso que en esto de las redes sociales es importante simplificar, así que la principal herramienta de trabajo es la red del pajarito azul.
Pedro Cifuentes, muchísimas gracias por todo. Ha sido un maravilloso placer que hayas estado aquí con nosotros. Te deseamos que sigas cosechando tanto éxito con tus clases y tus libros como hasta ahora. Realmente nuestros jóvenes necesitan iniciativas tan buenas como la suya.
Muchas gracias a vosotros por la invitación.