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HISTORIAE

Crítica de «La guerra de Stalin»

Datos técnicos

Título: «La guerra de Stalin. Una nueva historia de la II Guerra Mundial»

Autor: Sean McMeekin

Editorial: Ciudadela

Edición: Madrid, 1ª edición, 2022

Nº de páginas: 797 páginas

Crítica de La guerra de Stalin, de Sean McMeekin

Las salvajes e inhumanas atrocidades perpetradas por los nazis, así como su mayoritaria presencia en Europa, han hecho que la divulgación histórica de la II Guerra Mundial girara casi siempre en torno a ellos, descuidando en parte a los otros países que lucharon en su bando: la Italia de Benito Mussolini, el Japón de Hirohito… y la URSS de Stalin.

La Unión Soviética terminó la guerra en el bando de los Aliados y por ello se benefició de la victoria de estos, pero no podemos olvidar que al principio de la guerra su principal aliado era la Alemania de Adolf Hitler. De hecho, hasta finales de 1940 (cuando ya llevaban más de un año de guerra) hubo negociaciones para que la URSS se convirtiera en el cuarto miembro del Eje.

Esta perspectiva de la contienda, centrada en la URSS y en los frentes oriental y pacífico, es la abordada en la obra La guerra de Stalin: una nueva historia de la II Guerra Mundial, publicada por Sean McMeekin en la editorial Ciudadela. En ella, este doctor en historia contemporánea trata de demostrar su tesis principal: la II Guerra Mundial no fue la guerra de Hitler, sino la guerra de Stalin.

Tal y como expresa el propio McMeekin en su prólogo, no pretende hacer una biografía de Stalin o una historia militar del frente oriental, sino reexaminar el conflicto en su conjunto para ver con nuevos ojos el papel jugado por el líder soviético y su cúpula en los años de la guerra, sus precedentes y sus consecuencias.

En noviembre de 1940, los ministros de asuntos exteriores de la URSS y Alemania se reunieron para la negociar la unión de la Unión Soviética como cuarto miembro del Eje. Este es uno de los temas tratados en el libro La guerra de Stalin, de Sean McMeekin
En noviembre de 1940, los ministros de asuntos exteriores de la URSS y Alemania se reunieron para la negociar la unión de la Unión Soviética como cuarto miembro del Eje (Fuente: Wikimedia Commons)

Esta tesis se explora a lo largo de treinta y cuatro capítulos divididos en seis partes, formando un total de unas seiscientas páginas. En ellas se puede hacer un viaje por la historia que nos llevará desde la revolución rusa de 1917 hasta la rendición de Japón en 1945 y más allá, prestando especial atención al pacto Ribbentrop-Molotov o a la Operación Barbarroja, entre otras cosas. Por el camino, se hace hincapié en los roles jugados por líderes occidentales tan famosos como Winston Churchill o Franklin Roosevelt, que aceptaron sin muchos peros todas las demandas soviéticas solo para derrotar a Alemania.

El principal punto fuerte de la obra es el abundante uso de fuentes primarias, muchas de ellas inéditas, procedentes de archivos de Polonia, Rusia, Bulgaria, Alemania, Nueva York, California, Washington, Londres, París… Son decenas de páginas dedicadas exclusivamente a desvelar cada uno de los documentos, ya sean primarios o secundarios, leídos en varios idiomas y usados para apoyar sus ideas.

Por si todo esto no fuera suficiente, La guerra de Stalin de Sean McMeekin cuenta con medio centenar de imágenes en blanco y negro —entre fotografías y mapas históricos— y un extenso índice analítico que ayudan a redondear aun más una obra ya notable. Por estos y muchos otros motivos, creo que cualquier aficionado o profesional de la historia de la Segunda Guerra Mundial debería clicar en el enlace de abajo para comprar La guerra de Stalin de Sean McMeekin en Amazon. Sapere aude.

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Comentarios (2)

No es exacto lo que están publicando . Rusia y Alemania nunca fueron aliados, firmaron un pacto de no agresión ( pacto Molotov-Ribbentrop), que no es lo mismo.
Y es verdad que se repartieron Polonia, pero nunca fueron aliados. Y desde 1941 con la implementación de la “Operación Barbarroja” por parte de los Alemanes , y desde que ya había caído Europa, con excepción de Inglaterra, Rusia fue el único país Europeo que siguió luchando contra los ejércitos de Hitler. Porque USA aún no participaba en la guerra.

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De acuerdo Hugo Reyes Bravo. Estamos ante un avance del negacionismo y el revisionismo interesado en contarnos otra historia. Debemos ser mucho más exigentes con los datos históricos o terminaremos dándole un Nobel post mortem a Josef Mengele por su aporte a la ciencia.

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