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HISTORIAE

Las conquistas de Alejandro Magno

Mapa de la máxima extensión del imperio de Alejandro Magno

Introducción

Alejandro III de Macedonia (356 – 323 a.C.), más conocido como Alejandro Magno, es uno de los personajes históricos más atractivos de estudiar no solo de la Historia antigua, sino de la Historia en general. Su breve pero intensa vida, la trascendencia de todas sus conquistas y victorias, y el cambio radical que provocó en todo el mundo ha propiciado que en los últimos siglos se hayan publicado miles de estudios sobre todo lo referido a su vida y obra. Sin embargo, si hay un aspecto que destaca de entre todos ellos son las conquistas de Alejandro Magno, creadoras de uno de los tres mayores Imperios de toda la Antigüedad.

El ejército de Alejandro Magno

Una vez consolidado su poder en Macedonia y Grecia, Alejandro Magno cruzó el Helesponto y pasó a Asia para ponerse al frente de las tropas durante la primavera del año 334 a.C. Se ponía así al frente de un colosal ejército formado por 37.000 hombres. En este momento inicial, este ejército estaba integrado por 12.000 soldados de la falange macedonia, 3000 hipaspistas (la guardia real), 1800 soldados de la caballería de élite (los hetairoi). Por otra parte, estaba completado por los 9000 soldados de infantería y caballería aportados por sus aliados griegos, y las unidades especiales de infantería ligera procedentes de Iliria y Tracia. Asimismo, no solo contaba con un poderoso ejército por tierra, sino también con una poderosa flota naval, compuesta de cerca de doscientas naves. Si hacemos unos rápidos cálculos, podríamos estar hablando de unos 40.000 hombres adicionales, entre remeros y hoplitas de las naves.

No obstante, Alejandro Magno no las tenía todas consigo al principio de su década prodigiosa de conquistas. Con el objetivo de mantener su autoridad en Macedonia y Grecia, había tenido que dejar en estos territorios a casi la mitad de sus tropas macedonias al mando de Antípatro, recién nombrado regente. Además, el rey macedonio solo contaba con fondos económicos para una campaña breve, por lo que el hecho de que finalmente durara más de diez años solo se explica desde el punto de vista financiero por sus grandes victorias, generadoras de grandes riquezas.

Ilustración de la batalla de Gránico 334 a.C. (Arrecaballo)
Ilustración de la batalla de Gránico, en el 334 a.C. (Fuente: Arrecaballo)

Las conquistas de Alejandro Magno

Vamos a hacer un breve repaso por las grandes conquistas de Alejandro Magno, presentando las grandes batallas que tendrán artículos monográficos en las próximas semanas. Para empezar, la primera gran victoria de Alejandro Magno contra los persas tuvo lugar en la batalla de Gránico (334 a.C.). Tal y como se puede ver en el mapa del principio, a continuación marchó por la costa de Asia Menor, conquistando ciudades como Sardes, Éfeso, Mileto o Halicarnaso. Solo durante el año 333 a.C., Alejandro invadió Licia, Caria, Frigia, Pisidia, Capadocia y Cilicia. En la práctica, esto suponía que, en poco más de un año, el conquistador macedonio tenía en su mano la mayor parte de la península de Anatolia.

Consternado por no poder pararle los pies a Alejandro, el rey persa Darío III (336 – 330 a.C.) buscaba sin éxito obtener un gran éxito en alguna batalla terrestre decisiva. Después de lograr una de sus mayores victorias en la batalla de Issos (333 a.C.), Alejandro decidió bajar por la franja siropalestina antes de adentrarse en el territorio persa para privar a éstos de las bases navales que tenían en esta zona. Así, las conquistas de Alejandro Magno se extendieron por toda la costa mediterránea, incluyendo Siria, Fenicia y Gaza.

Acto seguido, Alejandro se detuvo en Egipto para liberar la milenaria civilización del yugo del Segundo Periodo Persa (343 – 332 a.C.). Después de pasar por Menfis, Alejandro Magno fue proclamado faraón, inaugurando la Dinastía Macedónica, que tendría el dominio del país hasta el ascenso al poder de su general Ptolomeo (305 a.C.), iniciador de la Dinastía ptolemaica (305 – 30 a.C.). Para ganarse a sus dioses, sacerdotes y gentes, Alejandro visitó el templo del dios Amón en el oasis de Siwa, no alteró su división provincial ni sus tradiciones, y fundó la ciudad de Alejandría en el año 331 a.C.

Ilustración de la batalla de Issos 333 aC Arrecaballo
Ilustración de la batalla de Issos, en el 333 a.C. (Fuente: Arrecaballo)

En este mismo año, las conquistas de Alejandro Magno lo llevaron a Mesopotamia. Aprovechando su estancia en Egipto, el rey persa Darío III había reunido un poderoso ejército, pero de nada le sirvió su superioridad numérica durante la batalla de Gaugamela (331 a.C.), que Alejandro ganó gracias a su superioridad estratégica. De esta forma, la batalla que tenía que implicar la derrota definitiva de Macedonia en realidad significó el final del Imperio Persa, ya que a partir de aquí todas las acciones de Darío III serían de huida y defensa.

Tras esta importante victoria, Babilonia y Susiana se rindieron. En una rápida acción por el territorio, Alejandro tomó Pasargadas Persépolis, la capital del Imperio Persa. Luego de haber tenido que huir de Ecbatana por el imparable avance del conquistador macedonio hacia el norte, Darío III fue asesinado por su sátrapa Besos (330 a.C.), que se autoproclamó rey bajo el nombre de Artajerjes IV. Este fue un gran punto de inflexión en las conquistas de Alejandro Magno, ya que adopta el título de Rey de Reyes y decide vengar a Darío, por lo que emprende la persecución de Besos. En los siguientes meses, sometió y ocupó Hicarnia, Aria, Drangiana, Proftasia, Aracosia y llegó hasta Kabul, en lo que hoy es Afganistán. Besos no lograría escapar mucho más tiempo, ya que fue atrapado por Alejandro en su paso por Sogdiana, la satrapía persa más septentrional del Imperio, a la altura del mar de Aral.

Ilustración de la batalla de Gaugamela, una de las grandes conquistas de Alejandro Magno. Arrecaballo
Ilustración de la batalla de Gaugamela, en el 331 a.C. (Fuente: Arrecaballo)

Tras varios años dedicado a la construcción y fortificación de ciudades, la pacificación de todo lo que hoy es Irán, y la lucha contra las rebeliones internas en su propio ejército por su creciente despotismo al reinar, Alejandro Magno se internó en la India en el año 327 a.C.  A diferencia del Imperio Persa, la antigua India de aquel tiempo carecía de un poder centralizado y estaba dividida en multitud de pueblos y reinos, por lo que era un apasionante mundo nuevo para Alejandro. En cuestión de un año, penetró en el valle del Indo, cruzó el río Hidaspes e Hifasis, derrotó a reyes locales y llegó hasta donde ninguna otra persona occidental había llegado hasta el momento.

Sin embargo, cuanto más grande e inabarcable era el imperio alejandrino, mayor descontento había en el seno de su ejército. De esta forma, a Alejandro no le quedó otro remedio que comenzar el regreso hacia Occidente, venciendo a cuantos pueblos le salieran al paso. Para el año 324 a.C. Alejandro ya estaba de vuelta en Persépolis, y en el 323 a.C. se estableció en Babilonia, ciudad donde murió con 32 años de edad. Apasionado y calculador, generoso a la vez que cruel, Alejandro Magno recorrió 16.000 kilómetros para formar uno de los Imperios más grandes y breves de la Historia. Su muerte sin herederos tuvo tal repercusión que se suele tomar como el hecho fundamental que inició la Época Helenística en la Historia de la antigua Grecia.

Ilustración sobre la batalla de Hidaspes, uno de las últimas conquistas de Alejandro Magno. Arrecaballo
Ilustración sobre la batalla de Hidaspes, en el 326 a.C. (Arrecaballo)

Bibliografía

BARCELÓ, P. (2011): Alejandro Magno. Alianza Editorial, Madrid.

DOMÍNGUEZ MONEDERO, A. (2006): Atlas histórico del mundo griego antiguo. Síntesis, Madrid.

FERNÁNDEZ, P. (2002): Historia antigua universal II: el mundo griego hasta la segunda mitad del siglo IV a.C. UNED, Madrid.

GÓMEZ ESPELOSÍN, F. (2001): Historia de la Grecia antigua. Akal, Madrid.

POMEROY, S. [et.al.] (2012): La antigua Grecia. Historia política, social y cultural. Crítica, Barcelona.

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Comentarios (7)

Muy buena reseña sobre el gran conquistador macedonio. Darío III aprendió de una forma letal que hay que tener mucho cuidado con los Besos.

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Excelente!
Muchas gracias. Me apasiona la historia.

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Jajajajaja… Este comentario me hizo leer todo el artículo. Muchas gracias.

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El asedio de la ciudad fenicia de Tiro duro diez meses
Se dice que cuando le preguntaron a quien dejaba su imperio dijo «al mas fuerte »
Quedó muy afectado por el asesinato (que hizo él) de Clito que le salvo la vida en Granico.

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Solo agradecimiento por sus resúmenes

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HICIERON REMEMORANZA DE MIS CONOCIMIENTOS BOUN/DESDE EL MUNDO ANDES

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Soy profesora de historia en Argentina, la historia antigua me encanta!! Muy buena la reseña sobre Alejandro!

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