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HISTORIAE

Patricios y plebeyos en la antigua Roma

Introducción

A la hora de abordar un campo del conocimiento tan complejo como es el de la sociedad romana arcaica, uno de los temas más imprescindibles a tratar es el del conflicto patricio-plebeyo. Por eso, en las dos siguientes entradas vamos a ver este enfrentamiento dialéctico de intereses que enfrentó durante dos siglos a un grupo social mayoritario, el de los plebeyos, y a un grupo social minoritario, los patricios. No hay que confundir esto con una lucha de clases, pues en esta época no existían las clases como entes sociales cuyos miembros comparten unos mismos ideales, intereses y objetivos. Según el relato tradicional, el conflicto patricio-plebeyo se inició en el 494 a.C. con la primera secesión de la plebe al monte Aventino y terminó en el 287 a.C. con la promulgación de la Lex Hortensia, que elevaba las decisiones tomadas en las asambleas plebeyas a la categoría de leyes.

Grabado del siglo XVIII que representa a un tribuno de la plebe haciendo un discurso ante plebeyos romanos
Grabado del siglo XVIII que representa a un tribuno de la plebe haciendo un discurso

¿Quiénes eran los patricios y los plebeyos?

Para comprender las causas del conflicto patricio-plebeyo lo primero que hay que comprender es que ambos grupos sociales eran antagónicos desde sus orígenes. Mientras que el patriciado era una minoría social que agrupaba a la élite noble de la ciudadanía romana, la plebe era un heterogéneo grupo que tenía en común su carácter de grupo social no privilegiado. Además, el patriciado era una condición que se transmitía por vía hereditaria, de tal modo que solo los descendientes de los patres (los primeros senadores romanos) podían ser llamados patricios. De esta manera, aunque un plebeyo estuviera en la élite política al ser senador, no estaba en la élite social, ya que su familia nunca había sido ni sería noble.

Más allá del ámbito social, la mayor discriminación entre ambos grupos de la República temprana era política. En teoría, como ciudadanos romanos de pleno derecho, los plebeyos podían aspirar a ocupar magistraturas. Sin embargo, en la realidad encontrar plebeyos entre los primeros cargos políticos de la República era algo muy inusual. Esta opción, remota aunque posible, se cerró totalmente en el 485 a.C. cuando se produjo la llamada serrata del patriziato, es decir, que los patricios terminaron de monopolizar el poder, impidiendo que cualquiera que no fuera patricio accediera a cargos públicos.

Grabado del siglo XIX que representa la primera secesión de los plebeyos romanos en el 494 aC
Obra del siglo XIX que representa la primera secesión de la plebe en el 494 a.C.

Patricios vs. plebeyos romanos

No es el objetivo de este artículo hacer una pormenorizada relación de todos y cada uno de los momentos que marcaron este conflicto de intereses en sus dos siglos de historia. Más bien, lo que se pretende es realizar un breve resumen de las fechas y leyes claves del conflicto patricio-plebeyo para tratar de entender sus aspectos más básicos. Cabe destacar además que esta pugna no fue algo continuo y lineal en el tiempo, sino que más bien pasó por distintos periodos concretos de explosión social.

El origen de la lucha de los plebeyos romanos

Según la tradición, todo comenzó en el año 494 a.C. con la primera secesión de la plebe al monte Aventino. En otras palabras, la plebe se marchó de la ciudad, abandonando en ella a los patricios, como medida de presión para que se aceptaran sus reivindicaciones. Hay que entender que estamos en una época delicada para la supervivencia de Roma, por lo que las élites gobernantes no podían permitir que la mayor parte de sus gobernados se negara a integrar las filas del ejército, por ejemplo.

Hacia el año 471 a.C., coincidiendo con la segunda secesión de la plebe, los plebeyos ya forman un grupo político relativamente organizado. En este año es cuando se promulga la Lex Publilia, que implica la primera elección histórica segura de tribunos de la plebe. También ya se reunían en asambleas propias (los comitia plebis tributa) y adoptaban acuerdos propios (los llamados plebiscita) que solo obligaban legalmente a los plebeyos si es que no eran votados como leyes en las otras asambleas romanas.

Representación en el altar del Ara Pacis en Roma de sacerdotes flamines, un cargo exclusivamente ejercido por patricios, no por plebeyos romanos
Representación en el altar del Ara Pacis en Roma de sacerdotes flamines, un cargo exclusivamente ejercido por patricios

Muchas veces se suele reducir el conflicto patricio-plebeyo simplemente a la demanda de derechos políticos por parte de los plebeyos, pero lo cierto es que también tuvo otros matices. Prueba de ello es que sus primeras reivindicaciones tuvieran un alto componente económico. Es el caso de la Lex Icilia, ley aprobada en el año 456 a.C. que legalizaba el reparto de lotes de tierra de dominio estatal a los plebeyos; o el caso del reparto de las tierras (393 a.C.) de la conquistada ciudad etrusca de Veyes en el año 396 a.C.

La Ley de las XII Tablas

No obstante, la situación de los plebeyos a mediados del siglo V a.C. no parecía mejorar, sino todo lo contrario. Según la tradición literaria, en el 451 a.C. se sustituyó a los cónsules al frente del Gobierno por el colegio de los decenviros, diez hombres patricios que tenían la misión de recopilar por escrito el Derecho en el plazo de un año. El fruto de su trabajo, después de más de un año y dos equipos de trabajo, fue la conocida como Ley de las XII Tablas (450 a.C.), el primer y único código civil, penal, procesal y religioso por escrito de toda la historia de la antigua Roma. En ella se recopilan tanto normas de derecho consuetudinario de diferentes épocas como normas de clara influencia extranjera, sobre todo de la Magna Grecia. Entre otras muchas cosas, este código legislativo prohibió los matrimonios mixtos entre patricios y plebeyos romanos.

Fresco romano hallado en Pompeya en el que se representa a plebeyos romanos comprando el pan
Fresco romano hallado en Pompeya en el que se representa a plebeyos romanos comprando el pan (Fuente: Imperium)

Siempre según la dudosa tradición, pronto los decenviros fueron acusados de tiranía y corrupción y fueron derrocados para restituir el gobierno de la magistratura del consulado, personificada esta vez en Lucio Valerio y Marco Horacio (449 a.C.). Estos nuevos cónsules siguieron manteniendo la vigencia de las Doce Tablas, pero a cambio, para apaciguar los ánimos de los plebeyos romanos, promulgaron la Lex Valeria Horacia. En ella se reconocía, por ejemplo, el derecho de apelación ante el pueblo y la inviolabilidad de los tribunos de la plebe, pero se reafirmaba la primacía del Senado en materia legislativa.

Bibliografía

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BAKER, S. (2017): Roma: auge y caída de un imperio. Barcelona: Planeta.

BEARD, M. (2015): S.P.Q.R. Una historia de la antigua Roma. Barcelona: Planeta.

BRAVO, G. (1998): Historia de la Roma Antigua. Madrid: Alianza editorial.

CAMPBELL, B. (2013): Historia de Roma. Desde los orígenes hasta la caída del Imperio. Barcelona: Crítica.

NOVILLO LÓPEZ, M.A. (2012): Breve historia de Roma. Madrid: Nowtilus.

ROLDÁN HERVÁS, J.M. (2007): Historia de Roma I. La República Romana. Barcelona: Ediciones Cátedra.

 

Resumen

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