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HISTORIAE

Escipión el Africano en Hispania

Introducción

Se conoce con el nombre de Guerras Púnicas a la larga serie de conflictos que enfrentaron a Roma y Cartago durante más de un siglo, concretamente entre el 264 y el 146 a.C. La gran duración de las Guerras Púnicas a lo largo de 118 años no fue continuada e ininterrumpida en el tiempo, sino que se dividió en tres fases distintas: la Primera Guerra Púnica (264 – 241 a.C.), la Segunda Guerra Púnica (218 – 201 a.C.) y la Tercera Guerra Púnica (149 – 146 a.C.). Mientras en Italia se sucedían las idas y venidas de ambos bandos por el sur, las victorias de Publio Cornelio Escipión el Africano en Hispania darían el impulso necesario a Roma para terminar la guerra.

Ilustración que recrea el momento en el que matan a Publio Cornelio Escipión, padre de Escipión el Africano, durante la batalla de Cástulo del 211 a.C. (Fuente: Arrecaballo)
Ilustración que recrea el momento en el que matan a Publio Cornelio Escipión, padre de Escipión el Africano, durante la batalla de Cástulo del 211 a.C. (Fuente: Arrecaballo)

Biografía de Escipión el Africano antes de Hispania

Los cinco años que pasaría Publio Cornelio Escipión el Africano en la península Ibérica le convertirían no solo en el gran archienemigo de Aníbal Barca y el mando militar romano más brillante de las Guerras Púnicas, sino en uno de los mejores de toda la historia de la antigua Roma. Por ello, la biografía de Escipión el Africano es una de las más apasionantes dentro de la historia de la República Romana, generando numerosos estudios y hasta una muy famosa trilogía de novela histórica. Pero… ¿de dónde había salido un personaje tan singular?

Al igual que todos los jóvenes que se habían hecho adultos ya en la Segunda Guerra Púnica, el joven Escipión contaba con una extensa experiencia militar y una gran influencia, al pertenecer a una de las familias patricias más importantes de Roma. Sabemos que participó en las batallas de Tesino, Trebia y Trasimeno y que pudo escapar de morir por los pelos en Cannas, siendo después uno de los que reagrupó a los supervivientes.

Su nombramiento como caudillo de las fuerzas romanas en Hispania fue algo totalmente sin precedentes. Por un lado, con sus veinticuatro años aun era demasiado joven como para ocupar el cargo de pretor o cónsular. De hecho, solo había sido edil curul dentro del cursus honorum romano. Por otro lado, y aun más importante, se le concedió desde el principio un imperium proconsular. Otros hombres habían recibido un poder ejecutivo similar desde comienzos de la guerra, pero, todos sin excepción, habían ocupado en su pasado alguna alta magistratura.

Busto de Publio Cornelio Escipión el Africano
Busto de Publio Cornelio Escipión el Africano

La llegada de Escipión el Africano a Hispania

A comienzos del otoño del 210 a.C., Publio Cornelio Escipión el Africano desembarcó en Ampurias con un nuevo ejército de refuerzo de 10.000 soldados de infantería y una cantidad incierta de caballería. De este modo, se estima que el total de fuerzas romanas en la península Ibérica en ese momento estaría en torno a los 28.000 soldados de infantería y unos 3000 jinetes.

Mientras tanto, los tres ejércitos púnicos se encontraban diseminados por el territorio. Las fuerzas de Asdrúbal Barca estaban luchando contra los carpetanos, aproximadamente en el actual Toledo; su hermano Magón se ubicaba cerca de las Columnas de Hércules, en el actual estrecho de Gibraltar; y Asdrúbal Gisgo se hallaba en territoio lusitano, en Portugal.

Reagrupadas las fuerzas, el general se puso en marcha hacia Tarraco, donde pasó el invierno al mismo tiempo que negociaba alianzas con las tribus hispanas. Durante esos meses de relativa inactividad, Escipión el Africano planeó el primero de sus golpes maestros: la conquista de la mayor y más importante fortaleza púnica de la península, Carthago Nova.

Ilustración que recrea el palacio principal de los púnicos en la ciudad de Qart Hadashat, destruido por Escipión el Africano
Ilustración que recrea de forma idealizada el palacio principal de los púnicos en la ciudad de Qart Hadashat (Carthago Nova). A día de hoy, no hay ninguna prueba de que existiera tal palacio (Fuente: National Geographic)

Escipión el Africano en Carthago Nova

La dispersión de los ejércitos cartagineses por la península aseguraba que los romanos pudieran avanzar hasta la boca púnica del lobo sin encontrarse con una oposición seria, pero no existía ninguna certeza de que consiguieran tomar la ciudad, ni por asalto directo ni por bloqueo de asedio.

Asumiendo los posibles riesgos de la expedición, Escipión el Africano organizó en la primavera del 209 a.C. una gesta militar singularmente atrevida pero muy exitosa: una operación conjunta por tierra y mar. Por tierra, él mismo llevó hacia el sur a 25.000 hombres de infantería y 2500 jinetes; por mar, el general Gayo Lelio (gran amigo personal de Escipión) condujo la flota siguiendo la costa hasta la base cartaginesa. Los generales romanos consiguieron sorprender a la guarnición de defensa, formada tan solo por 1000 mercenarios y 2000 vecinos armados, y entraron en la ciudad. Visto lo visto, el gran fallo de los cartagineses fue no haber previsto la posibilidad de un ataque sorpresa a su cuartel general y haberse confiado demasiado después de sus victorias pasadas.

Doble ilustración sobre la conquista romana de Carthago Nova. A la izquierda, Gayo Lelio dirigiendo la flota romana. A la derecha, mercenarios cartagineses listos para defender la ciudad de Escipión el Africano
Doble ilustración sobre la conquista romana de Carthago Nova. A la izquierda, Gayo Lelio dirigiendo la flota romana. A la derecha, mercenarios cartagineses listos para defender la ciudad (Fuente: Arrecaballo)

Mientras iban entrando más y más hombres, Escipión el Africano conservó con él a un millar de soldados y los dirigió al asalto de la ciudadela, donde el líder de la guarnición se rindió después de una breve resistencia. El resto del ejército tenía la orden de ir por las calles de Carthago Nova matando a cualquiera que se cruzara en su camino, lo que seguramente incluía desmembramientos y violaciones. Aun así, no todo fue barbarie y violencia. Una vez que se conquistó la ciudad, se organizó a los prisioneros. De los cerca de 10.000 hombres capturados, los ciudadanos fueron puestos en libertad y los no ciudadanos fueron esclavizados. Asimismo, se envió a los numerosos esclavos a servir como remeros en la flota romana.

Escipión el Africano vs. Aníbal

Además del enorme botín material de y gran cantidad de material de guerra, los romanos se hicieron con trescientos rehenes indígenas que los púnicos mantenían en la ciudad para asegurarse la fidelidad de sus tribus. La devolución a sus hogares de estos rehenes fue un importante tanto para Escipión, ya que muchas tribus firmaron pactos de amistad con Roma en agradecimiento.

Otra de las consecuencias de la conquista romana de Carthago nova fue mucho más estratégica. Desde ese momento, los romanos contaron con una magnífica base de operaciones en el sur, ubicada en una posición clave para controlar las ricas minas de plata de la región, principal fuente de recursos de Cartago.

Ilustración que recrea el asalto romano a las puertas de la ciudad de Carthago Nova por parte de Escipión el Africano
Ilustración que recrea el asalto romano a las puertas de la ciudad de Carthago Nova (Fuente: Arrecaballo)

El efecto psicológico de semejante golpe de audacia es colosal, y no era para menos. En unos pocos meses desde su llegada, Escipión el Africano se había apoderado del centro político y económico cartaginés más importante tras la propia Cartago. A partir de este momento, los cartagineses no levantarían cabeza en las venideras batallas contra el nuevo mesías de Roma.

Bibliografía

BARCELÓ, P. (2019): Las guerras púnicas. Madrid: Editorial Síntesis.

CAMPBELL, B. (2013): Historia de Roma. Desde los orígenes hasta la caída del Imperio. Barcelona: Crítica.

GOLDSWORTHY, A. (2002): La caída de Cartago. Las Guerras Púnicas 265 – 146 a.C. Barcelona: Ariel Historia.

ROLDÁN HERVÁS, J.M. (2013): Historia antigua de España I. Iberia prerromana, Hispania republicana y Alto Imperial. Madrid: Universidad Nacional de Educación a Distancia.

ROLDÁN HERVÁS, J.M. (2007): Historia de Roma I. La República Romana. Barcelona: Ediciones Cátedra.

Resumen
Escipión el Africano en Hispania: la conquista de Carthago Nova
Nombre del artículo
Escipión el Africano en Hispania: la conquista de Carthago Nova
Descripción
¿Cómo fue la conquista de Carthago Nova por parte de Publio Cornelio Escipión el Africano? ¿Por qué esta pérdida fue un golpe tan duro para Aníbal?
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